«¿Quién mató a Sara?» no es la pregunta, ni la respuesta

A la tercera va la vencida y los fans del thriller «¿Quién mató a Sara?» podrán satisfacer la curiosidad que les ha mantenido pegados a esta producción mexicana durante dos temporadas, que ha triunfado en España, Argentina, Colombia, México o EE.UU. y ahora Netflix acaba de estrenar la tercera y última.

«¿Quién mató a Sara?», creada por José Ignacio Valenzuela, comenzó su emisión en marzo de 2021 y enseguida se convirtió en uno de los contenidos más populares de la plataforma y el mejor estreno de habla no inglesa en Estados Unidos. Su composición en torno a una pregunta directa de la que puedes querer tener respuesta, y la mezcla de géneros de suspense y thriller consiguió que capítulo tras capítulo se engancharan millones de espectadores. El punto de partida entonces era la historia de Alex Guzmán (Manolo Cardona) que sale de la cárcel tras 18 años encerrado acusado de matar a su hermana Sara (Ximena Lamadrid), incriminado por la malvada familia Lazcano, con el actor español Ginés García Millán como César, cabeza de familia.

Salud mental

Las dos primeras temporadas convencieron de manera desigual a aquellos que se asomaron, puesto que la mezcla de los géneros anteriores más su calculada dosis de erotismo y con el don del culebrón en su ADN, hizo que muchos se cuestionasen si no se estaba estirando mucho el guion, que en ocasiones derivaba en situaciones ya poco creíbles. Así que alrededor de este «whodunnit» crecen las tramas como esporas, todo salpicado de vidas de lujo que parecen difuminar la concordancia con el misterio y la venganza. Ya había comentado su creador que se inspiró en su propia vida y dudas para crear la historia. Fanático de Sherlock Holmes y Agatha Christie, añadió a los componentes de misterio su experiencia como gay y defensor de los derechos de la comunidad LGTBI, y su obsesión por el tráfico de influencias y la corrupción política, con Donald Trump como presidente de los Estados Unidos. Todo en el mismo saco.

Por eso la tercera temporada, quizá por resolutiva, atrajo las miradas de los espectadores que confiaban en un final digno. Dos temporadas previas de giros inesperados podían acabar, como así ha sido, con partes de la trama sin pies ni cabeza, sobre todo con los rumores de que Sara podría estar viva. Además, se incluye un nuevo componente a tener en cuenta: la salud mental. Ahí es dónde entra en juego el personaje sorpresa de Jean Reno, que interpreta al doctor Reinaldo Gómez de la Cortina, responsable de un experimento que ya en su enunciado es controvertido: el proyecto Medusa es buscar la cura para la esquizofrenia y la homosexualidad; al mismo tiempo. Que nadie se asuste: se trata de demostrar una actitud concreta a la que se enfrenta el colectivo LGTBI. No podemos prometer que consigan llegar hasta el final de la serie y que averigüen por sí mismos «¿Quién mató a Sara?», o que lo entiendan después de tantas vueltas, pero sí que estarán entretenidos y sorprendidos cada momento por el bombardeo de misterios, traiciones, sexo y violencia en cada escena. Nada más concluir esta trama, Netflix ya la remplazado con «La Noche más larga», disponible desde ayer.