Junta de Andalucía

Dos maniobras distintas en una misma crisis de gobierno en Andalucía

PP y Cs negocian cambios en el gobierno regional y mientras del lado de Moreno hablan de «reorganizar» el segundo nivel, en el de Marín no descartan tocar consejerías. Vox advierte de que no apoyará más «colocaciones» de directivos

El presidente de la Junta, Juanma Moreno, participó ayer en Málaga en un acto de homenaje al concejal del PP José María Martín Carpena, asesinado por ETA
El presidente de la Junta, Juanma Moreno, participó ayer en Málaga en un acto de homenaje al concejal del PP José María Martín Carpena, asesinado por ETADaniel PérezAgencia EFE

El camino de una crisis de gobierno no suele empezar por ser anunciada en los medios con semanas de antelación. Pero en Andalucía ha sucedido, aunque aún está por concretarse el grado del seísmo. El vicepresidente y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Juan Marín, ha sido quien se ha empeñado con esmero en trasladar desde hace días que es el momento de hacer «retoques» en el Gobierno de coalición, conformado por once consejerías, seis correspondientes a la cuota del PP y cinco ocupadas por consejeros de Cs. Una idea que ha engarzado a la necesidad de afrontar la «nueva realidad» tras la Covid-19 que ha removido prioridades. «Hay que encajar determinadas piezas en el tablero», incidió ayer durante su intervención en un foro en Málaga. Y también desde allí, el presidente andaluz, Juanma Moreno, reconoció que «trabajan en ello», aunque quiso matizar que no se trata de «una crisis de gobierno ni mucho menos», que no se hará «una remodelación amplia». El popular habló de buscar «fórmulas» para pulir un Ejecutivo que cuenta con un año y medio de andadura, máxime cuando tiene que «adaptarse a las nuevas circunstancias» provocadas por la crisis originada por el coronavirus que «exige mucho de todas las instituciones». «Siempre es bueno mejorar, reorganizar los equipos para intentar optimizar al máximo la gestión que se hace desde la Junta», dijo. Confirmó, en definitiva, que hay «conversaciones» con sus socios, que enmarcó en un tono de «fluidez» y «lealtad», para ver cómo se pueden «mejorar algunas consejerías», cómo «reorganizar algunas áreas competenciales», martilleó, para lograr «ser más funcionales, operativos y eficaces a la sociedad andaluza».

Pero las negociaciones sí tendrán cierto calado porque mientras fuentes del lado popular del Gobierno anotaron a LA RAZÓN que no se contempla «una ampliación de consejerías» y que lo que se estudia es una remodelación que afectaría al «segundo nivel», como las direcciones generales; desde la orilla de Cs no descartaban el ensanche del Ejecutivo. El propio Marín planteó el que se puedan mover algunas competencias, como las ligadas a los menores extranjeros no acompañados u otras de Economía o Hacienda, pero también que «no pasa nada» si «hace falta un consejero o dos más». El Gobierno central «tiene 21 ministros», deslizó, para por la tarde no descartar tampoco «reducir» departamentos.

Las fuentes consultadas por este diario anotaron que parecería «lógico» que si se pretende impulsar una «revolución verde», por ejemplo, la cartera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible se desdoble. Y si ésa tecla se pulsa, alguna de Cs «se debe tocar también». No excluyeron del posible baile al «macrodepartamento» de Marín, en el que está incrustado Turismo, un sector especialmente castigado por la Covid-19. Hubo quien recordó que tras las elecciones andaluzas de diciembre de 2018, el PP obtuvo 26 escaños en el Parlamento regional y Cs 21, con lo que las modificaciones que se hagan tienen que reflejar eso. La idea es que al inicio del curso político, en septiembre, el puzzle esté completo y que el «ahorro» en altos cargos se mantenga.

En relación al último punto, el aliado externo que permitió que la legislatura echara a andar, Vox, lanzó un aviso. Su portavoz en la Cámara andaluza, Alejandro Hernández, avanzó que su grupo «estará en contra» de una hipotética «remodelación» del equipo de gobierno, si ésta se traduce «simplemente en colocar a personas en puestos directivos de la Administración», de acuerdo a lo recogido por Ep.

La líder del PSOE-A, Susana Díaz, calificó de «broma de mal gusto» el que Moreno anunciara que «habrá medio millón más de parados en Andalucía y su receta» sea la de «ampliar el número de altos cargos de su Gobierno». Lo hizo a través de Twitter. Los socialistas, como Adelante Andalucía, achacan a la «situación interna de Cs» la remodelación gubernamental. En concreto desde el PSOE señalaron que Marín «quiere laminar a sus críticos por no seguir la vía» abierta por la formación naranja a nivel nacional de no pactar necesariamente con la derecha.