28-F
Del «Tú lo has querido» de Rajoy al mando en plaza con Feijóo
Juanma Moreno llega al 28-F con su liderazgo nacional afianzado a punto de cumplirse ocho años de su nombramiento como presidente del PP de Andalucía
Este 2 de marzo se cumplenocho años del nombramiento de Juanma Moreno al frente del PP de Andalucía. Con el histórico «Tú lo has querido, Juanma» del Congreso de Sevilla de Rajoy comenzó la ardua tarea de sustituir a Arenas y la cuasiepopéyica de alcanzar la Presidencia de la Junta de Andalucía. Del cuestionamiento inicial y las miradas de reojo por el peor resultado del PP en las andaluzas, Juanma Moreno ha pasado a ser con Alberto Núñez Feijóo (y con Díaz Ayuso en cuarentena por las contrataciones que denunció Casado) el gran referente del centro derecha en toda España.
Moreno, en ocho años, ha adoptado numerosas banderas que, en parte, explicaban la hegemonía socialista en la comunidad durante casi 40 años. Entre ellas, el andalucismo que este 28-F se celebra. No en vano, Vox reitera, como argumento de oposición al presidente andaluz que «sueña en socialista». El mandato de Moreno se viene caracterizando por las formas templadas, la aplicación del ideario liberal en la medida de lo posible –con diversas bajadas de impuestos– y la asimilación de «las banderas» –en palabras del portavoz Bendodo– del socialismo «haciéndolas verdaderas». Esto es, el citado andalucismo, la sanidad –en los últimos meses en cuestión por la presión en la atención primaria durante la sexta ola–, la educación o la dependencia. El equipo de Moreno ha sabido actualizar y modernizar los viejos eslóganes del socialismo y los mensajes-fuerza como «convertir Andalucía en la locomotora económica de España».
En lo institucional, Moreno se ha labrado una imagen también moderada alejada del tópico del «señorito» que lastraba la imagen de la derecha en Andalucía más allá de las capitales de provincia, donde el PP hace décadas que alcanzó el poder.
La próxima parada de Moreno es la recuperación de Andalucía con y tras la pandemia y la reelección, con cita con las urnas, a todas luces ya, a final de ejercicio. Los datos económicos corroboran la política de estabilidad y el Ejecutivo de Moreno continúa haciendo guiños a sectores en los que el auge de Vox puede restar votos. En las mismas medallas de Andalucía de hoy se reconoce a los cazadores, militares, a Blas Infante (más andalucismo y represaliados del franquismo), el mundo del toro, un conservacionista como Delibes o una empresaria de la fresa, en pleno debate sobre el regadío en Doñana. No es descartable, por otro lado, por diferentes motivos, una crisis de gobierno para el último empujón a la legislatura, con el previsible refuerzo de áreas como Medio Ambiente, envueltas en la polémica en los últimos meses tras la presentación en el Parlamento de una iniciativa de PP, Cs y Vox por los regadíos en el Parque Nacional.
En lo orgánico, Juanma Moreno ha pasado de subalterno y apuesta de Rajoy, con la mediación de Soraya Sáenz de Santamaría, a una de las alternativas que aparecieron en las quinielas como posible presidente del PP nacional, una aspiración que Moreno no tiene, «centrado en Andalucía», otro de los lemas de fin de curso. Sin embargo, el papel jugado por el presidente andaluz ha sido determinante a la hora de suturar la crisis popular. Finalmente, la hoja de ruta que se siguió –desde la discreción marcada, sin aspavientos– fue la vía de «la generosidad» de la que habló Moreno, que fue el primer barón en pronunciarse tras la reunión con Casado en la ya madrugada del martes, visiblemente afectado por la situación –de por medio, una amistad de años– pero firme en las palabras. Fue Moreno quien apeló a Feijóo como solución de la crisis popular, cuya finalidad última –al margen de la polémica suscitada– es ganar las próximas elecciones frente a Pedro Sánchez, una posibilidad que se escapaba con los acontecimientos en Madrid de los últimos meses, de la votación errónea en la reforma laboral a esta parte, a lo que se sumaba el desgaste de los territorios con la secretaría general.
Moreno gana peso en el nuevo PP que se configurara en el próximo Congreso del 2 y 3 de abril. Sevilla y Málaga son algunas de las capitales que suenan para el evento, lo que puede interpretarse como otro espaldarazo a Moreno. La capital hispalense ha sido sede de varios congresos históricos del PP y puede seguir la tradición. Feijóo, que ya era el candidato favorito en las anteriores primarias pero finalmente no dio el paso, por lo que el PP andaluz fue con Soraya Sáenz de Santamaría, ha sido señalado por Moreno como su modelo en reiteradas ocasiones. El espejo en que se mira y su aspiración de lograr la mayoría absoluta. El presidente gallego también valora y destaca la labor de Moreno en Andalucía. Han sonado nombres como Bendodo como hombres fuertes en Madrid pero el presidente andaluz no quiere desprenderse de su mano derecha y pegamento del pacto con Cs de cara al objetivo primordial de repetir mandato. Con todo, los andaluces sí tendrán un gran peso en esa nueva ejecutiva de Feijóo, previsiblemente. Internamente, en Andalucía también gana peso Moreno. Había cuatro presidentes provinciales casadistas o nombrados por García Egea y todos se alinearon con Moreno.
La oposición comienza a criticar a Moreno por dedicar tiempo a los problemas orgánicos –«Esta tierra no necesita un presidente del PP, sino un presidente de Andalucía», señaló la socialista Ángeles Férriz en el Pleno–, en línea con las críticas que ya hacía el PP en la etapa convulsa de Susana Díaz. Moreno ha defendido, como incluso puso de relevancia en un tuit a Pablo Casado en plena polémica, que Andalucía es lo primero. «No me hagas elegir». En este sentido, el previsible nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo lo tiene claro y así lo remarcó en el Congreso del PP-A: «Juanma Moreno ya no es del PP, es andaluz 100%». Moreno aspira a repetir mandato en Andalucía y a gobernar con una amplia mayoría. El partido le preocupa pero la principal ocupación de Moreno es no depender de Vox para gobernar.
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