Exploración espacial
Así es el ensayo de la NASA que muestra qué pasaría si un asteroide peligroso se dirige a la Tierra
Es la quinta vez que se realiza un ejercicio como este a lo largo de 11 años y no solo participa la agencia espacial, también la ONU, la ESA y gobiernos de diferentes países.
En el cine, el peligro potencial de un asteroide que se dirige a la Tierra se solventa con medidas extremas que van desde un cohete cargado con armas nucleares, láseres superpotentes y otros ingenios típicos de la ciencia ficción. Pero la realidad es que uno de los principales obstáculos a los que nos enfrentamos no tiene tanto que ver con la destrucción (del asteroide) como con la coordinación de los gobiernos ante la posibilidad de que un asteroide impacte en el planeta y provoque daños a nivel global. Con esto en mente, la NASA ha creado la Agencia de Defensa Planetaria, una oficina que pretende coordinar este escenario a escala mundial.
De acuerdo con la NASA, la mejor manera de capacitar a todos los implicados (organismos gubernamentales, centros de respuesta ante emergencias y agencias espaciales, entre otros) para que realicen esos trabajos es ejecutar escenarios y tratar de determinar qué acciones deberían tomarse. Esa fue, precisamente, la idea detrás de un ejercicio teórico realizado en el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins. La NASA publicó recientemente un informe preliminar sobre los resultados del ejercicio, y en agosto se publicará uno completamente detallado.
Pero no es la primera vez que esto se lleva a cabo, de hecho es el quinto de una serie de ejercicios que se han realizado durante los últimos once años. Cada ejercicio, uno de ellos se centra en un escenario diferente de un posible impacto para determinar qué acciones deberían tomarse inmediatamente o durante un período más prolongado.
Pero este caso fue distinto, ya que del ensayo formaron parte colaboradores internacionales: más de 100 personas, incluidos representantes de la ONU, el Reino Unido, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial de Japón (JAXA). Las ausencias más notorias fueron las de Rusia y China, algo que en un escenario real obviamente afectarían cualquier toma de decisiones.
En este caso, el escenario se basó en un asteroide de cientos de metros de diámetro que tenía un 72% de posibilidades de impactar la Tierra en unos 14 años. La trayectoria proyectada que el asteroide trazaría a través de la Tierra iba desde el Pacífico a través del norte de México y el sur de Estados Unidos, pasando directamente sobre Dallas y Washington DC antes de cruzar el océano Atlántico, pasando por Portugal, España (incluida Madrid) y el norte de África.
Los cálculos mostraron que había un 45% de probabilidad de que el impacto no afectara a nadie, una probabilidad relativamente alta de que afectara a entre 1.000 y 100.000 personas, y un 0,04% de probabilidad de que afectara a más de 10 millones de personas. Como era de esperar, las consideraciones políticas ocuparon un lugar destacado. Muchos repitieron lo que un participante anónimo señaló en el informe preliminar antes citado: “Sé lo que debería hacer, pero el Congreso nos dirá que esperemos”. La incertidumbre sobre el impacto, y especialmente las posibles consecuencias, eran una consideración importante.
La disponibilidad de recursos también se convirtió en una consideración primordial, tanto para rastrear lo suficientemente cerca la amenaza como para diseñar y ejecutar una misión para potencialmente desviarlo. Los participantes no creían que hubiera suficientes recursos para ninguna de las tareas y afirmaron que era una de sus principales preocupaciones en el futuro.
También coincidieron en que el ejercicio teórico fue un gran éxito, ya que permitió a los responsables de la toma de decisiones que participarían en un proceso real para determinar qué hacer con un posible impacto de un asteroide pensar en los pasos que tendrían que dar y cuál serían las respuestas políticas y públicas. Ya se están preparando planes para ejercicios adicionales, y el informe final de la sesión se publicará el 5 de agosto, con elementos de acción específicos.
Si bien no se prevé ningún impacto de asteroide en las próximas décadas, este tipo de ejercicios seguirán perfeccionando lo que podría decirse que es una de las habilidades más valiosas de cualquier agencia espacial: cómo protegernos de una de nuestras mayores amenazas.✕
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