La Fiscalía abre diligencias por la vacunación de cargos de EPES-061 en Málaga

“Le informo que con esta fecha -el pasado 22 de marzo- procedo a incoar diligencias preprocesales”. De esta forma comunicó el fiscal jefe provincial de Málaga al sindicato CGT, a través de un escrito al que tuvo acceso LA RAZÓN, que investigará la vacunación del gerente y de otros altos cargos de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES-061) en esa provincia, tras denunciar la organización sindical que lo hicieron de forma indebida.

Desde CGT mantienen que “se vacunaron sin corresponderles, cuando ni siquiera todo el personal de atención directa del 061 lo estaba y mientras los grandes grupos de riesgo no habían recibido” todas las dosis y los engloba en el grupo de los que han denominado “trincavacunas”. En un comunicado, el sindicato señala que el gerente de EPES-061 “es miembro del comité de expertos de la Junta” y critica que se vacunó con la primera dosis “aprovechándose del cargo, a pesar de no corresponderle”, según los protocolos establecidos, “quitando así́ una vacuna muy necesaria a personas y profesionales que las necesitan de verdad”, han censurado.

La organización sindical dice desconocer si el gerente llegó a recibir la segunda dosis, ya que “no asistió a la cita que tenía concertada en el centro de salud Trinidad Jesús Cautivo de Málaga” y espera que la investigación judicial, que adelantó “El Libre”, llegue “hasta el final” para aclarar lo sucedido y, si se demuestran, “condene las actuaciones impropias tanto del gerente del 061 como de la directora provincial de Málaga”. En relación al primero de ellos, desde CGT anotan que se trata de “un alto cargo por designación política, sin atención directa a pacientes, que lleva meses realizando sus labores fundamentalmente mediante el teletrabajo”.

En el contexto de lo relatado, la entidad sindical pide al presidente de la Junta, el popular Juanma Moreno, que “destituya de forma inmediata a quienes haciendo gala de sus influencias con las más reprobables actuaciones”, han antepuesto “el ‘salvar su culo’ al interés general de quienes son grupos de riesgo directo ante la pandemia”, evidenciando, a juicio de CGT, “egolatría” y “falta de ética”.