La Guardia Civil está llevando a cabo una operación de gran envergadura contra el narcotráfico que afecta a los principales clanes que operan en el entorno del río Guadalquivir, según ha informado este viernes un portavoz del instituto armado.

Esta macrooperación coordinada cuenta con la intervención de distintas especialidades de la Guardia Civil, que no ha ofrecido de momento más detalles de su desarrollo para no comprometer el resultado de las diligencias que se están practicando, ha indicado la fuente.

El subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano, ha destacado que esta macrooperación sea posible gracias a los esfuerzos en la ampliación de las plantillas de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, en la mejor dotación de recursos materiales y en la profesionalidad y gran capacidad que demuestra la Guardia Civil.

Según avanza este viernes Diario de Sevilla, precisamente esta semana ha sido detenido, junto a varios miembros de su familia, el considerado principal 'capo' de la droga en el Guadalquivir, que controlaría el río y la entrada de narcolanchas hasta incluso la capital sevillana.

Varias asociaciones y sindicatos vinculados a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado han denunciado a lo largo de los últimos meses la presencia de narcolanchas en Sevilla y la falta de medios suficientes para atajarla, mientras que responsables del Gobierno han relacionado su presencia en este entorno con la mayor presión policial en otras zonas del litoral andaluz.

GARRAFAS EN HUELVA

Por otro lado, la Guardia Civil ha intervenido en lo que va de mes en la provincia de Huelva 1.024 garrafas, con 25 litros de combustible cada una, en diferentes dispositivos operativos llevados a cabo con el fin de la erradicación de la red de apoyo logístico al narcotráfico. En total se ha intervenido total de 25.600 litros de combustible que han sido trasladados a sede policial.

Según ha indicado el Instituto Armado en una nota, entre las aprehensiones más destacadas se encuentran las 12 de junio, cuando la Central de la Guardia Civil 062 tuvo conocimiento de la presencia de tres embarcaciones cargadas con combustible en la costa de Isla Cristina para el suministro a otra embarcación semirrígida de las dedicadas al narcotráfico.

Por ello, se estableció un dispositivo coordinado con el Servicio Marítimo Provincial, patrullas Fiscales y de Seguridad Ciudadana, con el que se intervinieron tres embarcaciones recreativas y 215 petacas con combustible. Asimismo, en esta operación se detuvo a cinco personas por un supuesto delito contra la seguridad colectiva y otro de desobediencia grave a agentes de la autoridad.

Ese mismo día, en Punta Umbría, se detuvo al conductor de una furgoneta que al detectar la presencia policial emprendió la huida. Una vez alcanzada por los agentes en el interior del vehículo fueron halladas 65 garrafas con combustible, un pequeño trozo de hachís y víveres y utensilios para abastecimiento de personas. Al detenido se le imputa un delito de estragos, desobediencia grave a agentes de la autoridad y un delito contra la seguridad vial.

También en Punta Umbría, los agentes observaron un movimiento sospechoso de personas y vehículos cercanos a un cuartillo de aperos que desprendía un "fuerte olor a gasolina". Inspeccionado, fueron halladas 442 garrafas de combustible, víveres y herramientas, por lo que se inició una investigación para el esclarecimiento de los hechos.

Por otra parte, a principios del mes de junio se intervinieron 130 garrafas con combustible en un pesquero atracado en el Puerto de Punta Umbría, y 96 más en la playa de la Flecha de El Rompido.

En los cuatro últimos operativos en las localidades de Mazagón, Aljaraque, Isla Cristina y Punta Umbría, patrullas fiscales y de Seguridad Ciudadana, recuperaron 76 petacas más, y el Servicio Marítimo Provincial intervino cuatro embarcaciones más en Isla Cristina y Punta Umbría, relacionadas con el apoyo logístico de narcolanchas.

Con estos dispositivos la Guardia Civil "continúa con la erradicación del tráfico de drogas en la provincia" y alerta de que este tipo de combustible es "altamente inflamable" y de que, si no se toman las medidas de seguridad oportunas para su almacenamiento y transporte, "puede suponer un grave peligro para las personas" con "la posibilidad de incendio e incluso de explosión", además de "problemas para la salud provocados por los vapores que emanan estos carburantes".