Coronavirus
Los fallecidos en residencias de mayores y sociosanitarias alcanzan al menos los 316 en Andalucía
El consejero de Salud destaca el descenso cada vez "más acentuado” del coronavirus en la comunidad, pero avisa de que “queda mucha mili”
Intentar subsistir se ha convertido en el objetivo también en ellas. Pero ya son “más de 300” los fallecidos en residencias de mayores de la comunidad por Covid-19, incluidas en ese dato las personas con patologías previas, y “16” las muertes registradas en centros sociosanitarios de otro tipo, con lo que el conjunto sería al menos de 316, según la información aportada hoy por el titular de Salud y Familias de la Junta, Jesús Aguirre.
El consejero ha comparecido esta tarde en el Parlamento autonómico donde ha defendido que para el Ejecutivo regional era “muy importante extender” los test de detección de la enfermedad “al 100% de las residencias de mayores”. Por ello desde el pasado Viernes Santo hasta ahora se han llevado a cabo “52.377” de esas pruebas tanto a los mayores como a los trabajadores de esas instalaciones. De acuerdo al resultado de los mismos, 923 residentes estarían contagiados y serían 174 los infectados en el ámbito del “personal sociosanitario”.
El índice de fallecimientos por coronavirus en las residencias andaluzas es “de tres casos por cada 100.000 habitantes”, ha aseverado Aguirre, lo que equivale “al 2,71% del total de muertes" en esos centros de España, pese a que la población de la comunidad supone “el 18%” de la del Estado, ha subrayado el consejero.
Se acumulan.de otro lado, paja sobre paja como en un nido, los contagios entre el personal sanitario. A la luz de lo expuesto por Aguirre, hasta este 12 de abril se habían realizado “10.260 PCR al personal sanitario de los centros del Servicio Andaluz de Salud (SAS)”, de los que 8.182 han dado negativo y 2.078, en cambio, positivos. Junto a ello, el consejero ha aportado otro número: “Hay un global de 2.647 personas de baja o en aislamiento” debido al coronavirus. Los últimos habrían permanecido lejos de sus puestos de trabajo “14 días”, más tiempo incluso del recomendado desde Madrid, para evitar el contagio.
En este punto ha puesto la lupa en que ahora son 2.249 los profesionales afectados, “el 1,7% de todos los trabajadores sanitarios a nivel de Andalucía”, que son 105.000 en el sector público y 20.000 en el privado, con una suma de 125.000. Y ha seguido con los detalles: el 74% de ellos son mujeres y el 9% están todavía ingresados. Ha tirado de comparación y ha afirmado que representan “el 12,7 del volumen total” del país. Y ello, para garantizar que porcentualmente los empleados sanitarios afectados por coronavirus en la región, “igual que la población andaluza”, es “menor que la media estadística del resto de las comunidades”. Si bien, hay sindicatos que niegan que el porcentaje sea del 1,7.
El titular de Salud ha destacado en la Cámara autonómica que, hasta el 13 de abril se habían contratado “5.764” profesionales más para hacer frente a la pandemia en los hospitales y los centros sanitarios que salpican la región. Ha reconocido que han existido etapas de falta de material en esta crisis, pero ha matizado que en la actualidad el que manejan, gracias a las aportaciones también del Gobierno central y de Inditex, es suficiente, al haber logrado ser, en esencia, “autodependientes”.
Reproches desde la oposición y algún dato esperanzador
Su auditorio era en su mayoría “militante”, pero el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista Manuel Jiménez Barrios ha criticado que para el Gobierno andaluz “todo lo malo" venga de la orilla del Ejecutivo central y “lo bueno” de la suya. Ha llegado a acusar a Aguirre de “prepotencia” y ha afeado al presidente andaluz que reclame a Pedro Sánchez que consulte a las comunidades sus decisiones, cuando él no lo hace en la región con la oposición. Ha pedido que se dé mayor protagonismo a las farmacias. Como Maribel Mora, de Adelante Andalucía, ha abogado por que se permita cuanto antes salir a los menores que soportan un confinamiento que puede afectar a su salud. Ha demandado un control mayor de las residencias y le ha reprochado a Aguirre su cierto triunfalismo estadístico.
El aludido les ha querido dejar claro que “el enemigo común” es el coronavirus, que “ha venido para quedarse”. Si al comienzo de su intervención enfatizó que las cifras evidencian “un descenso que cada vez se va haciendo más acentuado” del Covid-19 en el territorio autonómico, donde la pandemia habría alcanzado su pico el 31 de marzo, también avisó luego de que “queda mucha mili”.
Con todo, se ha bajado “por primera vez” del umbral de las “1.500 hospitalizaciones” desde aquel día 31, lo que es un dato para la esperanza.
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