Tribunales
Visto para sentencia el juicio que ha hecho que la utópica Marinaleda sea señalada por “abusos” laborales
Trabajadoras de ayuda a domicilio afirman que se modificaron sus condiciones como “represalia” por afiliarse a CGT, aunque fuentes municipales lo niegan
Nada es desapasionado, si tiene que ver con Marinaleda, el “utópico” municipio sevillano gobernado desde 1979 por el histórico líder jornalero Juan Manuel Sánchez Gordillo. Hoy ha quedado visto para sentencia el juicio que arrancó con la queja de un grupo de trabajadoras del área de ayuda a domicilio por los “abusos” del ayuntamiento de ese enclave, símbolo de la lucha obrera. Denunciaron que el consistorio les impuso una supuesta ampliación de la jornada laboral de 35 a 37,5 horas semanales, así como unos turnos que impedían la conciliación familiar, al incluir hasta cuatro horas de diferencia entre un servicio y el siguiente. La falta de entendimiento hizo que el asunto acabara en los tribunales, hasta llegar a la vista oral que ha acogido estos días el juzgado de lo Social número 8 de la capital hispalense.
Siete de las 11 empleadas del bloque de ayuda a domicilio están afiliadas a CGT, hecho que vinculan a lo sucedido, al entender que la modificación de las condiciones laborales fue una “represalia” por “organizarse” en una sección sindical. De hecho, fuentes del sindicato lamentan las “actuaciones antilaborales y antisociales” que han soportado sus “compañeras” y se muestran “optimistas” ante la decisión judicial, ya que confían en que pueda “ser el inicio de un nuevo rumbo en las relaciones laborales para toda la plantilla del Ayuntamiento de Marinaleda”.
Las demandantes habían solicitado la comparecencia del propio Sánchez Gordillo, pero renunciaron a ello, tras alegar el consistorio que no era posible por motivos de salud. Quien sí ha tenido que desfilar por el órgano judicial ha sido el primer teniente de alcalde de la localidad sevillana, Sergio Gómez.
Fuentes municipales, de su lado, niegan que se hayan “pisoteado” los derechos laborales de esas trabajadores y también esperan que la Justicia se ponga de su parte en lo que creen un “malentendido” que se tendría que haber resuelto en los márgenes de Marinaleda. Habrá que esperar, primero a que los representantes procesales de las distintas partes entreguen sus conclusiones y después a lo que dictamine el juzgado.
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