"Tornaviaje"

Campo Minado

Carlos Pérez-Ariza: "El fugitivo dominando la agenda de la legislatura. El sobreviviente aceptando las exigencias del primero para evitar que le vuelen su gobierno. Estamos caminando por un campo minado

sta del la pintura del presidente Pedro Sánchez y Carles Puigdemont, dándose un beso en el mural del artista urbano TVBoy,
sta del la pintura del presidente Pedro Sánchez y Carles Puigdemont, dándose un beso en el mural del artista urbano TVBoy,EP

El enemigo está en casa. Vive en el palacio de gobierno. Desde allí es fácil distribuir su plan de acoso y derribo del territorio legislativo y el no menos esencial del judicial. El llamado ‘cuarto poder’, la prensa, ya está casi totalmente poseído, especialmente el audiovisual. Por las RRSS el bombardeo oficial es sostenido. La resistencia contesta a ese fuego con calibre menor.

El ejecutivo trabaja siguiendo la enseña bolchevique: ‘El fin justifica los medios’. La claudicación ante las exigencias catalanas es evidente. A este gobierno y sus socios parlamentarios les huele mal el actual Estado de Monarquía-Parlamentaria. Lo dicen a micrófonos abiertos. Su ideal ideológico es crear una nueva España: Un Estado, que reúna a un país de países. Un estado confederal. Eso significa, según un ponderado líder del PSOE, que la actual España sustituiría al actual Rey-jefe del Estado por un presidente con un primer ministro electos. Una III República estilo siglo XXI. Con una monarquía decorativa.

Por su parte, las fuerzas opositoras políticas, judiciales y ciudadanas, proclaman que dentro de la Constitución todo, fuera de ella nada. ¿Será suficiente tan loable intención para desarmar el plan Sánchez? La UE observa pasmada.

La mecánica del asunto está probada. El manual es el de Venezuela. El régimen venezolano, apadrinado por el castro-comunismo cubano, desmontó el estado democrático desde dentro. Empezó por crear una nueva Constitución hecha a medida, asaltó el poder judicial y lo completó controlando el estamento electoral. No fuera que se le escapara un voto adverso. Todo envuelto en un falso papel de regalo democrático, donde permiten que exista una oposición en sus cómodos pesebres. Ahora aquí el manual ha sido pulido, afinado. Claro, estamos en Europa.

España tiene que aprender a caminar por ese campo minado para desactivarlo y salvar la Carta Magna. “Habría que revisarla”, dicen algunos. Pues sí, de la Ley a la Ley.