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Lujo relajado entre campos y playas del Alentejo

Casas da Horta y ALTO son alojamientos que redefinen el “barefoot luxury”, combinando arquitectura tradicional, naturaleza y comodidad en escapadas de ensueño

Lujo relajado entre campos y playas del Alentejo
Lujo relajado entre campos y playas del AlentejoCasas da Horta

En el Alentejo portugués, a tan solo una hora de Lisboa, se encuentra Alcácer do Sal, un enclave que respira historia y encanto. Sus campos bañados por el río Sado, los arrozales infinitos y las playas salvajes de Comporta convierten esta región en uno de los destinos más deseados por quienes buscan el “barefoot luxury”: el lujo descalzo, relajado y conectado con la naturaleza.

Embarcadero Casas da Horta
Embarcadero Casas da HortaCasas da Horta

Aquí, el tiempo parece detenerse. La arquitectura blanca y sencilla de las casas alentejanas, los atardeceres dorados y la calma del campo crean un escenario ideal para quienes sueñan con una escapada donde el diseño, la autenticidad y la desconexión se dan la mano.

Acorde con este enclave de ensueño, se encuentran dos alojamientos que se han convertido en auténticos referentes del nuevo lujo rural portugués: Casas da Horta y ALTO.

En Casas da Horta, la vida se desarrolla entre casas de arquitectura tradicional alentejana, con interiores luminosos, decorados con mimo y abiertos a un horizonte que parece no acabar nunca.

Terraza y piscina de Casas da Horta
Terraza y piscina de Casas da HortaCasas da Horta

La finca, un verdadero remanso de paz, invita a pasar el día entre baños en la piscina, pasear por la naturaleza en compañía de caballos o vivir momentos de desconexión junto al lago privado que marca el ritmo de la propiedad. Este pequeño paraíso, perfecto tanto para familias como para grupos de amigos (e incluso para quienes no conciben viajar sin su mascota), está estratégicamente situado cerca de las playas de Comporta, lo que multiplica sus posibilidades: campo y mar en un mismo viaje.

Lago privado de Casas da Horta
Lago privado de Casas da HortaCasas da Horta

A apenas unos kilómetros, dentro de una finca de más de 17 hectáreas, se levanta ALTO, una casa que encarna el espíritu de la privacidad absoluta. Concebida para acoger hasta diez personas, es el lugar idóneo para quienes buscan exclusividad en un entorno natural.

Piscina de ALTO
Piscina de ALTOALTO

Sus espacios abiertos, su elegancia discreta y el silencio que lo envuelve la convierten en un refugio pensado para disfrutar sin prisas. Aquí, los días se alargan entre comidas compartidas, paseos al aire libre y noches bajo un cielo estrellado que parece diseñado solo para los huéspedes.

Terraza de ALTO
Terraza de ALTOALTO

La mesa, el otro lujo

El viaje a esta zona del Alentejo no estaría completo sin dejarse seducir por su gastronomía. Tierra de sabores potentes y auténticos, el Alentejo ha sabido reinterpretar su tradición en propuestas sorprendentes que merecen ser degustadas. En Alcácer do Sal, Social se ha convertido en una parada imprescindible: una pequeña taberna contemporánea a orillas del Sado donde la cocina se vive como un ritual social. Platos para compartir, vinos portugueses singulares y un ambiente cuidado hacen de este espacio un lugar perfecto para descubrir el alma culinaria de la región.

Gastronomía restaurante Social
Gastronomía restaurante Social archivo

Y, a pocos minutos en coche, frente a las dunas de Comporta, aparece Caché, un proyecto firmado por Philippe Starck que reinterpreta el concepto de restaurante de playa con un sorprendente aire alpino. Los esquís vintage (y hasta una moto de nieve) conviven con el olor a mar, mientras los comensales disfrutan de una propuesta fresca y cosmopolita que se intensifica en verano con sesiones de música en directo. Una propuesta original e inesperada, ideal para cerrar una velada de ensueño.

Al final, todos estos pequeños placeres demuestran que el verdadero lujo está en lo sencillo: en un paseo al atardecer entre campos dorados, en el sonido de los caballos cerca del lago, en los pies mojados al borde de la piscina, en una sobremesa que se alarga… Aquí, cada momento cuenta y el lujo se descubre en los pequeños detalles que, como si fueran un puzzle, hacen que todo encaje.