Crisis
Dimite José Manuel Pérez Tornero como presidente de RTVE
Con tan solo 18 meses en el cargo ha decidido “dar un paso al lado”, porque no se dan las circunstancias “para sostener la viabilidad de mi proyecto”
Sorpresa en Radio Televisión Española. El hasta ahora presidente del Ente público, José Manuel Pérez Tornero, acaba de anunciar su dimisión tras tan solo 18 meses en el cargo porque “que no se dan las circunstancias para sostener la viabilidad de mi proyecto”.
En una extensa nota enviada a los medios de comunicación, José Manuel Pérez Tornero, que fue elegido por unanimidad por el Congreso y sin ningún voto en contra, explica la situación que le ha llevado a tomar la decisión de dimitir de su cargo.
“Hace dieciocho meses, las Cortes, al concederme la presidencia de RTVE, me encargaron la misión de llevar adelante el proyecto de gestión que presenté al concurso público. Un proyecto que diseñaba una transformación profunda de la corporación. Y en el que quedaba meridianamente claro que no se trataba de una simple operación de maquillaje, ni de un simple lavado de cara”, comienza diciendo el texto que desvela la complejidad de las metas planteadas tras la salida de Rosa María Mateo como Administradora Única de RTVE.
Explica en la carta Pérez Tornero, que los objetivos a cumplir “eran muy explícitos” y que, además, se trataba de “gestionar con un consenso amplio, sin partidismos; con profesionalidad e independencia; afianzar el pluralismo interno y dejar atrás la fragmentación corporativa”, en clara alusión a la situación anterior. “Pero, sobre todo, se trataba de hacer que RTVE contribuyese a crear una esfera pública sosegada, dialogante y sin polarización. Lo importante, pues, era lograr que RTVE acompañara la transformación del país, la profundización de la democracia, el avance de la ciencia, de la cultura y del bienestar social”, detalla el ya ex presidente de RTVE.
Todo apuntaba a que con unas audiencias en pleno declive y una programación confusa y con muchos de los espacios externalizados era de una “complejidad y dificultad”, y Tornero dice que era consciente de estar “ante un proceso que -como todos los de transformación- eran de largo recorrido; que requerían una paciencia que muchos no tendrían”. Clara referencia en este párrafo a las luchas políticas en el Consejo de Administración que no han visto la evolución prometida en las cadenas públicas del Ente y que han terminado por conseguir que perdiera los apoyos que tuvo para su nombramiento.
“Pero, pese a todos estos inconvenientes, siempre me dio fuerza y paz interior el saber que, por un lado, tanto mi equipo como yo mismo, pondríamos lo mejor de nosotros en cumplir la misión. Y, por otro, que, en cualquier caso, en el mismo instante en que yo tuviese indicios de que el proyecto que me habían encargado las Cortes no era viable, lo reconocería públicamente -sin dudarlo un segundo-y nunca me aferraría a la presidencia. Pues bien, ese momento ha llegado. Es ahora”, confiesa en la nota.
Confianza en el proyecto
A pesar de la dimisión casi obligada, Pérez Tornero cree “honesta y humildemente”, que en RTVE ha habido un avance en estos meses, “y que se han sentado las bases de la transformación. Pero, al mismo tiempo, he de reconocer que, tomando en cuenta muchos factores, ya no se dan las circunstancias para sostener la viabilidad de mi proyecto”. Así, y tras “dar cuenta de lo avanzado”, ha decidido que se impone ”dar un paso al lado”.
Pérez Tornero ha dedicado parte de su carta de dimisión a “exponer que, en estos meses de mi mandato, con la entrega y el entusiasmo de muchas personas -con mis errores y aciertos-, hemos conseguido algunos objetivos nada desdeñables”, entre los que destaca contribuir “al diálogo sereno, respetuoso e informado; a hacer avanzar un periodismo de calidad propio de RTVE, introduciendo más contextualización y análisis; y hemos ampliado nuestro compromiso con la programación relacionada con ciencia, la cultura, el cine español, las artes creativas y el deporte”.
Fuera de estos objetivos más teóricos, el ex presidente quiso poner en valor algunos aspectos que han sido, sin duda, el origen de su dimisión, como haber renovado “en muy poco tiempo, formatos, programas y planes de producción que se encontraban, como mínimo, estancados. Consiguiendo nuevos formatos musicales y de concursos, apostando por los grandes eventos deportivos y culturales, lanzando nuevas líneas de ficción y colocando al cine español en primera línea. Lo que hace esperar una mejora de todos los índices de recepción”.
Cifras
En la carta de dimisión, Pérez Tornero ha querido destacar haber mejorado “nuestra salud financiera y productiva; avanzado en el saneamiento económico (con casi treinta millones de euros de beneficios en 2022 y la perspectiva de equilibrio en 2023); y movilizando plenamente nuestra capacidad de producción”. Y explica el plan por el que se progresó en “la descentralización de nuestra actividad, proyectando dos nuevos centros de producción en- Andalucía y Valencia; hemos estabilizado la plantilla con el próximo lanzamiento de una oferta pública de empleo de casi 2.000 puestos; y hemos sido capaces de movilizar más de 120 millones de euros de los fondos de recuperación para desarrollar nuestra tecnología, formación audiovisual, y promover la alfabetización digital”.
A todo esto añade Pérez Tornero la “proyección internacional” al integrarse en el canal europeo ARTE y tender puentes hacia Iberoamérica y el comité ejecutivo de la Unión Europea de Radiotelevisión (UER). También ha sacado pecho con la iniciativa de “La gran consulta”, que recorrió España a costa de los contribuyentes y de la que todavía no se ha sacado rédito de ningún tipo.
A pesar de todo esto y con la fragmentación existente en el Consejo de Administración que le llevó al cargo, Pérez Tornero cree que “ya no se dan las circunstancias para seguir avanzando. Porque he constatado que, dentro del máximo órgano de administración de RTVE -y pese a los esfuerzos ímprobos realizados por algunos de sus componentes- ya no se dan las condiciones mínimas para el consenso transversal, ni para la conformación de una mayoría plural, estable y coherente; y, en muchas ocasiones, ni tan solo el clima propicio al diálogo que necesitamos para culminar el proyecto. Lo cual dificulta mucho la gobernabilidad de la empresa, e impide llevar a cabo la transformación con la que todos nos habíamos comprometido”.
Dimisión este martes
“Por esta razón, antes de tener que de dejar de lado mis convicciones y mi responsabilidad institucional con el compromiso adquirido, tengo la intención, en las próximas horas, de presentar mi renuncia a la presidencia de RTVE, y a formar parte de su consejo de administración”, explica en la nota, que avanza que será durante la reunión ordinaria del Consejo de este martes, adelantándose, ya que al ser nombrado por el Congreso no pueden despedirle sin más..
Pérez Tornero dice que aunque vino “a sumar y a construir”, puede decir que “me voy con la conciencia tranquila. Vuelvo a mi universidad con la satisfacción de haber hecho todo lo posible por contribuir a edificar una radiotelevisión pública, plural e independiente a la altura de las exigencias de nuestro tiempo y como nuestro país merece”.
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