Economía

La apicultura entra en zona de supervivencia

La sequía hace que la producción se reduzca en torno a un 50% y los apicultores catalogan las ayudas de la Política Agraria Comunitaria como «limosnas»

La apicultura entra en zona de supervivencia
La apicultura entra en zona de supervivenciaLa Razón

Prado del Rey es una de las capitales gaditanas y andaluzas de la miel. Territorio con el mayor número de apicultores de la provincia, la localidad serrana ha celebrado recientemente la décima edición de un evento, Feria de Apicultura Sierra de Cádiz, que sirve de escenario para la exposición de productos relacionados con la miel y, no menos importante, para el diálogo y el debate sobre el presente y el futuro del sector.

Presente y futuro que no son los más halagüeños para un sector que mueve en la provincia 6 millones de euros, emplea a unas 200 personas y luce su mayor músculo en la Sierra de Cádiz, con alrededor de 6.000 colmenas; el 80 por ciento de las existentes en el conjunto de Cádiz.

«Tal y como se está desarrollando el año, mucho nos tememos que el futuro pueda ser aún peor para nuestro sector. Sin lluvia, la producción de néctar será menor y, además, las abejas lo van a tener aún más complicado para sobrevivir», señala Fran Romero, gerente de una de las empresas referente del sector, Miel El Zanganillo (Prado del Rey).

«Antes –apunta a modo de ejemplo– no había que ir tan frecuentemente a ver el estado de las colmenas; ahora, en cambio, hay que estar más pendientes de su situación y de proporcionarle a las abejas el agua que necesitan».

Comarca de La Janda

Con 1.500 colmenas repartidas por entornos tan diversos y ricos en floración como la Sierra de Cádiz, el Parque Natural de Los Alcornocales y otras localizaciones de la comarca de La Janda, este apicultor pradense teme que pueda seguir perdiendo colmenas. «Venimos de una larga sequía, en la que hemos perdido numerosas colmenas, y, de seguir así la situación, mucho me temo que tanto yo como el resto de apicultores de la provincia estamos abocados a seguir perdiendo más».

Sequía y pérdida que van en detrimento de la producción de miel y se refleja en la ‘cuenta de resultados’. «La producción ha bajado este año de forma significativa, en torno al 50 por ciento respecto a 2022», de ahí que Fran Romero hable de «ganancias que han sido pérdidas» y, por tanto, de «situación de supervivencia».

Con no ser suficiente la situación que padecen, los apicultores aumentan sus quebraderos de cabeza con la influencia negativa que está teniendo en las colmenas y en sus individuos la acción de la avispa oriental, «especie que hace ya dos años entró a Andalucía por el puerto de Algeciras y que está haciendo una auténtica escabechina». «Se mete en las colmenas –explica– y mata de forma indiscriminada a sus ocupantes, haciendo un daño tremendo». «Lamentablemente, para esta ‘guerra’, como para otras tantas (caso de la miel que llega de China), no contamos con el apoyo de las instituciones».

La PAC, insuficiente

Fran Romero va más allá y subraya que «las únicas ayudas, limosnas diría, que hemos recibido han sido las de la PAC por sequía y no nos han llegado ni para pagar la gasolina que hemos empleado para ir a las colmenas para poner agua».

Frente a este panorama de cierta desolación, el gerente de Miel El Zanganillo destaca que, «pese al descenso en la producción, la calidad de nuestra miel sigue siendo excepcional». De ahí que señale que «haría falta que desde las administraciones se hiciera un esfuerzo mayor para concienciar al consumidor de la gran diferencia que existe entre nuestra miel y otras. Se antoja fundamental para que entiendan la diferencia de precios y la consuman».

Cabe destacar que la presencia de las abejas y su actividad son fundamentales en nuestra alimentación y, a su vez, indicativas del estado de salud de nuestro entorno natural. Un entorno que se está viendo seriamente afectado por la sequía y las altas temperaturas.