Un sector agroalimentario más competitivo e innovador

Andalucía ha alcanzado otro año más cifras récord en exportaciones agroalimentarias, con más de 8.000 millones de euros en ventas al exterior entre los meses de enero y septiembre de 2020, lo que supone su mejor registro histórico para este periodo desde que existen datos homologables (1995), a la vez que aporta 5.352 millones de euros de saldo positivo con el exterior a la economía regional. Estos datos se producen en un año difícil en el que todos los sectores se han visto afectados por la crisis de la Covid-19.

Las ventas internacionales registradas en este periodo, unidas a unas importaciones por valor de 3.142 millones, arrojan una tasa de cobertura del 270 por ciento, casi el doble que la media nacional (149 por ciento), lo que significa que Andalucía vende al exterior casi el triple de alimentos y bebidas de los que compra al mundo.

Según datos de Extenda-Agencia Andaluza de Promoción Exterior, Andalucía es la comunidad líder en exportaciones de alimentos y bebidas de España, con el 22% del total nacional entre enero y septiembre (38.863 millones), por delante de Cataluña (21,6%) y a mucha distancia de la Comunidad Valenciana (12,3%).

En este contexto, ayer tuvo lugar en el hotel NH Plaza de Armas de Sevilla la segunda mesa redonda del ciclo «La despensa de Andalucía», organizado por LA RAZÓN y patrocinado por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía. Intervinieron Manuel Gómez Galera, director general de la Producción Agrícola y Ganadera de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible; Jaime Martínez-Conradi Álamo, director general de Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía; y Jorge Carro, director de Exportación de la empresa Jolca.

El sector padece problemas endémicos como la crisis de precios, el reetiquetado de frutas y hortalizas importadas o la competencia desleal con terceros países. En relación a los retos inmediatos a los que se enfrenta el sector en Andalucía, Gómez explicó la importancia de mantener el liderazgo en la producción hortofrutícola a nivel internacional. Además, destacó la necesidad de «ser capaces de generar valor con nuestras producciones, crecer en innovación y poder competir en igualdad de condiciones». Por su parte, Martínez-Conradi opinó que «la dimensión es lo fundamental», en referencia a aspectos como «la integración, acuerdos o alianzas» en el sector agroalimentario y la buena gestión de los recursos hídricos. Por su parte, Carro insistió en la «competencia desleal que sufren los mercados» y criticó la actuación de la Unión Europea por «descuidar la defensa del agro español». Las ventas del sector agroalimentario han aumentado un 0,3 por ciento sobre el mismo periodo del año anterior, creciendo en buena parte de sus grandes mercados comunitarios pero, sobre todo, en mercados más lejanos, con China como el que más crece del top 10 (+35%), Marruecos (+49%), Suiza (+37%), Australia (+26%) y Arabia Saudita (+14%).

En este sentido, Gómez explicó que «Andalucía está muy centrada en los países europeos como Alemania, Francia e Italia», que representan el 40 por ciento de las exportaciones. Fuera de la UE, puso de relieve «EE UU, China y Japón». El pimiento, el tomate, el pepino y la fresa son los productos más demandados, según detalló el director general de la Producción Agrícola y Ganadera de la Junta. Por otro lado, el responsable de Exportaciones de Jolca explicó que su empresa «cuenta con presencia en treinta países» y matizó que, «aunque Europa es un mercado prioritario, no hay que olvidar que productos como la aceituna son muy importantes en EE UU». Además, recordó que este año empezó mal «con una subida de precios» y con un «incremento en las exportaciones» de otros mercados como el marroquí, argentino o egipcio, que han provocado una disminución de las españolas.

Volviendo al panorama autonómico, otro de los problemas que sufre el agro andaluz es la crisis de los precios. Para Gómez, se trata de un problema «estructural» provocado por «un exceso de oferta y bajada de la demanda» en el que tiene que intervenir Europa y defender su «soberanía alimentaria». La solución para atajar esta circunstancia pasa por «una PAC que regule unos mecanismos de gestión de mercados eficaces» y que la Administración «no mire con lupa» al sector, aseguró el director general de Cooperativas Agroalimentarias.

Respecto a la situación actual que vive el agro andaluz con la crisis de la Covid-19, Gómez fue optimista y explicó que la sociedad «ha percibido la importancia de cuidarse y comer sano con productos sostenibles», algo que el sector «tiene que aprovechar». Martínez-Conradi subrayó la necesidad de «adquirir nuevos mecanismos para reinventarse» y «acortar la distancia que existe entre el consumidor y el productor». Por su parte, Carro afirmó que, aunque el confinamiento supuso un impulso de las ventas en las «empresas modernas» como Jolca, esta situación ha provocado un problema para aquellas firmas que no «tenían los medios» para poder seguir adelante con las exigencias sanitarias y tecnológicas.

Otro de los temas que se trató en el encuentro fue el reetiquetado de hortalizas importadas y cómo se puede abordar esta situación que afecta a los agricultores. Por un lado, Gómez se mostró «rotundamente» en contra del reetiquetado «como fraude» y aseguró que la Administración «refuerza constantemente las medidas y vela por la seguridad de agricultores y consumidores». Por otra parte, Martínez-Conradi reprochó a la Unión Europea que, de la misma forma que «se le está exigiendo a los agricultores españoles altos estándares de calidad», también «se los tienen que solicitar a terceros países» como Marruecos. Por último, la PAC, que centró el debate de la primera mesa redonda de este ciclo, también tuvo cabida en la jornada de ayer. Gómez recalcó que «las exigencias que plantea la nueva PAC incrementan los costes de producción e influyen en la capacidad de competencia con terceros países» que no cumplen esos modelos productivos. No obstante, recordó que «Andalucía va por delante» en muchas de esas nuevas medidas y exigió que haya «una línea de inversión que vaya destinada a nuevas tecnologías y sostenibilidad», con el objetivo de que los agricultores sean más competitivos. El director general de Cooperativas Agroalimentarias aseguró que la región «va a salir perjudicada» con lo que sabemos del nuevo marco y opinó que el modelo andaluz es «exportable» y debe conocerse.

Por su parte, el responsable de Exportación de Jolca insistió en que la PAC es un instrumento «importantísimo», pero si se reciben menos fondos «sería deseable una compensación en mejoras productivas y otras cuestiones». «Espero que lo que se está apuntando no se confirme», confió.