Viajes
Algeciras, playa y naturaleza en un solo destino
Más allá de la orilla en la que confluyen las aguas del Atlántico y del Mediterráneo destaca la biodiversidad que nos regala el Parque Natural del Estrecho y el Parque Nacional de los Alcornocales
Al sur de Europa, escondido y desconocido para la gente en general, más allá de las finas arenas de las playas de Algeciras se encuentra un paraíso verde. Con la excusa de mojarse los pies en la orilla en aguas atlánticas, uno ha de aventurarse en el sendero de la Colada de la Costa. Se trata de un sendero estrecho que aprovecha una vía pecuaria costera y atraviesa los acantilados del frente litoral de Tarifa hacia Algeciras. El recorrido sobre pastizales costeros y zonas de matorral bajo centra su interés en las impresionantes vistas del continente africano, los acantilados y las plataformas de abrasión en las zonas intermareales. A lo largo del recorrido se pueden encontrar búnkers, antiguos cuarteles de la guardia civil y otras construcciones de vigilancia y defensa, que aumentan la intriga del itinerario. A la altura de la antigua Torre vigía de Guadalmesí,
existe un observatorio donde se puede contemplar el vuelo de las aves que cruzan el Estrecho hacia África.
Basta esta propuesta como primer plato fuerte de la larga oferta de naturaleza con la que sorprende al viajero la localidad de Algeciras. Porque de opciones «verdes» de senderismo puede presumir Algeciras, y mucho, ya que posee unas cuantas, a cuál más sorprendente.
Si se buscan verdaderos paisajes que grabar en la retina, merece la pena caminar por el sendero del Parque del Centenario, construido en 2007. Esta ruta discurre por un sendero de zahorra con varios puentes y una
torre de hierro a la que se puede subir y disfrutar de unas espectaculares vistas de la Bahía, el Estrecho de Gibraltar, la costa africana y las sierras algecireñas.
También se pueden observar las ruinas del antiguo fuerte de San García, destruido en 1811 por las tropas británicas en la guerra de la Independencia y la antigua torre almenara del siglo XVI. La Punta de San García y
sus acantilados son el último espacio natural que conserva sus valores paisajísticos y naturales intactos dentro de la urbe.
Otra ruta con un encanto especial es la Senda de los prisioneros. Entre las sierras del Algarrobo y el Bujeo discurre por los caminos abiertos donde trabajaron forzados los presos políticos tras la Guerra Civil. La ruta comienza en el mismo lugar que el sendero de Río de la Miel, aunque en la primera bifurcación se toma el camino de la izquierda en dirección a Los Tres Pinos. Desde aquí se sube por la senda hasta el Puerto de Comares. Allí dos torres dominan el horizonte sobre jérguenes, aulagas, brezos y chaparros. La pista toma altura por las lomas del Algarrobo para adentrarse otra vez en el valle del río de la Miel donde se divisa una magnífica vista del «canuto», encajado entre la Sierra del Algarrobo y el cerro de Las Esclarecidas. Después, el camino alcanza el Puerto de la Higuera, máxima altura del sendero, para descender hacia la barriada de El Bujeo.
Si estas ideas no bastan para percatarse del tesoro natural que esconde esta pequeña localidad gaditana, merece la pena destacar también que es uno de los municipios enclavados en el Parque Natural de Los Alcornocales, la mayor reserva europea de esta especie arbórea. Este espacio privilegiado se convierte en una referencia para los naturalistas, y hace que a pocos kilómetros del casco urbano, los visitantes puedan adentrarse en el bosque mediterráneo.
Con prismáticos
La exuberante biodiversidad de esta pequeña región del planeta promete el deleite del zoólogo aficionado a las aves. Sólo aquí, confluyen dos parques naturales (Parque Nacional del Estrecho y el de Los Alcornocales) y queda protegida la zona con la única reserva de la biosfera intercontinental que existe: la Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo Andalucía-España-Marruecos.
Conscientes de ello, Birding Algeciras promociona este destino y sus atractivos ornitológicos, así como para poner en contacto a los «birdwatchers» de todo el mundo con los operadores de turismo locales, dado el
potencial existente para el avistamiento de aves planeadoras que eligen este trayecto para su migración pre y post nupcial.
En el Parque Nacional del Estrecho, las protagonistas son, sin duda, las aves residentes, las de mayor presencia son la cigüeña blanca, el halcón abejero, el milano negro y el buitre leonado.
También es posible avistar águilas imperiales, elanios azules, alimoches, águilas perdiceras e incluso halcones peregrinos. Esta riqueza ornitológica se multiplica con el paso de las aves migratorias, un espectáculo del que se puede disfrutar en la red de observatorios del Parque en distintas épocas del año. Pero la apuesta por el ecoturismo va más allá. Por ello, cabe subrayar la posibilidad de realizar actividades náuticas tan curiosas como el avistamiento de cetáceos, rutas con kayak desde el faro de Punta Carnero o propuestas atractivas en bicicleta.
Historia de su patrona
Para los más devotos, merece una escapada para el 15 de agosto, cuando la localidad celebra la festividad de su patrona, la Virgen de La Palma, que es también Alcaldesa Perpetua de la ciudad.
Durante la jornada la localidad se convierte en centro de atención nacional gracias a una tradición única en España: la romería marítima protagonizada por una imagen de la Virgen que es rescatada durante la jornada por submarinistas de una cueva ubicada en el fondo de las aguas de la Bahía en la que permanece el resto del año.
Esta tradición nace a finales del siglo XVII, cuando un barco procedente de Italia atracó en el puerto de la ciudad para refugiarse de un fuerte temporal. Cada vez que el barco intentaba salir, un nuevo temporal se lo
impedía. Llegaron a trasladar el cargamento a otra embarcación, pero según cuenta la historiadora Ana Gómez, continuó ocurriendo lo mismo hasta que decidieron sacar la imagen que llevaban en un cajón. Las aguas
se calmaron y el pueblo interpretó que la Virgen insistía en quedarse. Para más coincidencias, la Virgen llevaba una palma en la mano y este hecho se relacionó con la conquista de Algeciras, tomada en 1344 por Alfonso XI quien consagró la antigua mezquita de la ciudad como iglesia católica con el nombre de Virgen de la Palma por ser aquel día Domingo de Ramos.
Última hora
Quienes se acerque este fin de semana a Algeciras, que sepan que aún puede disfrutar de lo que resta de la Feria. Hoy viernes de la última corrida en la Plaza de Toros «Monumental Las Palomas», con un mano a mano entre José Tomás y Miguel Angel Perera con reses de «Núñez del Cuvillo y Jandilla».
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