Viajes

Los secretos de España tienen su guarida en Tordesillas

Aquí fue encerrada Juana la Loca, se tramaron golpes de estado contra la corona, pasearon levantamientos populares, se firmaron tratados internacionales para repartirse América: un secreto tras otro colocan los ladrillos que conforman Tordesillas

Decorado de Juana de Castilla en Tordesillas.
Decorado de Juana de Castilla en Tordesillas.Alfonso Masoliver

Hay preguntas que ni siquiera llegamos a plantearnos. Tampoco nos paramos a reflexionar cualquier respuesta que un tercero nos haya dado, sino al contrario, la tomamos fácilmente por buena, y luego pasamos de boca en boca esa respuesta como haría un adolescente con los besos hasta que son cientos de personas las que se han contaminado la lengua con esta bendita respuesta. Aunque no sea cierta. Nos ocurre algo parecido al ludópata que lleva desde la hora del desayuno escuchando el cling cling de la tragaperras en el casino y, al entrar un viejo conocido que le saluda con ironía buenos días aunque sea de noche, le contesta sin mirar la hora que buenos días. Olvide el lector ese discurso tan trillado del ganado porque vivimos en un mundo alfabetizado donde ya no existe la ignorancia por defecto, sino por afecto a ella. Si no sabemos la verdad será porque no nos da la gana.

Y las preguntas con respuestas nebulosas se extienden a lo largo de los siglos pasados, más densa será la niebla a medida que retrocedamos, y cuando alcanzamos el periodo de tiempo que comprende los siglos XV y XVI de nuestro país, casi no podemos distinguir una mano de la otra. Sería necesario viajar hasta Tordesillas para esclarecer un puñado grande de misterios.

El golpe de Tordesillas

Maqueta del Palacio Real de Tordesillas.
Maqueta del Palacio Real de Tordesillas.Alfonso Masoliver

Nuestro primer secreto, también conocido como el atraco de Tordesillas o el asalto a Tordesillas. El año sería 1420, el rey de Castilla sería Juan II y el rey de Aragón, Alfonso V el Magnánimo. Ambos monarcas primos por parte de padre. Y Alfonso V tenía un hermano que se tiraba los pelos de envidia porque su primo era rey, su hermano era rey y su otro hermano Juan de Aragón estaba a décimas de proclamarse rey de Navarra. El hermano envidioso se llamaba Enrique, el infante Enrique, don Enrique, Maestre de la Orden de Santiago y astuto como un zorro, y fue él quien entró de madrugada con un puñado de fieles en el Palacio Real de Tordesillas, mientras su primo Juan II dormía. Allí efectuó el golpe, tomó presos a los nobles que acompañaban al rey y se encerró con el desconcertado monarca (que por entonces tenía catorce añitos) para exponerle sus intenciones: Juan II debía revocar los títulos de ciertos nobles contrarios al infante, entregar mayores poderes al aragonés y, para colmo, desautorizar el matrimonio de su hermana Catalina con Juan de Aragón. Para así casarla con el traidor en su lugar. La historia escapó días después de Tordesillas, el golpe resultó finalmente en una galopada constante del infante aragonés ahora a Madrigal de las Altas Torres y luego Ávila y ahora Talavera de la Reina y luego a San Martín de Montalbán y ahora a Ocaña para rendirse.

Este Palacio Real de Intrigas, que también sirvió para encerrar durante cuarenta y siete años a Juana la Loca, fue demolido a mediados del siglo XVIII, pero todavía puede verse una detallada maqueta del mismo en una exposición permanente de maquetas en las Casas del Tratado. Además del Castillo de Fuensaldaña, la Casa de Botines y otros monumentos emblemáticos de Castilla y León.

El Tratado de Tordesillas

Pregunta el maestro que por qué Brasil fue portugués y el resto de Sudamérica española. La respuesta correcta sería: en parte por cabezonería portuguesa, en parte por el Tratado de Tordesillas. Este fue un acuerdo al que llegaron los Reyes Católicos con Juan II de Portugal (que no tiene nada que ver con los juanes anteriores) con el fin de repartirse los territorios recién descubiertos para Europa por Cristóbal Colón. Mientras que un tratado anterior había estipulado que de las Canarias para abajo, todo el Atlántico sería portugués, al llegar noticias de un Nuevo Mundo las reglas del juego cambiaron, el juego enteró cambió violentamente, y fue preciso firmar este nuevo tratado. Se trazó una línea perpendicular, de polo a polo que pasaba a 370 leguas de las islas de Cabo Verde, y se dijo que la parte de la derecha sería para Portugal y la izquierda para Castilla guion España.

Mapa del Tratado de Tordesillas.
Mapa del Tratado de Tordesillas.Dominio Público

Pero ya lo sabemos. Bullen los secretos en Tordesillas, y las tramas y los escarceos del poder, casi nos dan la impresión de que buscan escapar. Tras firmar el famoso acuerdo en las Casas del Tratado, que todavía hoy pueden visitarse y cuentan con un museo explicativo, los portugueses consiguieron una bula papal y desplazaron la línea todavía más al oeste, consiguiendo así apoderarse de un cachito del Brasil actual. Las guerras, nuevos pactos y la dejadez de España en ciertos asuntos, terminó por regalar al país luso una porción de tierra mucho mayor de la que correspondía.

Juana la Loca

Para quien ignore su historia, aquí viene un resumen: hija de los Reyes Católicos, Juana casó con Felipe de Habsburgo, un joven y apuesto duque belga que todo lo que tenía de guapo le faltaba de bondadoso. Menoscabó el ánimo de su esposa con una crueldad espantosa a base de malos tratos e infidelidades y terminó por provocar en ella numerosos episodios de histeria y ansiedad, iniciándose así los rumores sobre su posible locura. Juana era de chiquilla una muchacha agradable, inteligente, y pocos años después de casarse con este miserable se convirtió en una mujer huraña, solitaria, histérica. Obsesionada con el amor de su marido, pese a todo. Y todo llegó a su trágico final cuando Felipe el Hermoso se murió antes de llegar a los treinta años por beberse un vaso de agua demasiado frío (aunque si tuviera que apostar, mi dinero iría a que le envenenó Fernando el Católico). Juana no quiso creer su muerte, al menos al principio, y más tarde dedicó meses a deambular con su féretro por todo Castilla, hasta enterrarlo. Su padre Fernando la encerró en Tordesillas (Isabel ya había muerto) y su hijo Carlos V la mantuvo igual.

Iglesia Museo de San Antolín.
Iglesia Museo de San Antolín.Alfonso Masoliver

Se piensa que la hija de los Católicos pudo padecer algún tipo de melancolía, trastorno depresivo o esquizofrenia heredada de su abuela. Incluso se ha llegado a hablar de un carácter sencillamente obsesivo con su marido. Pero cada vez resalta con más insistencia el hecho de que se dio un secreto en Tordesillas, un secreto horrible, y es que la demencia de Juana fue multiplicada debido a su solitario encierro y exagerada hasta los límites de la leyenda para justificar que gobernase Carlos V en su lugar. El Palacio Real de Tordesillas fue el lugar de su encierro y ya lo demolieron pero todavía quedan piedras cuya opinión podemos preguntar. A las que conforman el Real Monasterio de Santa Clara, donde fue enterrada Juana hasta que Felipe II ordenó trasladar su cuerpo a Granada. En los lienzos de la antigua muralla que hacían de prisión, en los Jardines del Palacio que son lo único que queda de él. En la Iglesia Museo de San Antolín, cuya bonita torre subía Juana cada cuando en cuando para recordar los colores que tienen la libertad y el horizonte. Incluso podríamos perder la vergüenza y preguntarle a su estatua, al monumento a la Reina Juana, que la muestra serena portando su Corona en la mano y el Mundo a sus pies.

Secretos alternativos

La manta de misterios que cubre Tordesillas no acaba en sus límites municipales. Son tantos y tan importantes para nuestra Historia, que sobresalen sin remedio desde los bordes y se desparraman descontrolados por toda la región. A nada más que quince minutos en coche, se encuentra el Archivo General de Simancas, fundado por Carlos V en 1540 y considerado el archivo oficial de la Corona de Castilla más antiguo. Podría decirse que este es el hogar de los secretos. Aquí se esconden los documentos que podríamos desear relacionados con el reinado de los Austrias, todos ellos y bien ordenados, domados finalmente por las manos de los hombres que impiden que vuelvan a escapar.

Más secretos se huelen en la provincia de Valladolid. Por ejemplo, el recuerdo del romántico levantamiento comunero de 1520, el cual también pasó por Tordesillas cuando sus líderes pidieron su apoyo a Juana de Castilla. En Medina del Campo pueden encontrarse matorrales de sus movimientos, en Medina del Campo que fue donde Isabel la Católica dictó su testamento y liberó por su boca todos los secretos que durante años habían poseído sus pensamientos. Los secretos son tantos, escondidos en esta retahíla de pueblos. Encajados en las piedras de sus castillos, escondiéndose como conejos. Nada más que necesitaríamos unas migajas de pan para atraerlos.