Ganadería

Fraude en la carne de retinto: "Entre un 70 y un 80 por ciento de vendedores está mintiendo al consumidor"

Los productores señalan que «muchas explotaciones se han visto obligadas a tener que comprar agua» ante la sequía

Ejemplares de vacas de raza retinta pura en una explotación extremeña
Ejemplares de vacas de raza retinta pura en una explotación extremeñaLa Razón

Muchos son los iconos de los que hace gala la provincia de Cádiz en materia de productos gastronómicos de máxima calidad. Quesos artesanales de renombre mundial; carnes de caza de extraordinaria calidad; mieles con los aromas florales de los parques naturales de Grazalema y Los Alcornocales; atún rojo de las almadrabas más milenarias y selectas que existen y dulces de Medina Sidonia, siglos atrás capital de la exquisita repostería árabe, son algunas de esas delicatessen con marca Cádiz. Bocados entre los que es obligado incluir una de las razas ganaderas más emblemáticas de la provincia y, por extensión, de Andalucía, la Retinta.

Fácilmente reconocible por su característico color caoba, cornamenta y cuerpo corpulento, la Retinta ha encontrado su particular paraíso en los campos y dehesas (ricas en vegetación) de Conil de la Frontera, Barbate, Vejer de la Frontera, Zahara de los Atunes, Alcalá de los Gazules, Jerez de la Frontera, Tarifa... Territorios de secano en los que su presencia se remonta siglos atrás, procedente de tres troncos (Rubia gaditana, Colorada andaluza y Roja extremeña), y en los que, al igual que en el resto de Andalucía, sufre en los últimos años las consecuencia de la sequía.

«La situación este año ha sido muy complicada para nuestra raza; algo que, obviamente, se puede extrapolar al resto de ganaderías. Y lo ha sido principalmente en el extensivo y, en particular, en provincias como la de Cádiz, donde la sequía está haciendo más daño. No se trata solo de que hayan disminuidos los pastos; también se han producido importantes incrementos de precio en productos como la paja (se ha triplicado) y, además, muchas explotaciones se han visto obligadas a tener que comprar agua», señala José Antonio Pérez García, secretario ejecutivo de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado de Vacuno Selecto de Raza Retinta.

Con ser complicada la situación, «afortunadamente, debido a la extraordinaria adaptabilidad de nuestra raza a estas condiciones de sequía severa, no tenemos constancia de que se hayan producido cierre de explotaciones», algo que, por el contrario, sí ha ocurrido en ganaderías de otras razas.

Fenómeno, el de la sequía y sus consecuencias, que, “eso sí, ha afectado a los precios de la carne, que se han tenido que encarecer, aunque no demasiado». «Esto, a diferencia de lo que sucede con otras carnes más baratas (cerdo blanco y pollo)», apunta, «ha tenido cierta influencia en el consumo. Aunque, al tratarse de una carne minoritaria porque está certificada, es de animales puros y están inscritos en un libro genealógico, nos ha permitido mantener unos buenos niveles de demanda y venta, sobre todo en Extremadura y Andalucía».

El fraude crece

Además de los contratiempos originados por la falta de lluvia, la Asociación Nacional de Criadores de Ganado de Vacuno Selecto de Raza Retinta mantiene un segundo frente, el fraude, que no ha parado de agravarse. «El problema del fraude no solo sigue estando ahí; es más, sigue aumentando».

«Desgraciadamente, cuanto más prestigio adquiere nuestra carne certificada, más fraude se produce. Concretamente, en Andalucía está suponiendo un problema, ya que existe entre un 70 y un 80 por ciento (no sabría concretarlo bien) de vendedores que está mintiendo al consumidor; el otro gran damnificado junto a quienes hacen una importante inversión para lograr la certificación de su carne Retinta». De ahí que desde la asociación se invite al consumidor a que tenga una actitud activa y que «exija que le muestren que verdaderamente está pagando por carne certificada de Retinto».

Por otra parte, en cuanto a las administraciones se refiere, «reclamamos apoyo en la lucha contra el fraude, ya que nosotros no somos una asociación con medios para perseguirlo. Si bien es cierto que, en lo que a Andalucía se refiere, cuando hemos lanzado las alertas han mandado inspectores. En nuestra opinión, debería ser una norma más dentro de las inspecciones sanitarias el control de los etiquetados, la trazabilidad, etc., ya que afecta mucho a quienes, con gran esfuerzo, producen estos alimentos de calidad».

Asimismo, José Antonio Pérez García, destaca la importancia de que, «ayuntamientos como los de Conil, Barbate, Zahara de los Atunes, etc. pongan en valor en sus rutas gastronómicas la certificación del Retinto; algo que no ocurre en todos los lugares. Es muy de agradecer que lo hagan y que cuenten con nosotros».