El jurado declara culpable de asesinato al hombre de 61 años acusado de estrangular a su suegra en Sevilla

Un jurado popular ha declarado culpable de asesinato al hombre de 61 años acusado de estrangular a la madre de su pareja, de 70 y nacionalidad rusa, porque no soportaba la convivencia desde que ella se había mudado desde su país natal, Rusia, al piso de Sevilla donde su hija vivía con Rafael M.A. Según los nueve hombres y mujeres que han enjuiciado este caso, el investigado aprovechó la debilidad física de la víctima y que estaba “somnolienta” y “le pasó un brazo por el cuello y tiró hacia atrás” para así acabar con su vida.

El juicio contra el acusado ha quedado este viernes visto para sentencia en la Audiencia Provincial de Sevilla con una petición de veinte años de cárcel por parte de la Fiscalía y otra de quince, “la pena mínima” por el delito de asesinato”, por parte de la defensa, que en todo caso recurrirá el fallo.

En la lectura del veredicto, la portavoz del jurado ha relatado que, por una mayoría de siete votos, han considerado probado que Rafael M.A. mantenía una relación de pareja “análoga a la matrimonial” con la hija de la víctima y se aprovechó de que esta tenía 70 años cuando ocurrió el suceso, en agosto de 2019, y de que sólo pesaba 39 kilos como consecuencia de un “deplorable estado de salud” en el que, entre otras cosas, influía que la propia pareja de su hija le hacía tomar diazepam sin prescripción médica.

Por la misma mayoría de votos, el jurado también ha considerado que el encausado la atacó “por sorpresa” y sin que ella pudiera defenderse. Y por un voto más, ocho, lo ha declarado “culpable de matar consciente e intencionadamente y de forma alevosa” a su suegra.

El jurado ha restado toda credibilidad al perito que aportó la defensa, que argumentó que Rafael M.A. vio a la víctima inconsciente y la arrastró hasta el baño para intentar salvarla, y ha asegurado que su informe “incurrió en contradicciones”. “La muerte fue violenta y no por causa natural”, ha indicado la portavoz.

El jurado, además, ha resaltado que el acusado también estuvo “falto de credibilidad” en su testimonio. “Mantuvo presionado el cuello durante bastante tiempo. Pudo prever el resultado mortal de su acción por la debilidad de la víctima. Actuó movido por que su relación con su pareja había empeorado sensiblemente desde que llegó la madre”, ha explicado la jurado.

El veredicto también expone que el acusado “le suministraba diazepam y conocía el estado de salud de la víctima, deplorable por varias enfermedades”.