laSexta

''Daría cualquier cosa por volver allí unos segundos''. Así han sido las confesiones de los supervivientes de Los Andes en 'Lo de Évole'

El segundo programa de la segunda temporada recibió a varios de los protagonistas del trágico accidente de vuelo de 1972

Los Strauch, protagonistas de 'Lo de Évole'
Los Strauch, protagonistas de 'Lo de Évole'Atresmedia

 laSexta estrenó este pasado domingo su segunda entrega de ‘Lo de Évole’. Aprovechando el éxito de ‘La sociedad de la nieve’ de Juan Antonio Bayona, el comunicador catalán contó con el testimonio de tres supervivientes del trágico accidente aéreo ocurrido en Los Andes, en 1972, donde 29 personas más perdieron la vida.

'Fito', Daniel y Eduardo Strauch, los primos supervivientes, dejaron confesiones que sorprendieron hasta el propio Jordi Évole como ‘’la nostalgia que sienten por todo lo vivido’’. Los tres protagonistas afirmaron que nunca antes nadie ‘’les había hecho profundizar en el tema’’ como lo hizo el propio presentador.

Sin duda alguna las confesiones que dieron no solo impactaron al propio conductor sino a aquellos fieles seguidores del formato quienes aprovecharon las redes sociales para reflejar su asombro. Confesiones del tipo de cómo fue la convivencia al principio.

Para los creadores de la verdadera ‘Sociedad de la nieve’ aquello ‘’era como vivir en un cementerio donde los chistes no abundaban aunque había momentos para el humor negro apostando quien de todos moriría primero’’. ‘’Podíamos estar sin comer, sin sexo pero era una necesidad encontrar un motivo para reírse”, alegaban para hablar del famoso tema: el canibalismo.

Al quinto día del accidente comenzaron a pensar ‘’qué es lo que tenían que hacer’’ y fue en ese momento cuando tuvieron el valor de comer carne humana de algunos de los pasajeros fallecidos. Los encargados de seleccionar a los cadáveres eran los primos Strauch. Los tres afirmaron que seleccionaban a la gente que menos conocían ya que era mucho más fácil. Tras su rescate, hubo un padre que preguntó si su hijo había sido comido y en el caso de que no, si podía ir a buscarlo a la montaña. Finalmente lo encontraron en el mismo estado en el que falleció.

Durante los 72 días que estuvieron allí, los supervivientes afirmaron que lo peor no era el hambre ni el frío sino la sed. ‘’Te inflaba la panza pero sí sentías sed. El hambre no duele, la sed sí’’, confesaron dejando a Évole sorprendido. Otra de las confesiones que impactaron fue el narrar cómo vivieron la avalancha ocurrida diecisiete días después del accidente y que acabó con la vida de 8 pasajeros más: ‘’empezamos a escarbar y entraba el oxígeno. Subimos a la superficie y así volvimos al horror de vivir’’.

Sin embargo la confesión que más impactó fue como otro superviviente llamó, a sus amigos y compañeros, diciendo que daría cualquier cosa por volver allí unos segundos. Finalmente, los protagonistas afirmaron que además de que la psicóloga les había dicho que estaban bien y que no necesitaban terapia ya que la habían hecho en esos 72 días de larga espera, fue que cuando les recataron todos tenían el sentimiento de nostalgia de dejar todo ahí ya que crearon una sociedad de la nada. “Lo que queda es la hermandad entre nosotros. Cómo nos aconsejamos aún. Existe el vínculo de estar pendientes unos de otros”, concluye uno de los primos.