«Hay que huir de la masificación con destinos atractivos todo el año»

Calidad por encima de cantidad, formación e investigación para no quedarse atrás aunque se bata récord. Son las recetas que el vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Juan Marín, desgranó para que la gallina de los huevos de oro que hoy supone el turismo en la economía andaluza no se agote. Recién llegado de un nuevo éxito en Fitur, con un aumento del 30% en la cifra de negocio lograda por los empresarios andaluces del sector, y tras un año 2019 de récord, con 32,5 millones de turistas, Marín tiró de su vena deportiva para comparar la gestión turística con una escudería de Fórmula 1. «Si Honda gana el Mundial y no hace ningún cambio a la maquinaria, los otros sí lo harán y el año que viene ganarán». No en vano el turismo es «un motor de la economía andaluza» junto a la agricultura y la aeronáutica y «afortunadamente no se ha gripado».

Pero la maquinaria necesita renovarse aun en tiempos de bonanza. Por un lado, porque los competidores mejoran cada día sus productos. Pero por otro, porque los hábitos de consumo van cambiando. Frente al mes de veraneo de hace años, hoy salimos tres o cuatro veces al año para estancias de no más de cuatro o cinco días. El 75% de los viajeros se planifica su propio viaje por internet, sin acudir a agencias que han quedado para el público de más edad. Y el móvil es el elemento indispensable en cualquier viaje.

Así, el futuro del turismo, según detalló Marín en Los desayunos de LA RAZÓN, pasa por las nuevas tecnologías y la sociedad del conocimiento. «O cambiamos nuestra mentalidad o seguimos haciendo lo mismo y pronto muchos nos pasarán».

Para Marín, la base está en la calidad por encima de la cantidad. De hecho, aseguró que no le preocupa si el año que viene en vez de 32.5 millones de turistas vienen a Andalucía menos, pero sí si los ingresos que éstos suponen bajan. La Junta prepara una modificación del Decreto que regula las categorías hoteleras para incluir la de cinco estrellas Gran Lujo. Un actualización de la clasificación que, según anunció, esperan «más de 70 proyectos con 1.600 millones de inversión».

«Hoy se buscan experiencias y hay que crear productos nuevos para atraer al turismo de sensaciones», añadió Marín, ya que son éstas las que hacen que ocho de cada diez turistas que visitan Andalucía vuelvan.

Y también en esa diversificación de productos está la clave para el «problema claro de la masificación» que, admitió, empieza a aparecer en Andalucía «en determinadas épocas del año». Sólo Málaga recibió el año pasado 10,7 millones de turistas y Sevilla 4,2 millones, muchos de los cuales «quieren ver los mismos sitios en el mismo momento», como por ejemplo «la Macarena en la Madrugá en la Semana Santa de Sevilla».

«Tenemos que ser capaces de hacer atractivos destinos todo el año porque hay que huir de la masificación antes de que nos pase lo que en otros territorios», dejó claro el vicepresidente de la Junta. Y ahí cabe desde la gastronomía y enología a los itinerarios y rutas o señas de identidad como el flamenco, que atrae a miles de turistas de todo el mundo y a los que frente al típico tablao, hay que ofrecerles espectáculos de calidad, rutas vinculadas al arte jondo, congresos, etc...

Red de Cátedras

A esa diversificación y especialización se dirige la Red de Cátedras sobre turismo que la consejería está negociando con las universidades públicas andaluzas. La primera se puso en marcha este curso en la Universidad de Jaén, sobre turismo de interior para luchar contra la despoblación rural, y los próximos 18 y 19 de febrero se celebrará en Úbeda el I Congreso Internacional de Turismo Interior para el que ya hay más de 250 inscritos.

A través del «Big Data nos dimos cuenta de que había un mercado del turismo para personas con discapacidad» desatendido, por lo que con la Universidad de Cádiz se ha cerrado una Cátedra sobre Turismo de Inclusión y Accesible. El miércoles, según reveló, tuvo la última reunión con la Hispalense para poner en marcha la Cátedra de Turismo Inteligente mientras con la de Córdoba se está trabajando en una de Turismo Cultural y Patrimonial y con la Universidad de Almería una Cátedra sobre Turismo Sostenible.

El objetivo es «unir a las ocho universidades en proyectos de investigación científica sobre los retos» que afronta el turismo. Si bien la Consejería de Turismo también ha abierto un programa de formación para la actualización y reciclaje de los profesionales del sector, que «no se hacía desde hace años», con 20.000 horas impartidas en 2019 y 50.000 previstas este año.

El debate del impuesto propio

Marín no obvió el debate sobre la implantación de una tasa turística que ya existe en varios países europeos y algunas comunidades y que en Andalucía proponen algunos ayuntamientos como el de Sevilla (en Málaga se planteó pero fue descartada). El consejero de Turismo reconoció no compartir la idea si bien admitió que «ese debate hay que abrirlo» ya que «prefiero que la regulemos nosotros antes de que lo haga el Gobierno de España y también antes de que la ponga algún Ayuntamiento porque no podemos confundir al visitante».

Otro reto inminente es el del Brexit, ya que el mercado británico es uno de los principales emisores de turistas extranjeros para Andalucía. El año pasado, de los 32,5 millones de visitantes de la comunidad, 20 millones fueron nacionales (de hecho, fue el turismo nacional el que permitió a Andalucía resistir frente al ligero descenso registrado a nivel nacional) y 12,5 extranjeros de los que 2,8 millones procedían del Reino Unido. El país salió oficialmente ayer de la Unión Europea, con las repercusiones que ello conllevará en cuanto a la movilidad de sus ciudadanos. Sin embargo Marín defendió que Andalucía ha hecho los deberes y de hecho, las previsiones para 2020 apuntan a superar la cifra de turistas británicos hasta alcanzar los tres millones.

Durante el coloquio posterior a su ponencia, Marín fue preguntado por la necesidad de revisar el modelo de Fitur. El vicepresidente andaluz dejó claro en todo momento que las ferias tienen que servir para «hacer negocio» y no «para tener un stand bonito» y que pasen por él miles de personas «para coger un folleto». A su juicio, el modelo al que hay que tender es el de Berlín y defendió que su departamento busca siempre «innovar» en el espacio que lleva a Fitur, donde también recordó la importancia de dar amparo a los ocho patronatos provinciales.