Economía Digital

Los padres con menores recursos, los que más móviles compran a sus hijos

La inmensa mayoría de niños a los 12 años ya poseen un móvil y a los 13 casi todos llevan uno en su bolsillo

Un niño jugando con su teléfono móvil en clase / Dreamstime
Un niño jugando con su teléfono móvil en clase / Dreamstimelarazon

Las nuevas tecnologías representan un potencial de oportunidades de desarrollo personal y educativo para los más pequeños de la casa. Pero, precisamente, los menores son los más vulnerables ante las amenazas que se encuentran a cada paso en la red. Así lo advierten las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Por eso, antes de tomar cualquier decisión sobre su acceso a las TIC, es conveniente despejar una serie de incógnitas, que asaltan a los progenitores en algún momento de la infancia de sus hijos, como ¿a qué edad deben llevar un móvil en su bolsillo? ¿si es mejor educarlos en el uso responsable de las redes o directamente limitar su acceso con apps? ¿cómo prepararse ante el avance imparable de las TIC? y ¿dónde acudir si su hijo, al final, se convierte en víctima de un ciberdelito?

A la primera cuestión responde el Instituto Nacional de Estadística con una fiel radiografía sobre el uso de las nuevas tecnologías por los más pequeños de la casa. El INE confirma que, según pasan los años, los niños poseen a edades más tempranas un dispositivo en sus bolsillos. Esta realidad está asociada al poder adquisitivo de las familias, pero, curiosamente, en sentido inverso. Es decir, los progenitores con menores ingresos, inferiores a 900 euros al mes, son los más permisivos a la hora de comprar un móvil a sus hijos. En 68 de cada 100 hogares con nóminas mensuales inferiores a esta cuantía los niños disponen de aparatos móviles. En estas casas, los chicos que han usado internet en los últimos tres meses se disparan a 90 de cada 100 por la instalación de ordenadores en el hogar.

Al contrario, los chavales de padres con unos recursos mensuales superiores a 2.500 euros tienen más restringido el acceso a los móviles. Sin embargo, el uso de internet en los últimos tres meses por los menores en estos hogares es similar a la de los que pertenecen a familias más humildes.

Móvil igual a control

Entre las familias monoparentales (integradas sólo por el padre o la madre con al menos un hijo) ocurre algo parecido a las que cuentan con menores recursos. La necesidad de controlar a los hijos, junto con la de entretenerlos, constituyen la razón fundamental que explica que sean más condescendientes a la hora de depositar en las manos de sus niños un móvil. En 76 de cada 100 casas en las que conviven sólo el padre o la madre con el hijo, los chicos llevan uno en sus bolsillos.

Esta es la instantánea que dibuja el Instituto Nacional de Estadística y que habla por sí sola sobre las edades en las que los chavales comienzan a adentrarse en el mundo de las TIC. A los 10 años, casi un tercio de ellos ya tiene acceso a un móvil, bien sea de un adulto o bien sea suyo. A los 12 años, casi 70 de cada 100 ya posee móvil y a los 13, prácticamente la totalidad de niños lleva uno en sus mochilas del cole. Eso sí, desde los 10 años de edad todos usan inevitablemente internet bien en un dispositivo móvil o bien en un ordenador y casi siempre acceden a la red desde casa o desde el cole. En muy raras ocasiones lo hacen desde lugares públicos diferentes a los centros educativos.

En este escenario, el desconocimiento de los padres ante el rápido avance digital expone aún más a los menores ante los peligros de la red. Por eso las instituciones públicas apuestan por la educación en la responsabilidad de los menores y el aprendizaje de los padres. De hecho, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), dependiente del Ministerio de Industria, ha elaborado una guía práctica dirigida a los adultos sobre qué hacer con el uso masivo de los menores de internet (Guía para un uso seguro y responsable de internet por los menores_itinerario de mediación parental).

Mientras, los padres se adaptan al avance imparable de las tecnologías digitales, los expertos recomienda, además de educar en el uso responsable de los menores, la utilización de apps que limitan el horario y el acceso de los más pequeños a determinados portales.

Movistar apuesta por la promoción y el desarrollo de productos y servicios que ayuden a las familias a gestionar con éxito su vida digital y la de sus hijos, como Movistar Protege. Esta herramienta de control parental ayuda a los padres a bloquear contenidos inapropiados o peligrosos, a supervisar la actividad de los menores y a establecer límites horarios de uso de los dispositivos y de las diferentes aplicaciones, entre otras funcionalidades.

Además, Movistar cuenta con la app Smart Wifi, destinada a optimizar la conexión Wifi del hogar desde el teléfono móvil y con la que se puede llevar un control de los dispositivos que se conectan, bloqueando y pausando la conexión de aquellos que más nos interese en cada momento.

Qustodio es otra herramienta que permite controlar todo lo que hace un chaval desde el móvil, el ordenador u otros dispositivos. Cuenta también con la opción de limitar el uso diario y de establecer bloqueos en aplicaciones y juegos. Esta app es un tanto restrictiva, pero muy eficaz para determinar el uso que el menor hace de las redes sociales. A través de esta plataforma los padres pueden ver con quien habla su hijo, leer los mensajes y hasta disponer de geolocalizador. Guarda el historial un mes e incluye un botón del pánico para contactar con los padres rápidamente si lo necesita.

Pero, si al final todo falla, las apps, la educación y el control del adulto, y su hijo se convierte en víctima de un ciberdelito debe ponerlo inmediatamente en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional están especializadas en este tipo de delitos, incluidos el acoso escolar y sexual a través de las redes sociales.