Todos los santos

Cádiz, una joya para los amantes del necroturismo

La provincia atesora cementerios tan peculiares y galardonados como los de Olvera y Villaluenga

Cementerio de Olvera (Cádiz)
Cementerio de Olvera (Cádiz)La RazónLa Razón

Parte del patrimonio cultural e inmaterial de las localidades en las que se encuentran, los cementerios, con su extraordinario magnetismo, se han convertido en los últimos tiempos en un potente reclamo turístico. Los entornos en los que se localizan, la peculiaridad de sus estilos, las historias que encierran y ese lado artístico que reflejan sus esculturas y grabados, los han convertido en espacios de gran atractivo para un gran número de visitantes. Fenómeno con gran tradición en Europa y que recibe el nombre de necroturismo. La provincia de Cádiz cuenta con un extraordinario patrimonio, con cementerios reconocidos a nivel nacional e internacional, caso de los de Olvera y Villaluenga del Rosario. Aquí, te ‘abrimos’ las puertas de algunos de los más singulares.

Villaluenga del Rosario

Asentado en la parte alta del pueblo, en la calle Torre, este camposanto ha cobrado vida al resguardo de un templo que fue víctima de los feroces ataques de las tropas napoleónicas. De gran belleza y valor arquitectónico, en él se localizan distintos tipos de enterramientos, desde nichos incrustados en los muros de la antigua iglesia hasta tumbas en el suelo o nichos más recientes. Un pequeño y mágico cementerio que ha sido catalogado en distintas ocasiones como uno de los más bellos de España y que forma parte de la Ruta Europea de los cementerios.

Olvera

Localizado a los pies de su imponente castillo, en uno de los enclaves históricos y más notables del casco urbano, se encuentra el Cementerio Parroquial de Olvera. Un bello y cuidado lugar de descanso que se acomoda en la fortaleza; blindado por el castillo y murallas árabes, a un lado, y por las casas, a otros. De su extraordinaria belleza y legado histórico habla que en 2019 fue declarado el cementerio más bonito de España.

Grazalema

Anexo a la ermita que es templo de la patrona de la localidad, la Virgen de los Ángeles, se encuentra el Cementerio Parroquial de Grazalema. Un pequeño y acogedor campo santo en el que destacan el blanco de la cal de los Pueblos Blancos, las imágenes religiosas y el color de las flores que adornan sus nichos. Con vistas privilegiadas a Grazalema, este cementerio, se inspira en los cementerios del siglo XVIII.

Medina Sidonia

A los pies de ese tesoro histórico y arquitectónico que es la localidad asidonense, se encuentra el cementerio de Medina, un espacio que se muestra con una fachada en la que el blanco de la cal y el albero dibujan una gran puerta de medio arco cerrado y rematado en media punta. De dos alturas, resaltan sus jardines centrales, en los que se localizan algunos mausoleos y enterramientos en tierra. Multitud de flores e imágenes blindan los pasillos en los que se localizan los nichos.

Benamahoma

Bello rincón de recogimiento a los pies de un escenario de naturaleza exuberante (Parque Natural Sierra de Grazalema), el cementerio de Benamahoma se abre paso a través del camino que conduce a ese monumento natural llamado Pinsapar. Pequeño y luminoso, este lugar de homenaje y encuentro de los benamahometanos, meticulosamente cuidado por generaciones y generaciones, tiene el encanto y la profundidad de esos lugares íntimos en los que el tiempo parece detenerse.

Cementerio de Benamahoma
Cementerio de BenamahomaLa RazónLa Razón

Benaocaz

Junto a la Ermita de San Blas, el cementerio de Benaocaz se cita en documentos del Cabildo en el siglo XVIII, aunque las lápidas más antiguas datan de la segunda mitad del XIX. Se trata de uno de los escasos campo santos parroquiales de la Sierra de Cádiz que se conserva y sitúa en el casco urbano, ya que es anterior a los mandatos de expulsión de los mismos a las afueras a finales del XIX por medidas sanitarias.

Paterna

De muros de cal blanca y pasillos estrechos, el cementerio de Paterna de Rivera se encuentra en el casco urbano de esta localidad de la comarca de La Janda. En él descansa gran parte de la historia de esta población, de sus gentes, destacando la gran escultura que sirve de homenaje y recuerdo a las personas que forman parte de la memoria histórica de este territorio y del conjunto de la provincia.