Piratería
¿Ver fútbol gratis? La trampa que amenaza con hundir el negocio deportivo en España
Mientras el consumo ilegal de partidos se dispara, las plataformas luchan por mantener un modelo sostenible que ya muestra signos de fatiga
El 43 % de quienes ven fútbol en España lo hacen de forma pirata. La cifra, revelada por el CEO de Movistar Plus+, Daniel Domenjó, durante un coloquio en Barcelona, no solo estremece: refleja una normalización preocupante. Según el directivo, esta práctica ya no es una excepción, sino un hábito social asumido, tolerado y apenas perseguido. "Nos enfrentamos a un problema estructural que pone en riesgo el futuro del deporte en televisión", advirtió sin rodeos.
El modelo de negocio que sostiene las retransmisiones deportivas se tambalea. Domenjó avisa de que, si no se ataja el fenómeno, "viviremos unos años muy complicados". Y no es una exageración: los derechos televisivos han alcanzado cifras astronómicas, y cada partido que se ve sin pasar por caja es una puñalada al sistema. "Hay que ofrecer algo que la piratería no pueda replicar", insistió, apelando a la innovación tecnológica como única arma eficaz.
Mientras tanto, LaLiga ya ha ganado más de 1.600 sentencias contra bares y locales que emitían partidos de forma ilegal. Solo en el último año, 611 condenas nuevas. Una cifra que ilustra hasta qué punto la piratería se ha infiltrado en el canal HORECA. Y no es solo una cuestión legal: la industria del fútbol pierde entre 600 y 700 millones de euros anuales por culpa de estas prácticas, según cálculos de la propia LaLiga.
Ante esta realidad, la respuesta institucional sigue sin estar a la altura. Movistar reclama una legislación más firme, que proteja los grandes eventos deportivos como bienes culturales y económicos. Mientras tanto, LaLiga ha lanzado un canal de denuncias anónimas para que los propios hosteleros puedan reportar a la competencia desleal. Porque aquí no solo pierde el fútbol: también se erosionan las reglas del juego entre empresarios del ocio y la restauración.
El problema no es solo económico, también de seguridad. Ver partidos piratas expone al usuario a redes mafiosas, ciberestafas y riesgos digitales. El gancho de “fútbol gratis” viene con una letra pequeña muy costosa. Por eso, desde LaLiga recuerdan que consumir la señal oficial no solo respeta los derechos audiovisuales, también garantiza una experiencia estable, legal y sin sobresaltos.
Y aún así, la piratería no deja de crecer, alimentada por precios prohibitivos, accesos confusos y una sensación de impunidad. El fútbol en España vive una paradoja: nunca ha generado tanto contenido, y nunca ha sido tan frágil su modelo de negocio. Para sobrevivir, no bastará con condenas ni discursos. Hará falta reinventarse… o resignarse a perder el partido más importante: el del futuro.