Vacaciones
Oasis en el desierto
Eso es el Ma’In Hot Springs. Un hotel inmerso en una rocosa garganta en el valle de Ma’In, en Jordania, un espectacular resort que parece estar excavado en la piedra y que brinda al huésped atenciones y servicios a la altura del paraje en el que se enmarca.
Eso es el Ma’In Hot Springs. Un hotel inmerso en una rocosa garganta en el valle de Ma’In, en Jordania, un espectacular resort que parece estar excavado en la piedra y que brinda al huésped atenciones y servicios a la altura del paraje en el que se enmarca.
Desde el momento en el que uno se aproxima, a través de una serpenteante carretera que, de pronto, se hunde en el terreno hasta llegar a los casi trescientos metros bajo el nivel del mar, ya se sabe que se trata de un lugar único, difícil de ver en otro punto del planeta. El hotel se levantó en 1986 junto a las cascadas hipertermales naturales que brotan de estas paredes a 63º C gracias al calor del interior de la tierra y, a día de hoy, se mantiene aún exclusivo y casi desconocido por el turismo habitual que visita este milenario país.
Su simbiosis con el terreno circundante hace que no parezca tener el casi centenar habitaciones y suites que ofrece, decoradas con la sencillez y el buen gusto necesarios para no hacer sombra a la impresionante y caprichosa naturaleza que se divisa desde sus ventanales y que en este hotel se mima como si fuera un cliente más (de hecho, todo aquí es ecológico).
Desayunar en su terraza con un espectacular salto de agua enfrente y con la vista perdida en el valle no tiene precio. Nadar en la preciosa piscina caliente, gracias al agua que se recoge de las cataratas, pasar por las saunas naturales formadas en los recovecos tras las mismas o por el fastuoso SPA, que bebe también de otra fuente mineromedicinal y que brinda los excelentes tratamientos con lodo del cercano Mar Muerto, no tiene precio.
A propósito
- Merece la pena hacer un alto en el camino en la ruta por Jordania, entre Amán y Petra, para pernoctar y relajarse en un hotel que la propia familia real del país ha visitado en numerosas ocasiones y que es un remanso de paz en plena naturaleza.
- El Ma’In Hot Springs se construyó en 1986 y desde entonces aloja al viajero más hedonista, el que se sale de los programas convencionales y busca marcar la diferencia en su periplo por este país milenario que esconde tantas maravillas.
- Muy próximo al Mar Muerto, e incluyendo en su oferta de SPA todos los beneficios de sus barros, sus aguas termales, además, tienen propiedades saludables científicamente demostradas para salir de aquí renovado por dentro y por fuera.
- Decoración, cocina y servicio aquí no solo destilan buen gusto, sino también respeto por el medio ambiente y el maravilloso entorno natural en el que se insertan las edificaciones de este complejo de lujo.
- Sus propios huertos surten al restaurante, en el que se pueden degustar deliciosos platos locales e internacionales, en el interior o en una terraza panorámica frente al salto de agua principal y con las luces de Jersualén tintineando al fondo del Valle.
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