Sanidad

Choque por la prescripción enfermera: "No queremos ser médicos"

El colectivo afea al Sindicato Médico Andaluz (SMA) crear una "alarma social innecesaria" y recuerda que lleva recetando desde 2010

Consulta de acogida en el centro de salud Nuestra Señora del Castillo en Lebrija
Consulta de acogida en el centro de salud Nuestra Señora del Castillo en Lebrija EP

Las enfermeras ya pueden recetar paracetamol e ibuprofeno que sobrepasen 600 y 400 gramos respectivamente. El Ministerio de Sanidad ha publicado una nueva guía para la dispensación de medicamentos por parte de los profesionales de enfermería para tratar la fiebre, como ya se hizo anteriormente con la diabetes, la hipertensión, las quemaduras, las ostomías y la anticoagulación.

Un paso más en el camino de la prescripción enfermera que no ha sentado bien al presidente del Sindicato Médico Andaluz (SMA), Rafael Ojeda. «El error es pensar que el crecimiento profesional de la enfermería puede hacerse suplantando las competencias del médico», advirtió en un duro artículo en el que también alertó de un «mayor riesgo de muerte». «Es solo cuestión de tiempo que alguien muera a causa de la falta de formación médica de este personal. Es solo cuestión de tiempo que alguien muera o sufra graves secuelas por un ictus tras ser atendido en una consulta de enfermería por una cefalea. Estos riesgos se irán expandiendo a medida que este plan progrese», denunció Rafael Ojeda.

Ante estas graves declaraciones, desde el Consejo Andaluz de Colegios de Enfermería han anunciado una «batería de acciones judiciales» que incluye una «querella criminal por delito de injurias contra el SMA»,

Desde el sindicato de enfermería Satse y la Asociación Andaluza de Enfermería Familiar y Comunitaria (Asanec) también han mostrado su rechazo a las declaraciones del presidente del SMA, a lque piden que «reconsidere sus afirmaciones».

«Desde el Sindicato Médico Andaluz han creado una alarma social innecesaria», reprocha el Secretario General de Satse en Andalucía, José Sánchez Gámez. En este sentido, recuerda que Andalucía fue la comunidad pionera en la prescripción enfermera y que esta competencia «nunca ha supuesto un choque con los médicos». Gámez, que trabaja como enfermero de Atención Primaria, insiste en que la ampliación de las guías de prescripción, además de agilizar el funcionamiento del sistema sanitario y la atención al paciente, supone «un importante ahorro». De hecho, apunta, «ya se vio cuando las enfermeras empezamos a prescribir productos no sanitarios, como los parches, las tiras reactivas o los pañales. La familia ya no decidía cuando se debían recetar, sino que era el enfermero el que vigilaba el uso racional».

Asegura que también va a suponer un ahorro que ahora puedan recetar ibuprofeno de más de 400 gramos, entre otros fármacos para la fiebre. « Los ibuprofenos de 400, por ejemplo, como no necesitan receta está más caro, ahora lo podemos prescribir para la fiebre, pero queremos que el paciente se sienta seguro y que sepan que, si algún enfermero duda, acudirá al médico», subraya el secretario general de Satse,

La nueva guía de prescripción para tratar la fiebre «está aprobada por sociedades científicas», recuerda. Por ello, dice Gámez, «no entendemos la postura del SMA. «No queremos competencias que no nos corresponden, solo desarrollar las que ya tenemos», apostilla. Y añade: «De farmacología tenemos los mismos créditos que los facultativos, estamos capacitados para prescribir».

Comunidad pionera

Andalucía es la comunidad pionera en materia de prescripción. Sus enfermeras llevan desde 2010 indicando medicamentos y productos sanitarios, pues es la única región que ha desarrollado y aplicado su propio decreto de prescripción enfermera (2009), que posteriormente adaptaron al Real Decreto nacional.

En la denominada prescripción colaborativa, la región cuenta con una serie de protocolos en los que las enfermeras realizan el seguimiento individualizado de los pacientes una vez que el médico ha pautado el tratamiento en patologías como la diabetes, la anticoagulación oral, sedación paliativa o el tratamiento con hipolipemiantes y/o antihipertensivos. En el ámbito público, las enfermeras ya tienen habilitado el sistema de receta electrónica para poder realizar la prescripción autónoma de medicamentos.