
Nombramiento
Juanma Moreno fía la sanidad a su consejero más político
El presidente de la Junta se implica en la crisis derivada de los cribados
de cáncer y elige a Antonio Sanz, de su máxima confianza, para solventarla

Con toda la oposición encima de este asunto, y con un amplio sector de la ciudadanía en tensión por los errores detectados, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, apuesta por un perfil político para la cartera más controvertida de su Ejecutivo: la de Sanidad. La crisis derivada de los cribados de cáncer de mama desembocó en la dimisión de la anterior consejera, Rocío Hernández, y el recambio elegido por Moreno es un hombre de su máxima confianza. Antonio Sanz asume las competencias de Sanidad, Presidencia y Emergencias de Andalucía, tal y como anunció ayer el presidente en la red social X poco antes de la celebración del Consejo de Gobierno.
En ese mismo mensaje, Moreno señaló que «su experiencia de gestión, capacidad de trabajo y diálogo serán fundamentales para lo que resta de legislatura». Sanz tendrá que taponar ahora una herida que continúa abierta, además de devolver la confianza a las mujeres que integran un programa, el de detección precoz de cáncer de mama, por el que pasan cada año medio millón de andaluzas. Pero su labor debe ir más allá, puesto que será el encargado de abordar la remodelación profunda de la Consejería, tal y como anunció Moreno, además de depurar más responsabilidades en el departamento y definir qué es lo que ha pasado realmente y el número concreto de afectadas.
Este nombramiento lleva aparejada una reestructuración de competencias en el Ejecutivo andaluz. Sanz era hasta ahora consejero de Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa. Estas dos últimas competencias las asumirá la portavoz del Gobierno, Carolina España, quien además es consejera de Economía y Hacienda. De la misma forma, el titular de Industria, Jorge Paradela, asumirá las competencias de digitalización, incorporando a su área la Agencia Digital de Andalucía (ADA), según explicó Moreno.
Sanz es un incombustible de la política. Fue mano derecha del ex presidente del PP andaluz y actual senador Javier Arenas y tiene una dilatada trayectoria orgánica. Fue delegado del Gobierno en Andalucía desde 2015 a 2018 y tras la llegada del PP a San Telmo, en 2019, fue viceconsejero de Presidencia, Administración Pública e Interior. En esta segunda legislatura del PP ostentaba el cargo de consejero de Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa.
El nuevo consejero de Sanidad no sólo tratará de defender la gestión en este ámbito, sino que pasará la acción. De hecho, uno de sus primeros desafíos es su comparecencia en el Parlamento andaluz el próximo miércoles durante un debate general sobre el estado de la sanidad en la región, solicitado por los grupos de izquierda hace más de dos años.
Sanz, acompañado por España en la sala de prensa de San Telmo, expresó su compromiso con la «defensa y el impulso» del sistema público sanitario andaluz y la dedicación los 365 días al año a la materia que le ha sido encomendada. Estas nuevas responsabilidades suponen un «reto personal y político» y quiso poner de relieve la labor de los «magníficos profesionales» que integran la sanidad pública andaluza.
En este sentido, aseguró que el Gobierno andaluz ha demostrado que «ofrece respuestas y seguridad», algo que se ha realizado «tomando decisiones, con medidas de mejora del sistema y garantizando que no vuelvan a ocurrir» los errores que se han producido.
Precisamente, destacó que el problema «focalizado en un 90 por ciento» en el hospital Virgen del Rocío se ha producido por problemas de «organización», donde se tendrían que haber detectado antes y tendría que haber habido algún tipo de control.
Junto a ello, prometió «horas de trabajo y mucha dedicación», así como la «convicción» de la fortaleza del sistema sanitario público, reiterando que los profesionales tienen todo el respaldo y el apoyo del presidente de la Junta, del Consejo de Gobierno y de la Consejería, porque son «un baluarte esencial» en el sistema. «No podemos permitir que se intente usar políticamente la labor de los profesionales para el interés partidista», remarcó.
En cuanto a la remodelación de su departamento, encomendada por el propio presidente, aclaró que no se trata de una medida «inmediata» porque en estos momentos es necesario «volcarse» en proporcionar soluciones y seguridad, de forma que si se tienen que producir cambios o «adaptaciones» a los nuevos tiempos «vendrán en otros momentos».
Sobre si existen problemas para encontrar facultativos, Sanz indicó que la atención sanitaria tiene que resolverse «con medios y nuevas tecnologías» mediante un «esfuerzo global» y anunció que la agenda del consejero es «reunirse» con todo el sector «porque se trata de oír, de escuchar y de tomar decisiones». «Yo creo que en estos momentos en la política hace falta gestión y hace falta visión política para construir las prioridades, y si eso se hace con diálogo y contando con los profesionales, seguramente la labor del consejero va a ser mucho más fácil, y esa es mi fórmula», recalcó.
A diferencia de sus tres predecesores, que sí se habían dedicado profesionalmente a la sanidad, Sanz no ha estado vinculado al sector. Sobre este extremo, señaló que él no es ingeniero informático y ha presidido la Agencia Digital de Andalucía que acaba «de anunciar una inversión de 2.600 millones de euros» y Andalucía es hoy «la primera comunidad autónoma en licitación de proyectos tecnológicos de España». Con todo, aseguró que se trata de contar siempre «con los profesionales, de darle su sitio, de generar un buen equipo y de dialogar con todos». «Por tanto, no me siento solo capacitado, sino que quiero hacerlo desde la humildad y estoy acostumbrado a algunos avatares que no son fáciles».
Cabe recordar que la Junta de Andalucía ha destinado 15.247 millones de euros al sistema público de salud, casi un tercio del total del presupuesto regional. La cifra supone un 55% más que en 2018, el último año de la etapa socialista. Además, se ha aumentado el gasto sanitario medio por andaluz (1.765 euros), superando por primera vez la media nacional (1.757 euros) desde que existen registros en el Ministerio.
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