Vaticano
El Vaticano cierra sus puertas tras un primer caso de coronavirus
Los Museos del Vaticano y las villas, todas las superficies abiertas al turismo de competencia de la Santa Sede, cerrarán al turismo sin excepciones hasta el próximo 3 de abril para evitar el contagio por el coronavirus.
Medidas preliminares
El coronavirus ha entrado de lleno en el Vaticano. Tras conocerse el pasado 6 de marzo un primer caso en el ambulatorio de la Santa Sede, se dio orden de cerrar el establecimiento para desinfectarlo y comenzaron las medidas. El agua bendita se retiró de todas las Iglesias, también se prohibió dar la paz en misa y recibir la hostia consagrada de mano de los sacerdotes, como ya se ha hecho en el resto de Italia.
En el Vaticano ya comenzaron los primeros síntomas de preocupación el 3 de marzo, al conocerse que el Papa Francisco tenía un resfriado y haciendo saltar todas las alarmas. Rápidamente se le sometió a una prueba de coronavirus, a la que dio resultado negativo, y fuentes de la Santa Sede confirman que su salud ha mejorado considerablemente. Por eso es imprescindible mantener a los dos Papas libres de un posible contagio, especialmente a Benedicto XVI que reside en el convento Mater Eclessiae. A sus 93 años y con un estado de salud extremadamente delicado, se trata de un paciente de riesgo ante cualquier infección.
Cierre de los Museos Vaticanos y las villas
La Santa Sede ha informado de los cierres este domingo por medio de un comunicado, además de haber impuesto medidas sanitarias para los residentes del Vaticano. Las oficinas serán desinfectadas periódicamente y se limitará el uso de ascensores y espacios públicos. La decisión viene después de que se hayan descubierto dos nuevos casos de COVID -19 en el Vaticano. El primero se trata de un participante de un congreso que se celebró en el interior del estado papal, y el segundo es un paciente del ambulatorio vaticano. A este ambulatorio acuden prelados, cardenales y obispos, además del resto de personal y familias del Vaticano, a excepción del Papa que siempre es atendido en sus habitaciones.
Así comienzan los cambios en el Vaticano tras el inicio de la crisis que nació en Wuhan. Esta mañana, el Papa se ha visto obligado a rezar el Ángelus de mediodía sin asomarse a la ventana del Palacio Apostólico, y el rezo ha sido retransmitido vía streaming. Es la primera vez que esto ocurre desde el inicio de su pontificado. Entre los cambios se añade que las misas matutinas en la Casa de Santa Marta seguirán siendo oficiadas por Francisco I, aunque sin fieles presentes como medida para evitar el contagio del pontífice.
Estas medidas, entre las que se incluyen la cancelación del resto de actividades vaticanas, así como la pospuesta de todos los eventos, excluyendo las misas, en la agenda de la Diócesis de Roma, desatan un clima de alerta tras ampliarse la zona roja por coronavirus a la región de Lombardía. La embajada española en la Santa Sede también ha anunciado la cancelación de los eventos programados para el 17 y el 19 de marzo, día que se presentaba la semana santa de Valladolid.
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