Europa League

El equipo que nunca se cae

Un gol de Munir da ventaja para ir al campo del West Ham a un Sevilla que volvió a competir pese a tener una decena de bajas

Tecatito chuta ante Zouma durante el Sevilla-West Ham de la Europa League
Tecatito chuta ante Zouma durante el Sevilla-West Ham de la Europa LeagueDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

¿Hasta dónde llegará el Sevilla? Todo el mundo sospecha que no muy lejos, habida cuenta del estado ruinoso en el que se encuentra un plantel que contaba con nueve bajas en su convocatoria... y se sumó la de Rakitic en el calentamiento. Con lo puesto, literalmente, se midió Lopetegui al West Ham, un equipo de presupuesto astronómico como corresponde a la Premier y que, no exento de futbolistas de clase, cuenta con la virtud más dañina ahora mismo para el maltrecho grupo que pastorea el vasco: toneladas de fuerza física. Pues ganaron los sevillistas por la mínima y, ¿usted se atreve a decir que lo van a eliminar en Londres? Meritazo.

La primera mitad fue uno de esos duelos asfixiantes que tanto gustan al entrenador del Sevilla, un especialista en apelmazar los partidos. Hubo alguna ocasión local resuelta con demasiada timidez por Munir o En-Nesyri, pero hubo, sobre todo, dos paradones de Bono a Vlasic –cabezazo a bocajarro y tiro a la cepa del palo– que profundizaron en la causa de beatificación del portero sevillista.

Munir El Haddadi con el Sevilla.
Munir El Haddadi con el Sevilla.AFP7 vía Europa PressAFP7 vía Europa Press

Según costumbre en el Sánchez-Pizjuán, el Sevilla salió en la segunda parte con la portería contraria en el punto de mira y cantó bingo en una falta lateral primorosamente ejecutada por Acuña y mejor culminada, con un tiro a bote pronto, por Munir, que pilló a contrapié a Areola. La pizarra de Pablo Sanz está dando grandes réditos a los sevillistas en la estrategia. La desventaja no espoleó al West Ham, al contrario, lo sumió en un momentáneo agobio y su anfitrión aprovechó esos minutos para buscar el segundo tanto con oleadas que remataron, son fortuna, Óliver, Tecatito y Ocampos. En honor a la verdad, debe reseñarse también una magnífica oportunidad para Lanzini, cuyo remate franco en el punto de penalti bloqueó Navas con instinto de pantera y ardor de juvenil.

En los últimos minutos, quizá porque carecía de unos recambios dignos de tal nombre, Lopetegui firmó el 1-0 y David Moyes pareció hacer otro tanto, confiado quizás en la remontada en su campo. Tiene argumentos el West Ham para meterse en cuartos, naturalmente, pero se enfrenta con obligación de ganar a un equipo que no pierde casi nunca.