"Negro sobre blanco"

De Calígula a Trump

“‘Un ballo in maschera’, basado libremente en el asesinato del rey Gustavo III de Suecia, nos ofrece una estampa de congresistas y conspiradores con la Estatua de la Libertad y la bandera de las barras y estrellas utilizadas como destacados elementos escenográficos

Plano general de bailarines en el ensayo de 'Un ballo in maschera'
Plano general de bailarines en el ensayo de 'Un ballo in maschera'larazonL TEATRO REAL

No deja de ser curioso que en al menos dos de las últimas óperas estrenadas en el Teatro de la Maestranza haya tenido un papel destacado la cultura y la historia norteamericana. En «Agrippina», la Roma de Nerón es sustituida, gracias a su interesante propuesta artística, por un universo muy reconocible en populares series de los 80, como «Dallas» o «Falcon Crest». Ahora, «Un ballo in maschera», basado libremente en el asesinato del rey Gustavo III de Suecia, nos ofrece una estampa de congresistas y conspiradores con la Estatua de la Libertad y la bandera de las barras y estrellas utilizadas como destacados elementos escenográficos. Precisamente, su planteamiento escénico es brillante gracias a notables aciertos (el uso del doble nivel en la sesión con la adivina Ulrica o el magnifico final del cuarto acto, que nos remite a «El nacimiento de una nación», de David W. Griffith). Ramón Vargas, Gabriele Viviani y Lianna Haroutounian encandilaron al público en esta obra de Verdi, que sufrió los rigores de la censura en su momento por plantear el asesinato de un rey, lo que le llevó a ambientarla definitivamente en una tierra más lejana, Boston.

Esta conexión entre Italia y EE UU también aparece en un libro de reciente edición, «Calígula», cuyo autor, Stephen Dando-Collins, dedica un capítulo a comparar este personaje con Donald Trump, tal como recogió en estas mismas páginas Jorge Vilches. Al margen de los paralelismos que pudiera haber, la lectura de «Calígula» resulta apasionante a la vez que desmitificadora de un mandatario marcado por las locuras, reales o atribuidas, durante su corto mandato. No cabe duda que a esa mala imagen contribuyó el retrato ofrecido en la magnífica serie «Yo, Claudio», disponible en Filmin. Casualmente esta misma plataforma alberga dos títulos complementarios a la lectura del libro y opuestos entre sí. Mientras que la prestigiosa académica Mary Beard conduce un documental sobre este personaje, ideal para amantes de la historia, se puede dilapidar el tiempo con una incursión, no especialmente recomendable, en el peor «kitsch» como es el «Calígula» perpetrado por Tinto Brass.

Como antídoto a este despropósito de dos horas y media, que ni siquiera logró salvar un buen reparto, nada mejor que recurrir a un conjunto de clásicos del cine italiano recientemente editados en Blu Ray y que, a diferencia del título anterior, sí cuentan con un buen director. «Confidencias», penúltima película de Luchino Visconti, es un retrato crepuscular de un solitario profesor, Burt Lancaster, cuya vida se trastoca por completo tras la incursión de una estrambótica familia, encabezada por Silvana Mangano y con la presencia de Helmut Berger, postrero amor de Visconti. No logró el mismo reconocimiento, pero Mauro Bolognini firmó buenas películas, como «La herencia Ferramonti», en la que sobresalen Anthony Quinn y una perturbadora Dominique Sanda, pieza angular de esta historia de codicia y traición. Otra actriz de la que podemos disfrutar en sus primeros años de profesión es Claudia Cardinale gracias a «La chica de la maleta», de Valerio Zurlini, con un jovencísimo Jacques Perrin prendido de amor. Dino Risi es considerado uno de los grandes maestros de la comedia italiana y aunque «Perfume de mujer» es probablemente su mejor película, destaca más por su ternura que por el humor, además de por el soberbio trabajo de Vittorio Gassman, en la piel de un militar ciego. Éste también se encuentra en el reparto de la película coral «La cena», de Ettore Scola, en el que brilla la siempre estupenda Fanny Ardant.