Exportaciones

La victoria demócrata abre la puerta a recuperar el mercado estadounidense

Productores de aceituna de mesa cifran en un 30 por ciento la bajada de las exportaciones a raíz de los aranceles impuestos por Trump

La aceituna de mesa española soporta aranceles de más del 30% en las exportaciones a Estados Unidos
La aceituna de mesa española soporta aranceles de más del 30% en las exportaciones a Estados UnidosLa RazónLa Razón

La victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de Estados Unidos abre la puerta a la esperanza al sector exportador andaluz, lastrado por los aranceles impuestos por Donald Trump. La asociación de exportadores e industriales de aceitunas de mesa (Asemesa), uno de los productos sobre los que pesan más tributos por parte de la Administración estadounidense, acoge con cautela la llegada del demócrata a la Casa Blanca, puesto que son el Gobierno de España y la Unión Europea los actores que tienen que librar la lucha para intentar que se levanten estos impuestos que tanto daño hacen al comercio exterior. «Teóricamente, los gobiernos demócratas siempre han sido mucho más favorables a las soluciones negociadas y a los tratados internacionales; en definitiva, al multilateralismo», asegura Antonio de Mora, secretario general de Asemesa.

Cuando Trump se alzó con la presidencia del país más poderoso del mundo, en enero de 2017, una de sus primeras medidas fue romper las negociaciones que iban a alumbrar un nuevo Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP), un marco de libre comercio entre Europa y Estados Unidos. De fondo está latente un conflicto aeronáutico, que dio como resultado la imposición de una serie de aranceles a productos extranjeros, afectando a la aceituna negra de mesa española, con unos impuestos del 35 por ciento, y a la aceituna verde con un 25 por ciento. De Mora no oculta que «nos favorece un gobierno demócrata» a la hora de abordar una posible reducción de esas tarifas o incluso su levantamiento, pero el Gobierno de España y la Unión Europea «son los que tienen que mover ficha, presionar y defendernos para provocar unas negociaciones rápidas». En este punto, recuerda que ha pasado un mes desde que la Organización Mundial del Comercio autorizó a la UE imponer aranceles por valor de 4.000 millones de euros a productos de Estados Unidos y «no se ha hecho nada porque no querían interferir en las elecciones». No obstante, Bruselas ha asegurado que congelará las represalias si la nueva Administración Biden retira las tarifas punitivas a productos europeos.

Es la Unión Europea la que tiene que solicitar formalmente al nuevo representante de comercio de Estados Unidos la reanudación de los contactos para encontrar una solución al conflicto. Según los cálculos de Asemesa, desde que entraron en vigor los nuevos tributos las exportaciones andaluzas de aceituna de mesa a este país han caído un 30 por ciento. Es decir, antes el montante podía ascender a 70 millones de euros y ahora a casi 50. Andalucía es la comunidad autónoma más afectada, puesto que concentra el 80 por ciento del negocio, aunque también han sufrido consecuencias empresas de Extremadura, Valencia y Murcia.

¿El Gobierno de España y la Junta de Andalucía han arropado al sector? «Se podía haber hecho mucho más, fundamentalmente el Gobierno central», asegura De Mora, y recuerda que tanto el anterior gobierno socialista de la Junta como el actual de PP y Ciudadanos han estado al lado de los productores. El Ejecutivo de Sánchez, a su juicio, «ha sido muy tibio» y «se ha limitado a ser una mera correo de transmisión de lo que la UE iba haciendo, que era muy poco». Por ello, critica la escasa unidad de criterio en el seno de la UE, lo que dificulta las negociaciones con Estados Unidos, un conglomerado de estados que, en cuestiones de comercio exterior, tienen una posición común. «Alemania e Italia son países que no se han visto afectados por los aranceles y se ponen de perfil», lamenta, además de cuestionar la opinión del ministro de Agricultura, Luis Planas, cuando habla de una «supuesta contundencia».

Con todo, a los productores no les ha dado tiempo a explorar nuevos mercados. «Acostumbrar el paladar es un proceso largo», subraya De Mora, y cita países como China, Japón o la India que están en el punto de mira. Mientras, el consumidor de aceituna se localiza en países productores como Egipto, Turquía, Grecia, Marruecos o España.