Toros

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Adolfo Suárez Flores, un torero con más que nombre y apellido

El joven de 20 años corta dos orejas y rabo en su debut en público ante 1.200 personas, una presión desorbitada para una primera tarde en la que estuvo a la altura del toro de su abuelo

Adolfo Súarez Flores/ Cipriano Pastrano
Adolfo Súarez Flores/ Cipriano Pastranolarazon

El joven de 20 años corta dos orejas y rabo en su debut en público ante 1.200 personas, una presión desorbitada para una primera tarde en la que estuvo a la altura del toro de su abuelo

Un año más, los toros de Samuel Flores pisaban el coso de Povedilla, localidad albaceteña más cercana a El Palomar, finca en la que descansan estos astados. La familia Flores lleva interviniendo desde hace cuatro décadas en la organización de este festejo al que el pueblo manchego acudió ayer en masa llenando la plaza por completo. Pero el compromiso del apellido Flores no solo estaba presente en los toros, sino también en uno de sus actuantes. Adolfo Suárez Flores, hijo de Adolfo Suárez Illana e Isabel Flores, hacía ayer su debut en público. Una muestra de afición y compromiso más que de vocación profesional, ya que el nieto del primer Presidente de la democracia española no piensa en dejar sus estudios de derecho. Enrique Ponce, Javier Conde, Luis David Adame y Toñete, gran amigo de Adolfo que le brindó su toro, le acompañaban en su primera tarde de corto. También lo hicieron desde uno de los burladeros su padre y Juan José Padilla, imagen del cartel de este año y que recibió una cariñosa ovación.

A las siete en punto llegaba el momento esperado. Todas las miradas estaban puestas en el debut del joven Adolfo, tanto las de los asistentes de los tendidos como las de los ocupantes de los burladeros. Todos estuvieron dispuestos a darle un último consejo. Máxima expectación para un debut en público. Una responsabilidad inusual para una primera tarde. Pero Adolfo no se dejó arrastrar por esa presión añadida. Y con un capote de Toñete daba sus primeras verónicas. Emotivo brindis a su padre, que no pudo contener las lagrimas. Le tomó distancia a un toro que tuvo fondo y recorrido. Sin alardes y muy concentrado mostró gran capacidad con la izquierda. Al fin salimos de dudas, vertical, sencillo, templado y profundo es el toreo del sucesor de la saga Suárez. Su abuelo (Samuel Flores), sin poder sentarse durante toda la faena, le recomendaba calma, una condición de la que se pudo apoderar en sus últimas tandas. Cerró la tarde con una estocada de efecto fulminante que fue muy celebrada por sus compañeros de cartel. Toñete le sacó a hombros tras cortar dos orejas y rabo.

Saludó Ponce por verónicas al encastado primero. En la muleta humilló el de Samuel. Gran sentido del temple mostró el valenciano por ambos pitones con muletazos al ralentí. Estocada y dos orejas y rabo. Por chicuelinas quitó Javier Conde en el segundo, antes de brindarlo a Enrique Ponce. El toro tuvo movilidad de salida, pero se lesionó una de las patas traseras en la muleta y acabó cojeando. Estocada baja. Oreja. Entregado estuvo Toñete con el tercero, a pesar de que éste se cayó en varias ocasiones al inicio de la faena. El diestro supo mimar y dosificar al animal para firmar varias tandas con ligazón y largura. Dos orejas. Vestido de charro, quitó Luis David por zapopinas a un cuarto que frenaba sus embestidas a la mitad del trayecto. Muy bien estuvo el hidrocálido al natural con un oponente que fue a más. Con un repertorio de pases cambiados dibujó los mejores momentos de la tarde. Dos orejas, tras dos pinchazos y una estocada a dos tiempos, para el mexicano y vuelta al ruedo para el de Castillo de Montizón.

Ficha:

Povedilla (Albacete). Se lidiaron reses de Samuel Flores y del Castillo de Montizón. El 1°, con fijeza; el 2°, parado; el 3°, perdía las manos; el 4°, con fondo y raza; el 5°, noble; y el 6°, premiado con dos vueltas al ruedo.

Enrique Ponce, entera (dos orejas y rabo).

Javier Conde, estocada baja (oreja).

Toñete, estocada (dos orejas).

Luis David, dos pinchazos, estocada a dos tiempos (dos orejas).

Adolfo Suárez Flores, estocada de efecto fulminante (dos orejas y rabo).

Una afición de tres generaciones

El mayor de los hijos de Adolfo Suárez Illana e Isabel Flores, hija del ganadero Samuel Flores, ha heredado la pasión por la fiesta de sus progenitores, una afición que se remonta desde dos generaciones anteriores. Adolfo Suárez González, el primer Presidente del Gobierno de la democracia española, llegó a debutar en público en la antigua plaza de Ávila en el verano de 1959. Adolfo Suárez Illana, padre del debutante de ayer, se prodigó más con los aceros, actuando en público cerca de una veintena de tardes a lo largo de siete años y despidiéndose de los ruedos con una salida a hombros en Espartinas (Sevilla) en 2007, junto a Juan José Padilla, muy ligado a esta familia.