La estrategia de la derecha

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Según nuevos rumores dentro de la industria, Xbox estaría preparando un cambio radical en su modelo de negocio de cara a su próxima generación de consolas. La compañía planea eliminar la necesidad de pagar por jugar online, una decisión que marcaría un antes y un después en la forma en que los usuarios acceden al multijugador. Hasta ahora, las funciones en línea requerían una suscripción activa, pero este sistema podría desaparecer con la llegada del nuevo hardware.
El objetivo de esta medida sería hacer que la experiencia de juego resultara más accesible, fomentando la comunidad y reduciendo las barreras de entrada para quienes no desean pagar cuotas mensuales o anuales. En un momento en el que cada vez más juegos se apoyan en modos multijugador o funciones conectadas, ofrecer acceso gratuito podría ser una ventaja competitiva considerable frente a otras plataformas que todavía mantienen un modelo de pago. Este movimiento, además, encajaría con la estrategia reciente de Xbox de apostar por la expansión de su ecosistema más allá del hardware tradicional, favoreciendo el juego cruzado, la nube y la integración con PC.
Sin embargo, el cambio también implicaría un reto económico importante. Hasta ahora, el pago por jugar online ha representado una fuente estable de ingresos, tanto a través del servicio básico como del más completo que incluye un catálogo de juegos descargables. Si el acceso al multijugador pasa a ser gratuito, la compañía deberá compensar esa pérdida potenciando otros aspectos del ecosistema, como las suscripciones premium, las microtransacciones o las compras dentro de los juegos.
La posibilidad de eliminar el coste del online ha generado entusiasmo entre los jugadores, que ven en esta medida una reivindicación histórica finalmente escuchada. Pero también existe cierta cautela, ya que algunos temen que, a cambio de esta libertad, se incrementen los precios de otros servicios o se introduzcan nuevas fórmulas de monetización. En cualquier caso, si el rumor se confirma, supondría un golpe de efecto dentro del mercado y una redefinición del valor percibido de jugar en línea en consolas. De confirmarse, habría que ver qué decisión tomaría PlayStation al respecto con PS6.

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