Estreno

«Cómo mandarlo todo a la mierda», el precio de la libertad

► HBO Max acaba de estrenar la primera temporada de esta serie creada por Jaime Olías y Pablo Sanhermelando

Cinco amigos, una extraña, una furgoneta y dinero... ¿qué puede fallar?
Cinco amigos, una extraña, una furgoneta y dinero... ¿qué puede fallar?ALFONSO BARRADOHBO Max

Decía Albert Camus que « la única manera de lidiar con un mundo sin libertad es llegar a ser tan absolutamente libre que tu misma existencia es un acto de rebelión». La llamada Generación Z está en plena explosión y aquellos nacidos a finales de los años 90 y principios de la década de 2000, y que, más numerosos que los baby boomers o los milénicos, ahora afrontan la mayoría de edad, están buscando la libertad que les prometieron antes de enfrentarse a un mundo cruel. Un grupo de seis chicos y chicas de esta generación son los protagonistas de «Cómo mandarlo todo a la mierda», la nueva serie de HBO Max creada por Jaime Olías, que también dirige, y Pablo Sanhermelando, y que es un canto a la vida desde lo más sincero del alma humana de un joven.

El plan sin plan

Alba (Naira Lleó, «Hierro»), es una joven a la que le cuesta adaptarse y que lleva poco tiempo en su nuevo instituto, y además no acaba de encajar con sus compañeros. Pero su vida da un verdadero vuelco cuando se entera de que el viaje de fin de curso a Italia se cancela. Vive con su hermano que la utiliza como menor para hacer sus trapicheos y el viaje era una excusa para escapar. Por casualidad, descubre que un grupo de compañeros (ni mucho menos de su gusto) tiene un plan perfecto: hacer creer a sus padres que el viaje sigue en pie, robar la furgoneta del hermano de uno de ellos y lanzarse tres semanas a la carretera. El plan es no tener plan, ir sin rumbo fijo, improvisando. Solo hay algunas reglas: no se puede publicar nada en redes sociales, hay que estar siempre moviéndose y, lo más importante, no hay vuelta atrás. Jaime Olías confiesa que la serie nació no de un sólo germen, si no de que «queríamos una serie juvenil diferente y que no fuese durante el periodo escolar; nos gustaba mucho la idea de hacer una road movie». Y de esa conjunción nace «Cómo mandarlo todo a la mierda», que sorprende al espectador con la naturalidad y la verdad de sus escenarios, personajes y diálogos: «Nos gustaba mucho la idea de hacer un retrato muy naturalista, que realmente no tuviese artificios, que viésemos una puesta en escena muy real en el que viésemos a los actores moverse con realidad; si hacíamos una road movie, que los escenarios fueran completamente reales, que realmente se hiciese el viaje». Y la esencia reside ahí, que la verdad de la serie nos deja respirar esa libertad real que, como explica Olías, «quieren alcanzar esos cinco chicos, porque creen que no la tienen, y se reúnen con Alba que realmente si tiene una falta de libertad».

Y se nota que los actores que acompañan a Alba, Irene (Malva Vela), Fran (Gabriel Guevara), Javi (Óscar Ortuño), Isa (Nadia Al Saidi) y Marcos (Sergi Méndez ), han tenido libertad creativa. «Queríamos que hiciesen suyo al personaje, para que el lenguaje empleado y la forma de comunicarse fuera 100% de esa generación», explica Sanhermelando. Y todo se les tuerce y hay mil oportunidades de que todo salga mal, e incluso de que sea un espejismo de la verdadera libertad, lo que provoca una sensación agridulce de una posible vuelta a la normalidad. En palabras de Pablo Sanhermelando, «pese a ese posible sentimiento tristón, creo que sí que se cumple el objetivo de que los personajes consiguen lo que quieren, no lo que desean; para nada en la forma en la que lo tenían previsto».

La serie demuestra que se merece una segunda temporada, pues así estaba pensado por sus creadores, que, al fin y al cabo, son el mejor ejemplo de la libertad de crear.