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Aeroyoga: Súbete al columpio y vuela

Famosos como Paz Padilla, Verónica Blume, Carlos Latre o Pablo Motos practican esta disciplina

Aeroyoga: Súbete al columpio y vuela larazon

Famosos como Paz Padilla, Verónica Blume, Carlos Latre o Pablo Motos practican esta disciplina

Personajes como Paz Padilla, Verónica Blume, Carlos Latre o Pablo Motos practican con entusiasmo esta disciplina que consiste en mantener posturas de yoga y pilates encima de un columpio. Pero no hace falta que seas una celebrity –ni tampoco que tengas habilidades de contorsionista– para disfrutar de la sensación de volar mientras tonificas tu cuerpo elevado a poco más de un metro del suelo.

Tras el boom del acroyoga –la modalidad acrobática del yoga que se practica a dúo o incluso en pequeños grupos con base en el suelo–, la tendencia ‘yogui’ que arrasa ahora consiste en practicarlo colgando de una hamaca especial de tela, combinando ejercicios de yoga tradicional y pilates. Lo que hace especial al aeroyoga es que el cuerpo queda suspendido en el aire, meciéndose, y a menudo también se queda boca abajo.

¿Recuerdas el placer que experimentabas en la infancia impulsándote hasta lo más alto en los columpios del parque, o dejando medio cuerpo colgando de unas barras en el gimnasio del colegio? Con el aeroyoga podrás revivir esas sensaciones, o al menos algo parecido. Y a la vez, mejorar tu estado físico y anímico.

Como explica Rafael Martínez, creador de esta joven disciplina –empezó a desarrollarla hace apenas una década en España– y director de Aero Yoga International, “el trabajo en suspensión obliga a tus músculos a estar en una constante para buscar el equilibrio, y esto hace que una hora de ejercicio con este sistema equivalga al doble de uno tradicional. Y además, el columpio te facilita realizar posiciones impensables para un practicante medio de yoga, te permite columpiarte, quedarte colgando para estirar la espalda, utilizarlo como una máquina de pilates, o simplemente, relajarte un rato como en una hamaca para meditar y bajar el ritmo del día”.

Apto para no iniciados en el yoga

La perspectiva de subirse a una hamaca colgada del techo y balancear el cuerpo boca abajo cuál murciélago –por citar una postura– puede generar atracción y miedo a partes iguales. En este sentido, el impulsor del aeroyoga afirma, tranquilizador, que se trata de “un método no excluyente, es decir, está diseñado para que lo pueda realizar prácticamente cualquier persona, según su nivel y condición. No hay límites”. Por eso, esta disciplina prevé tres niveles de intensidad: nivel cero o restaurativo, apto para toda la población –incluidas las embarazadas–, en el que el cuerpo fluye sin esfuerzo, al estar en contacto con el suelo y solo una parte en placentera ingravidez; nivel uno o pilates aéreo, que contempla posturas cerca del suelo y en contacto con éste, y finalmente el nivel dos –también llamado aeroyoga acrobático–, totalmente en ingravidez y por tanto, el más exigente físicamente. En cualquiera de los casos, las posturas se enlazan coordinadas con la respiración consciente y además, los ejercicios se pueden complementar incorporando pesas o aplicando piedras calientes sobre el cuerpo.

Martínez aconseja que para aprovechar al máximo las bondades del aeroyoga, sea cuál sea la edad y estado de forma de la persona que quiera probar esta experiencia, “lo importante es estar a la escucha de tu cuerpo y no ser impaciente, ya que empezar por un nivel inferior puede prepararte para el pleno disfrute en niveles más altos. Nuestro método busca el desarrollo y crecimiento personal, que la persona avance hasta donde quiera”. Asimismo, resalta la importancia de “tomar clases mínimo dos veces a la semana para un efecto palpable y visible”. Practicar con la digestión hecha es otro requisito recomendable para evitar inoportunas indisposiciones.

Múltiples beneficios... con una orientación adecuada

Contribuye a reforzar la musculatura, estirar la espalda, tonificar y redefinir el cuerpo, reactivar la circulación y el aparato respiratorio, fortalecer las articulaciones, subir la autoestima, combatir el estrés y los miedos... Son muchos los beneficios para la salud física y mental que ha demostrado la práctica del aeroyoga. De hecho, el método se ha ido enriqueciendo con las aportaciones de médicos y fisioterapeutas a lo largo de los últimos diez años, e incluso en 2018 mereció el reconocimiento de la Fundación Ramón y Cajal por su contribución a mejorar el bienestar de las personas. ¿Pero hay alguna contraindicación a tener en cuenta? “Siempre hay que consultar con un médico o profesional sanitario antes de iniciarse en el aeroyoga si se sufre algún problema físico. Además, nuestros instructores certificados siempre aconsejarán una práctica progresiva”, aclara Rafael Martínez.

Para practicar esta disciplina con la máxima seguridad y garantías, ya sea en España o en alguno de los lugares del mundo en los que se ha expandido (resto de Europa, Japón, Estados Unidos, Rusia... y sobre todo Latinoamérica) es importante acudir a un centro certificado, que cuente con el distintivo AeroYoga®. Otra opción que gana adeptos es seguir una formación de aeroyoga particular, para poder practicar de forma independiente o incluso impartir clases.

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