
Sucesos
El acusado de asesinar brutalmente a su esposa en Dos Hermanas se excusa en “la mezcla de alcohol y la diabetes”
La Fiscalía ha rebajado de veinticinco a veintitrés años de cárcel la petición de condena por la atenuante de confesión

La Fiscalía ha rebajado de veinticinco a veintitrés años de cárcel la petición de condena para el hombre que mató a su esposa en Dos Hermanas (Sevilla) de nueve hachazos en la cabeza, tras darle antes decenas de puñetazos y patadas, y que ha dicho que su mujer “estaría viva” si él hubiera dejado la bebida.
La magistrada-presidenta del Tribunal del Jurado de la Audiencia Provincial de Sevilla ha dejado este viernes visto para veredicto el juicio contra E. V. T., a quien la fiscal ha considerado culpable de un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, mientras que dos de sus tres hijas han ratificado su solicitud de que sea condenado a prisión permanente revisable.
En su turno de última palabra, el encausado ha pedido perdón a sus hijas y nietos, así como a la familia de la víctima y a “todos” los que han participado en el juicio, según han informado fuentes judiciales a Efe.
“Estoy seguro de que si yo no hubiese bebido, mi mujer estaría viva. La mezcla del alcohol y la diabetes era una bomba y un médico ya me dijo que me iba a buscar la ruina”, ha añadido.
La fiscal ha suavizado su calificación inicial al considerar que el acusado llamó a su hija y al 112 para contarles lo que había hecho, por lo que ha estimado la atenuante de confesión.
En la última sesión del juicio se ha escuchado precisamente la segunda de esas llamadas, en la que E. V. T., tras dar su nombre y el de su esposa y la dirección de la casa, le dijo a la operadora “he matado a mi mujer, le he dado dos leñazos y la he matado”.
La representante del Ministerio Público también ha tenido en cuenta que “esperó a los policías y les enseñó donde estaba” el cuerpo de su cónyuge, si bien ha negado que esa “colaboración” pueda compararse con el caso de Marta del Castillo, como mencionó el abogado defensor en sus alegaciones previas.
La fiscal, por otro lado, ha pedido al jurado popular que el procesado “no les dé pena” porque “no es un enfermo ni un alcohólico”.
“Nos quiere vender una película que no se la cree nadie”, ha asegurado la funcionaria, quien ha recordado que las personas que estuvieron con E. V. T. en el bar momentos antes del suceso indicaron que el encausado “iba normal”, a lo que ha sumado que los policías que acudieron al lugar del crimen vieron que “no presentaba ningún síntoma” de ir “borracho como una cuba”, como alegó el investigado.
Para el Ministerio Público, la condena a E. V. T. sería “el mejor homenaje” a la víctima.
La defensa del acusado, por su parte, ha renunciado a pedir la absolución y ha solicitado que sea castigado por un delito de lesiones con resultado de muerte.
En su informe, el abogado ha destacado que su cliente “no tenía planeado” matar a su pareja y que, si no hubiese querido colaborar, “se la lleva a un monte, porque es cazador, la entierra y a esta señora la encuentran dentro de cinco años”.
En la última sesión del juicio también se ha leído el testimonio de una de las tres hijas de E. V. T., quien señaló al juez instructor que su padre maltrató a su madre “verbal y físicamente” durante su matrimonio.
También ha comparecido un perito de la defensa que examinó al procesado, quien le dijo “en diez minutos he arruinado la vida de mi familia”.
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