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Reposición

“Amar es para siempre” revive en verano como si nunca se hubiera ido... ahora en Telemadrid

La cadena autonómica recupera la primera temporada de la histórica serie, un clásico que resistió modas, cambios y décadas enteras de televisión

Escena de un episodio de «Amar es para siempre», en Antena 3. larazon

Hay series que se despiden con una lágrima. Otras con un aplauso. Y luego está “Amar es para siempre”, que dijo adiós, dejó la puerta entornada, y ahora, un año y medio después, vuelve como si no hubiera pasado nada. El próximo 30 de junio, Telemadrid traerá de vuelta la primera temporada de este icónico serial para llenar su sobremesa con olor a cocido y frases que ya conocíamos de memoria antes de que se emitieran.

Que nadie espere una versión remasterizada ni una secuela encubierta. No hay reencuentros, ni regresos gloriosos de personajes ausentes. Aquí lo que hay es archivo puro y duro: los 165 episodios con los que empezó todo en Antena 3, cuando aún se podía hablar de seriales diarios sin que parecieran una rareza en el prime time de plataformas. La cadena autonómica madrileña recupera ese lote original con la clara intención de teñir de costumbrismo las siestas veraniegas, como quien saca del trastero la vajilla de porcelana para volver a usarla.

Y funciona. Porque “Amar es para siempre” fue, es y será una de esas ficciones que no necesitan novedades para atrapar al espectador. Lo hacía con silencios largos, con frases de madre, con cartas a escondidas y tramas cocinadas a fuego lento. Y lo mejor (o lo peor, según se mire) es que su fórmula no caduca. Puede sonar anacrónico, pero en un mundo que busca el giro, el trauma y el cliffhanger constante, el universo de Manolita y Marcelino sigue ofreciendo un tipo de emoción que no pide nada más que estar ahí.

Durante más de una década, esta producción de Diagonal TV fue un pilar de la sobremesa de Antena 3, heredando directamente el testigo de “Amar en tiempos revueltos” tras su salida de TVE. Doce temporadas en total que se emitieron desde 2013 hasta marzo de 2024, con cifras que ya quisieran muchas series actuales: más de un millón de fieles y una media superior al 11% de share en sus últimos años. La televisión generalista fue, durante mucho tiempo, su casa natural. Y ahora, en su reemisión, se aferra a esa idea de continuidad que siempre defendió.

Es cierto que sus tramas podían parecer eternas, que algunos personajes parecían inmunes al paso del tiempo, y que había momentos en que uno dudaba si estaba viendo un drama o una clase de historia reciente con decorado de cartón piedra. Pero también es cierto que en esa reiteración había una honestidad desarmante. “Amar es para siempre” no iba de sorprender, iba de acompañar. Por eso vuelve como quien nunca se fue.

Telemadrid lo sabe. Y en tiempos donde las reposiciones suelen ser vistas como relleno o excusa, esta decisión se percibe más como un gesto de complicidad con su audiencia que como simple reciclaje. No es solo un contenido barato: es una forma de recordar que la televisión también tiene memoria, y que a veces basta con recuperar lo que ya nos d