Medio Ambiente
Greenpeace critica que el Estrecho sea una gasolinera “low cost marítima”
“La mejor barrera contra la contaminación de las playas de la bahía de Algeciras sería un acuerdo entre los gobiernos de Gibraltar y el español para poner límites al bunkering mafioso”, señala
Greenpeace ha criticado hoy que el Estrecho de Gibraltar, “una zona que tiene tantos espacios naturales cerca”, se exponga “a diario” al “transporte de mercancías peligrosas” y sea “básicamente la gasolina low cost marítima”, con lo que el accidente del buque “OS 35″ no es “un caso aislado”.
“La mejor barrera contra la contaminación de las playas de la bahía de Algeciras sería un acuerdo entre los gobiernos de Gibraltar y el español para poner límites al bunkering mafioso en sus aguas”, afirma en una nota de prensa difundida hoy Francisco del Pozo, coordinador de combustibles fósiles de Greenpeace.
Greenpeace recuerda que el accidente ocurrido esta semana “no es un caso aislado”.
“En agosto de 2008, un buque de chatarra, el New Flame, colisionó con un petrolero, el Torm Gertrud, muy cerca de Gibraltar y se hundió en la zona. El hundimiento provocó un derrame de fuel y otros productos químicos. Otros buques como el Samotraki, el Tawe o el Fedra han seguido la misma suerte en la zona estos últimos años”, relata.
“La realidad es que la bahía de Algeciras tiene un tráfico de los más intensos del mundo, y no solo por su situación geográfica privilegiada o por carga y descarga en sus puertos: los buques van a repostar combustible en la bahía (bunkering, en el argot náutico)” y “cargar combustible en el mar es una maniobra muy arriesgada que puede provocar vertidos de hidrocarburos”.
Greenpeace afirma que “la bahía de Algeciras es básicamente la gasolina low cost marítima donde se cargan miles de barcos todos los años desde gabarras o gasolineras flotantes, sin las condiciones de seguridad necesarias y a un precio menor que en otros puertos, puesto que en Gibraltar no se paga la tarifa Marpol”.
La organización conservacionista alerta además de que que el “OS 35″ podía haber causado un grave accidente ya que colisionó con el buque metanero “Adam LNG”, que estaba vacío y no sufrió daños en la colisión”.
Pero, de haber estado cargado, “podía haber llevado a bordo una bomba climática, y no por su explosividad, sino porque los 162.000 m3 de gas licuado (mayoritariamente gas metano) que suele llevar, vertidos a la atmósfera en caso de accidente, supondrían un ‘chapapote invisible’”, equivalente a las emisiones de siete millones de coches en un año.
“La crisis energética ocasionada tras la invasión de Putin contra Ucrania y el corte del suministro del gas ruso hacia Europa está convirtiendo a España en la gran vía de entrada de gas para Europa, sobre todo si financia la construcción del tercer gasoducto con Francia (Midcat)”, añade.
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