Estreno

HBO pone cara al cerebro tras la conspiración QAnon

La plataforma estrena el próximo 22 de marzo «Q: en el ojo del huracán» que investigó las redes de este peligroso movimiento

Jacob Chansley («El bisonte de QAnon») en el asalto al Capitolio el 6 de enero
Jacob Chansley («El bisonte de QAnon») en el asalto al Capitolio el 6 de eneroDPA vía Europa Press

Al comienzo de las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2020, un tímido rumor transportó ante nuestros ojos la letra «Q» en cientos de asistentes a mítines de Trump y simpatizantes del ahora ex presidente americano. Poco a poco se fue sabiendo un poco más de QAnon, una declaración de intenciones nacida en la plataforma 4chan en octubre de 2017, firmada por «Q», y que defiende varias teorías de la conspiración que incluyen cultos a satanás de algunos líderes políticos y mediáticos, que además eran pedófilos y caníbales. Y frente a ellos Trump como un caballero andante. Pero, ¿quién es realmente la persona tras la consonante más famosa? A esa pregunta pretende responder la serie documental «Q: en el ojo del huracán» del director Cullen Hoback («Lo que hay río arriba»), y que HBO estrena el próximo 22 de marzo.

Durante seis capítulos, el director nos muestra como cae inmerso en el «agujero de conejo» de navegar durante horas tirando del hilo de esta casi «secta» virtual, hasta que tras tres años y más de 1.700 horas de metraje después nos presenta su investigación. En los primeros capítulos nos presenta a varios protagonistas de esta historia. Aquellos que más cerca le pueden llevar de la persona o personas tras la «Q». Al final, estos personajes, que aparecen intencionadamente caricaturizados, centrarán la historia y desviarán ligeramente al barco del documental de su auténtico reto. Pero al final apuntarán a la identidad del misterioso líder con un dedo. Los primeros contactos dentro de un círculo menor de «QAnon» los haya la serie de HBO en Fredrick Brennan, alias «hot wheels», el programador informático en silla de ruedas por una enfermedad en los huesos que creo 8chan. Esta plataforma libre acogió lo mensajes de los seguidores de QAnon (tras ser expulsados de 4chan), entre imágenes de abuso infantil y de supremacistas blancos.

De cerdos y Trump

El director va de una granja de cerdos en Filipinas a Japón y Estados Unidos, en un periplo que para los medios americanos tienen lo mismo de ridiculización del movimiento, su pretensión original y tampoco aceptada, como de continuidad de la conspiración. Como si los participantes en las piezas hubieran empujado el contenido a una peligrosa propaganda. Lo que es cierto, es que los capítulos rezuman información, términos para entender el submundo «chan», naturalidad e improvisación en las imágenes, y una galería de personajes que merece la pena ver y escuchar. Como el dueto formado por Jim Watkins y su hijo Ron, actuales dueños de 8chan, que han dejado auténticas perlas como sus disquisiciones sobre los cerdos o la depurada técnica de rellenar plumas estilográficas. Otros simpatizantes empujan levemente la idea de que Trump está detrás de todo. Argumentan con pistas sobre plumas y gestos disimulados del ex presidente a miembros de QAnon y su apoyo a la culminación, el 6 de enero, con el ataque al Capitolio. Pero no se despisten, como asegura Ron Watkins: «Sólo ’'Q’' puede hacer un documental sobre sí mismo».

Persiguiendo las «fake news

La esencia de QAnon sigue vigente, con tanta viralidad que recientemente Twitter, tras años intentándolo, ha suspendido más de 150.000 cuentas de usuarios, la mayor parte estadounidenses, que difunden información errónea. Se trata de una campaña que comenzó con la eliminación de 70.000 perfiles al día siguiente al ataque al Capitolio del pasado 6 de enero. Twitter se implicó después de que se dudara de su implicación en la eliminación de tuits de Edgar Welch, autor de un tiroteo en Washington creyéndose las conspiraciones.