
Espacio
La NASA y la ESA reducen drásticamente la probabilidad de impacto del asteroide YR4 en la Tierra
La tendencia creciente de los últimos días ha dado un giro de 180°

El asteroide 2024 YR4 se convirtió ayer en el cuerpo celeste con más probabilidad de impactar contra la Tierra que se ha observado. Tanto la NASA como la Agencia Espacial Europea (ESA), que actualizan diariamente sus previsiones, subieron el riesgo a un 3,1 % y un 2,8 %, respectivamente. Pero el título, afortunadamente, le ha durado poco. En la actualización de hoy, ambas agencias espaciales han reducido drásticamente la probabilidad de que se produzca una colisión en 2032 a menos de la mitad: la NASA, al 1,5 % y la ESA, al 1,4 %, disminuyendo también el alarmismo ante la posibilidad de una catástrofe provocada por 2024 YR4. La de que choque con la Luna en lugar de contra la Tierra o seguir su trayectoria, está en un 0,8 %.
Este asteroide, con un diámetro estimado de entre 40 y 90 metros, fue detectado por el observatorio ATLAS de Chile a finales de diciembre. Poco después entró en la lista Sentry de la NASA, que monitorea posibles impactos contra la Tierra, y provocó que la ONU activara por primera vez el Protocolo de Seguridad Planetaria, mientras que el Grupo Asesor de Planificación de Misiones Espaciales de la ONU (SMAPG), comenzó a coordinar la respuesta internacional.
Tras una semana con visibilidad limitada para observar el asteroide desde la Tierra, debido a la luna llena, los astrónomos disponen ahora de mayor capacidad para estudiarlo. Los nuevos datos provenientes del Very Large Telescope de Chile han permitido ajustar más la probabilidad de impacto, que ahora es menor, en un comportamiento similar al que tuvo el asteroide Apophis en 2004.
Entonces, se estimó que este asteroide, con un diámetro de 324 metros, tenía un 2,7 % de posibilidades de impactar contra la Tierra en 2029. Posteriores observaciones sobre su trayectoria concluyeron que la Tierra no entraba en su órbita y el riesgo se redujo a cero. Es lo mismo que se espera que suceda con 2024 YR4.
Las observaciones continuarán hasta que 2024 YR4, actualmente alejándose de la Tierra, quede fuera del alcance de los instrumentos de observación. Esto sucederá a comienzos de mayo, momento en el que SMAPG volverá a reunirse para evaluar, si es necesario, formas de desviar el asteroide de su trayectoria.
En la primera semana de marzo, el telescopio espacial James Webb comenzará a observar el asteroide y probablemente permitirá conocer con más exactitud su tamaño y ajustar aún más el porcentaje de probabilidad de impacto. La ESA confía, en un 90 %, en poder descartar por completo un impacto antes de que 2024 YR4 esté demasiado lejos. De no ser así, habrá que esperar hasta 2028 para que vuelva a estar lo suficientemente cerca como para estudiarlo y recabar más datos.
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