Política

Feijóo y Moreno quieren que el gasto sanitario sea “determinante” para fijar el reparto de la financiación

El presidente de Galicia evita un apoyo explícito al fondo de compensación de 1.700 millones que piden Andalucía, Murcia y Valencia para compensar el actual déficit

El presidente andaluz, Juanma Moreno, apoyó a Feijóo en Twitter
El presidente andaluz, Juanma Moreno, apoyó a Feijóo en TwitterJosé Manuel VidalAgencia EFE

La alianza autonómica por un nuevo modelo de financiación sigue ampliándose. La iniciativa promovida por Andalucía, a través de su presidente, Juanma Moreno, ha sumado este viernes otra adhesión para forzar al Gobierno a una negociación que aumente y mejore el actual reparto de fondos. Moreno ha recibido en San Telmo al presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, una visita diferente en el fondo a las dos previas, donde se reclamó un fondo específico transitorio de 1.700 millones anuales para igualar a las comunidades perjudicadas con la media de ingresos.

En septiembre Moreno inauguró las citas bilaterales con el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, y una semana después recibió a su homólogo de Murcia, Fernando López Miras. Las tres comunidades coinciden en el déficit de fondos del Estado que reciben, por debajo de la media española, y eso facilitó sendos acuerdos donde se pedía específicamente la articulación de ese fondo extraordinario, que las compensara mientras se acuerda la reforma. Aunque a priori las posiciones ideológicas pudieran estar más cercanas, dado que ambos pertenecen al PP, las reivindicaciones de Feijóo y Moreno distan en lo esencial: el criterio de reparto. Mientras Andalucía reclama que el peso poblacional sea determinante -algo que la beneficiaría al ser la comunidad con más habitantes de España-, para Galicia, acuciada por la despoblación, este sería un criterio contraproducente. Ambos han firmado una declaración institucional de 14 puntos, donde la financiación solo se aborda en los dos últimos. En ellos piden que “la corrección de los déficits de financiación con la incorporación de mayores recursos al sistema” y que se evalúe el gasto sanitario de cada comunidad, dado que, según Feijóo, este apartado se come más del 40% de los recursos que el Estado transfiere a las autonomías y debería ser “lo más determinante”.

El presidente gallego no ha apoyado explícitamente el fondo de compensación que piden Andalucía, Valencia y Murcia, aunque ha reconocido que Andalucía es la comunidad “más importante de España” por el número de habitantes. Sus reivindicaciones han girado en torno la exigencia de que la negociación multilateral se produzca en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera y que el garantice la igualdad entre los territorios. “No vamos contra nadie, salvo contra quienes no quieren dialogar”, ha advertido Feijóo, que ha exigido al Gobierno que practique “la cogobernanza” en la gestión de los fondos europeos Next Generation, al igual que Moreno. Aunque Feijóo ha respondido a la “invitación” de Moreno, no ha concretado por qué no no ha invitado a unirse a Andalucía al frente diferenciado que mantiene con las comunidades más despobladas, que reunirá en noviembre en Santiago de Compostela en principio a ocho presidentes autonómicos -si ninguno reconsidera su postura, como sucedió con La Rioja-, que aúnan el 55% del territorio y solo a algo más del 20 % de la población, según ha apuntado.

No obstante, ha admitido que “me parecen razonables los planteamientos que haga la Junta de Andalucía” al Estado. “Para acentuar las diferencias sobran reuniones en España”, ha asegurado el dirigente gallego al inicio de su intervención, donde ha detallado que se han abordado temas comunes, como el turismo, la transición energética, la pesca o la conexión de ambas comunidades a través de la Vía de la Plata del Camino de Santiago -cuyo mojón de inicio se ha situado este viernes en el monasterio de San Isidoro del Campo, en Santiponce (Sevilla)-. También han encontrado un punto de unión en los terribles incendios que han afectado a Galicia y Andalucía. “Galicia está muy acostumbrada a incendios muy duros”, ha resaltado Moreno, asegurando que “queremos aprender” de la experiencia acumulada en extinción. “Queremos estar preparados para lo que se nos vienen encima”, ha dicho en referencia a los “incendios de sexta generación, como el producido en Sierra Bermeja (Málaga)”,que calificó como “inapagable”. “Esos incendios lamentablemente se van a repetir”, ha augurado, llamando a “unir fuerzas”. En esa línea, ha avanzado que Andalucía y Galicia quieren liderar un “gran pacto de estado” para promover la coordinación materia de prevención y extinción de incendios y pedirán que se habilite un fondo extraordinario de lucha contra los incendios forestales que “nos permita modernizar nuestros dispositivos, cada vez más costosos, y desarrollar nuevos procesos”.

Moreno ha negado que estas reuniones bilaterales “rompan” el consenso del CPFF y las ha justificado porque “tenemos que asumir este liderazgo para llamar al atención del Gobierno”, al que ha acusado de “dejadez absoluta” con el “problema” de la financiación.

Las reivindicaciones de Andalucía siempre han ido en la línea de reformar un sistema de financiación que se acordó en el año 2009 con un horizonte de cinco años y todavía no se ha modificado. El perjuicio calculado para Andalucía, que estaría recibiendo menos fondos de los que le corresponden por población, ha sido cifrado por la Junta en cuatro millones de euros al día. La propuesta conjunta con las comunidades más perjudicadas, que serían Andalucía, Valencia y Murcia, es articular un fondo extraordinario anual de 1.700 millones de euros que compense ese déficit, mientras se cierra un acuerdo entre el Estado y las autonomías.

Déficit histórico

La Junta priorizó las reuniones con la Comunidad Valenciana y Murcia porque son las tres regiones a las que daña especialmente la actual distribución de fondos. El sistema provoca que las dos últimas reciban porcentualmente la cantidad más baja, el 94,4% de los que les correspondería por población; mientras que Andalucía se sitúa cuatro puntos por debajo de la media española dentro del régimen común, según la liquidación de 2019 del sistema de financiación de las comunidades autónomas de régimen común, publicado por Fedea. El techo de las más beneficiadas lo marca Cantabria, cuyos ingresos se situaron 24 puntos por encima de la media, con una diferencia de 29,6 respecto a Murcia y Valencia.