
Sociedad
El Golfo de Cádiz despide el 2024 con actividad sísmica
Como es habitual, en los últimos meses del año, esta zona se muestra especialmente inquieta, con terremotos de hasta 3,7 grados

Casualidad o no, lo cierto es que el Golfo de Cádiz, zona con continua actividad sísmica en sus profundidades, parece mostrarse especialmente inquieto cuando llegan los últimos meses del año. Así lo atestiguan las lecturas diarias del Instituto Geográfico Nacional y así lo recuerda la última gran catástrofe natural que tuvo lugar en las costas gaditanas. Y es que fue un uno de noviembre (hace ahora 269 años) cuando Cádiz asistió a uno de los acontecimientos naturales más dramáticos de su historia; el maremoto (tsunami) de 1755, que, con epicentro en una zona próxima, la costa de Lisboa, sacudió el litoral gaditano, dejando tras de sí una gran ola de destrucción y muerte con 400 víctimas.
Prueba de este protagonismo sísmico de finales de año son los terremotos de 3,7 grados de magnitud en la escala Ritcher que se registraron en noviembre. El primero de ellos, el día 6, a una profundidad de 34 kilómetros. Aunque en un principio el Instituto Geográfico Nacional lo cifró en 4,2 grados, finalmente lo redujo a 3,7. Seísmo que, seis días más tarde, los sismógrafos volvieron a detectar. En esta ocasión, a menor profundidad, 17 kilómetros.
Desde entonces hasta ahora, se han seguido contabilizado numerosos terremotos, la mayoría de pequeña intensidad (no más de 2.0 grados) y otros más importantes. Como es el caso del que tuvo lugar a final de noviembre ( 3,0 grados, 16 kilómetros de profundidad) y el que, con la misma magnitud y a 29 kilómetros de profundidad, se registró en la zona del municipio de Barbate.
A horas de despedir el 2024, el último terremoto se detectó el día de Nochebuena, cuando, a las siete y media de la tarde, los sismógrafos del Instituto Geográfico Nacional reflejaron la lectura de un temblor de 3,3 de magnitud en el Golfo de Cádiz, en esta ocasión a 16 kilómetros de profundidad.
Al margen de estos movimientos, cabe recordar que, en este 2024, el mayor terremoto en aguas del Atlántico próximas al Golfo de Cádiz se registró en agosto. Localizado en aguas próximas a Portugal, su intensidad alcanzó los 5,5 grados en la escala Ritcher, dejándose sentir de forma muy especial en las localidades de Cádiz, Jerez de la Frontera, Sanlúcar de Barrameda, Rota o Puerto Real y también en zonas de Sevilla, Huelva y provincia de Jaén.
Con ser algunos de los terremotos registrados en esta recta final de año en el Golfo de Cádiz de mayor intensidad, cabe apuntar que desde el Departamento de Ciencias de la Tierra de la propia Universidad de Cádiz se ha apuntado en distintas ocasiones que, lejos de asistir al prólogo de temblores de mayor magnitud, se trata, en principio, de algo positivo.
Y es que estos movimientos suponen una liberación lenta de energía en una zona, como el Golfo de Cádiz, en continua actividad sísmica. Cabe recordar que, según los cálculos de los científicos, el terremoto de Lisboa que afectó a la costa gaditana debió tener una magnitud de unos 8,5 grados en la escala Ritcher.
En la posibilidad de que, como ha ocurrido en otras ocasiones a lo largo de la historia, Cádiz pueda volver a sufrir un maremoto, el Ayuntamiento ya ha anunciado que tiene previsto realizar el año que viene un simulacro. Acción que ejecutará de la mano de la Junta de Andalucía, que en 2023 culminó un plan de emergencias relacionado con los maremotos.
Bruno García, que apuntó que el riesgo de que se produzca un terremoto en cualquier punto del mar y que este se convierta en un maremoto «está ahí», destacó que el Ayuntamiento de Cádiz está trabajando en la elaboración de su propio plan de emergencias, documento que se espera que este finalizado en junio de 2025. A la espera del mismo, «fomentaremos la autoprotección en las escuelas con simulacros» y está previsto trasladar a la ciudadanía información para que «sepa lo que debe hacer en caso de una emergencia de esta naturaleza».
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