Viajes

Descubrir Navarra tras el huracán de San Fermín

Tras la celebración de la fiesta más internacional, recorrer Pamplona y sus alrededores resulta una delicia para el viajero

Olite, Navarra
Vista del imponente Palacio Real de Olite, a media hora de PamplonaDreamstime

«Al mediodía del domingo 6 de julio, la fiesta explotó. No hay otra manera de describirlo». Con esta frase concisa, limpia y precisa describió Ernest Hemingway, hace casi 100 años, el comienzo de las fiestas de Sanfermines. Y es que, rodeada por majestuosas montañas, repleta de rica historia, tradiciones arraigadas y un espirítu festivo único, Pamplona cautivó a este famoso escritor norteamericano. Si aún no conoce esta bonita ciudad y sus grandes atractivos turísticos, le invitamos a descubrir todo aquello que hace de ella un destino obligado para cualquier viajero, seguro que le enamorará.

Hace tan solo unos días, Pamplona, como cada año, ha sido visitada por más de un millón de personas durante la celebración de su fiesta más emblemática, los mundialmente famosos Sanfermines. Una fiesta que inmortalizó Hemingway en su célebre novela «Fiesta», y que hoy día ostenta el título de «Fiesta de Interés Turístico Internacional». Pero si usted es de los que prefiere conocerla sin las multitudes que conlleva esta algarabía con renombre internacional, este es el momento perfecto. Después del éxtasis de las celebraciones, Pamplona brinda una oportunidad magnífica para sumergirse en sus atractivos y monumentos, cautivando por sí misma más allá de la fama de San Fermín.

Comenzamos nuestro recorrido en la Plaza Consistorial, donde se encuentra el imponente Ayuntamiento, considerado por muchos el edificio más bonito de la urbe. De estilo barroco y neoclásico, fue, un año más, el centro de atención de todas las miradas el 6 de junio en el famoso chupinazo. A pocos metros de distancia, no puede dejar de visitar el Museo de Navarra, ubicado en el antiguo hospital de Nuestra Señora de la Misericordia. Alberga una impresionante colección arqueológica y artística relacionada con la larga historia de Navarra. Enfrente de él, se encuentra el Palacio Real, también conocido como Palacio de San Pedro o de Capitanía. Su origen se remonta al siglo XII y en la actualidad alberga el Archivo Real y General de Navarra.

En un viaje a Pamplona, es imprescindible visitar los lugares emblemáticos de los Sanfermines, entre ellos, la Cuesta de Santo Domingo, donde verá los corralitos y la hornacina con la imagen de San Fermín, a la que los corredores cantan una plegaria antes de que dé comienzo el encierro. Pero si hay una calle emblemática que recuerda a la fiesta más importante, esa es la de Estafeta, repleta de numerosos bares donde podrá probar deliciosos pinchos, una de las cosas que no pueden faltar cuando se va a una capital gastronómica como es Pamplona.

Tras seguir los pasos de los encierros de San Fermín, le recomendamos acudir a la Plaza del Castillo, el centro neurálgico de la ciudad. Rodeada de coloridos edificios del siglo XVIII, ha sido testigo de celebraciones, corridas de toros y otros eventos a lo largo de la historia. En esta emblemática plaza haga una parada en el Café Iruña, es uno de esos establecimientos con solera que marcan la identidad pamplonica. De hecho, fue muy frecuentado por el célebre escritor Hemingway, igual que el Gran Hotel La Perla, donde se hospedaba. En este podrá ver la habitación en la que se alojaba, conservada en su estado original.

Pamplona, Navarra
Pamplona, NavarraDreamstime

Dentro de las visitas esenciales están, por supuesto, la Catedral de Santa María la Real, que combina una bella fachada neoclásica de Ventura Rodríguez y un interior de un espectacular gótico francés, y las Murallas de Pamplona, declaradas Monumento Nacional, estas y la Ciudadela constituyen uno de los complejos militares renacentistas más interesantes y mejor conservados de Europa.

Excursiones desde Pamplona

Queremos proponerle que descubra las joyas que esconden los alrededores de Pamplona, complemento perfecto para hacer de su viaje una experiencia inolvidable. Le recomendamos una excursión al Palacio Real de Olite, a poco más de media hora desde la capital navarra. Le esperan majestuosas torres, opulentas estancias y jardines exuberantes, escenarios, todos ellos, de lo más instagrameables. Déjese envolver por el encantador pueblo de Olite y esta impresionante fortaleza, se sumergirá en la magia de los tiempos pasados. Si aún le apetece seguir explorando un poco más de Navarra, le invitamos a descubrir el Monasterio de Leyre, un antiguo monasterio benedictino enclavado en un bello paraje que a cualquier viajero le enamoraría.

Navarra y los alrededores de Pamplona también deparan sorpresas para aquellos amantes de la naturaleza. A menos de una hora de la capital, se encuentra el Parque Natural de Urbasa y Andía, un verdadero paraíso para los aventureros y para aquellos que disfrutan de los bellos paisajes que regala la naturaleza. Es perfecto para hacer senderismo o rutas en bicicleta, por lo que, si es de aquellos viajeros en busca de destinos para practicar turismo activo, el Parque Natural de Urbasa y Andía debería estar en su lista. También le recomendamos explorar la Foz de Lumbier, un desfiladero natural donde podrá admirar impresionantes acantilados, y es ideal para la observación de aves rapaces. La sensación de paz en ambos lugares es extraordinaria.

Sin duda, Pamplona no solo es Sanfermines, sino un destino que cautiva y enamora a partes iguales. Su legado histórico, la hospitalidad de los navarros y su gastronomía, sin olvidar los espectaculares paisajes de sus alrededores, hacen de ella una escapada ideal para esta temporada. Le aseguramos que si la visita no querrá irse de la ciudad que le robó el corazón a Ernest Hemingway.