
Nueva incorporación
Javier Ruiz se instala en “Mañaneros” para subir el fuego informativo
La incorporación del periodista marca un viraje hacia la política en el magacín matinal de RTVE, que busca recuperar terreno tras el bajón de audiencia de marzo

El reloj informativo de RTVE vuelve a ajustarse. Esta vez, la intervención llega en la franja matinal, donde “Mañaneros” incorpora a Javier Ruiz como nuevo copresentador junto a Adela González. El objetivo es claro: dejar atrás el tono amable de magacín convencional y entrar en el cuerpo a cuerpo político. O lo que es lo mismo, competir más de frente contra “Al rojo vivo” de Antonio García Ferreras, el rival que lleva años marcando la pauta en la misma franja.
Con este movimiento, RTVE afianza un rumbo que ya había empezado a insinuar con otras apuestas recientes: “Malas lenguas” con Jesús Cintora para las tardes de La 2, y el inminente aterrizaje del equipo de “Sálvame” en las sobremesas de La 1. La pública está reordenando sus cartas con una mezcla de riesgo, nostalgia y cálculo político. Y la mañana, tradicionalmente más ligera, será ahora terreno de análisis, confrontación de ideas y pulsos informativos.
Javier Ruiz, que ya había pasado por la cadena con “Las claves del siglo XXI” sin demasiada repercusión, vuelve ahora con un encargo más alineado con su perfil: aportar tensión editorial, contexto económico y lectura crítica a la actualidad. En otras palabras, ser la cara reconocible del cambio de tono. No es nuevo en este tipo de tramas: ya condujo “Cuatro al día” entre 2019 y 2021, y ha sido colaborador recurrente de espacios de análisis en La 1.
La apuesta no es casual. Tras unos meses iniciales con Adela González que mejoraron tímidamente los datos heredados de Jaime Cantizano,“Mañaneros” empezó a perder tracción con el arranque de 2025. Marzo cerró con un 8,6 % de share y una media de 282.000 espectadores. Suficiente para mantenerse, pero lejos del músculo necesario en una mañana cada vez más polarizada. El viraje hacia lo político responde a esa urgencia: RTVE quiere relevancia, no solo permanencia.
El nuevo binomio busca conjugar lo que, en teoría, necesitan las mañanas públicas: una voz empática que conecte con el espectador más generalista (ella), y una mirada afilada que analice el contexto (él). Si logran la química, el formato podría encontrar su tono justo entre la actualidad dura y el comentario reposado. Si no, corren el riesgo de diluirse entre referentes que ya tienen su espacio y su audiencia consolidada.
El desafío no es menor: mantener el interés en una franja dominada por los extremos, en un ecosistema saturado de titulares, tertulianos y conflictos. “Mañaneros”quiere ser más que una transición entre “La hora de La 1” y el “Telediario”, y este cambio es una apuesta seria. Queda por ver si el público busca confrontación política a primera hora o sigue prefiriendo un café con tostadas y sucesos. RTVE, al menos, ha decidido no esperar la respuesta sentada.
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