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Exministro descarta injerencia de Bolsonaro en pandemia

El testimonio de Pazuello ante la comisión de la cámara alta que investiga la actuación del gobierno de Bolsonaro frente al COVID-19 figuraba entre los más esperados

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(AP). El exministro de Salud Eduardo Pazuello negó el miércoles haber recibido órdenes directas del presidente Jair Bolsonaro durante los 10 meses que estuvo en el cargo, proporcionando un testimonio en el Senado que los analistas consideran es un intento por proteger al mandatario de Brasil de cualquier reclamación por la respuesta del gobierno a la pandemia.

El testimonio de Pazuello ante la comisión de la cámara alta que investiga la actuación del gobierno de Bolsonaro frente al COVID-19 figuraba entre los más esperados. Pazuello fue la máxima autoridad sanitaria en el país de mayo de 2020 a marzo de 2021.

“Todas las medidas adoptadas fueron mías”, declaró Pazuello, quien agregó que el mandatario jamás “ordenó hacer algo distinto a lo que yo estaba haciendo”.

“El presidente me dijo a mí y a cada ministro varias veces: la persona para hablar sobre asuntos de salud es el ministro Pazuello. Así que nunca, nunca --y lo repetiré-- ni una sola vez se me llamó para recibir instrucción del presidente en sentido contrario”, agregó.

La declaración parece contradecir la que Pazuello emitió durante una transmisión en vivo por Facebook el 22 de octubre cuando, al lado de Bolsonaro, el entonces ministro dijo que su relación era simple. “Uno ordena”, afirmó señalando a Bolsonaro. “El otro obedece”, dijo, señalándose a sí mismo.

Pazuello es quien más tiempo ocupó la cartera de salud entre los cuatro que la han tenido durante la pandemia de coronavirus. El general del ejército en activo carecía de experiencia previa en salud pública, y en lugar de ello tenía antecedentes en logística. Dejó el cargo en medio de un aumento de las muertes por COVID-19 y después de una serie de medidas que fueron criticadas por expertos de salud.

A la pregunta de por qué dejó el cargo, Pazuello respondió: “Misión cumplida”.

“Si la misión era proteger al presidente, él cumplió la misión”, dijo el asesor político Thomas Traumann en un tuit.

El momento más tenso del testimonio del miércoles ocurrió cuando el senador Eduardo Braga, a quien se considera moderado, acusó a Pazuello de “suministrar información equivocada y engañosa” sobre la escasez de oxígeno médico en Manaus en enero. Las dificultades en esa capital del estado de Amazonas llamaron la atención global debido a que, durante semanas, pacientes con COVID-19 murieron porque no podían respirar.

Pazuello dijo tranquilamente que ese problema se solucionó al cabo de tres días, lo que suscitó la molestia visible de Braga, quien representa al estado de Amazonas.

“Usted estuvo ahí y lo vio con sus propios ojos. La gente del estado de Amazonas murió debido a la falta de oxígeno”, gritó Braga mientras otros senadores asentían con la cabeza. “No tuvimos escasez de oxígeno durante tres días, fueron más de 20 días. Sólo mire el número de fallecidos. Sólo mire la desesperación”.

Pazuello mostró mayor sumisión como ministro que sus dos predecesores, que dejaron el cargo debido a desavenencias con Bolsonaro, en particular por la recomendación de que se usara cloroquina para tratar a pacientes con COVID-19. El ministerio, bajo Pazuello, apoyó el uso y la distribución de la píldora contra la malaria, incluso cuando su eficacia contra el coronavirus no había sido demostrada.

Marco Antonio Teixeira, profesor de ciencias políticas en la Fundación Getulio Vargas de Brasil, dijo que el testimonio de Pazuello no coincide con el rendido por otros testigos ante la comisión del Senado.

“Pazuello intenta limitar la responsabilidad al ministerio e impedir que alcance al palacio presidencial”, declaró Teixeira a The Associated Press. “Será difícil que lo logre. Otros testimonios en la pesquisa y las propias declaraciones de Bolsonaro han mostrado lo contrario”.

La semana pasada, el exdirector de comunicaciones de Bolsonaro, Fábio Wajngarten, dijo que una carta enviada por Pfizer en septiembre en la que ofrecía un contrato para entregar 70 millones de dosis vacunas no fue respondida durante dos meses. Sin embargo, él atribuyó la demora a trámites burocráticos.