"Méritos e infamias"

Kafka en el Bellas Artes

"¿Cómo se puede entender que unas cortinas blancas, como de casetas de feria, tapen obras maestras de Zurbarán o Valdés Leal?"

El consejero Bernal, en la inauguración de la muestra sobre Pedro Roldán
El consejero Bernal, en la inauguración de la muestra sobre Pedro RoldánEP

Andalucía presume de ser una tierra de mitos, leyendas, de realidades que guardan misterios y donde nada parece lo que aparenta. Pues su capital, que sigue instalada a la sombra de la Giralda, multiplica lo anterior hasta convertirlo en la esencia de la propia ciudad.

Para explicarlo: en Sevilla no se vive en la ciudad que marca la geografía o la historia, aquí los relojes gastan los minutos en una nebulosa de dimensiones variables que se encuentra en la cabeza de sus ciudadanos y que se asienta sobre una manojo de verdades inmutables. Entre ellas, la que afirma que tenemos la “segunda pinacoteca de España”, y se acabó.

Como diría Silvio, “si fuera o fuese”, es harina de otro costal, pero de lo que sí “disfruta” es de uno de los peores museos que jamás se encuentre alguien acostumbrado a viajar y a visitar este tipo de espacios. No es nada nuevo, sino eterno, porque lo sufrimos hace unos años con la exposición dedicada a Martínez Montañés y lo constatamos ahora con la extraordinaria de Pedro Roldán.

¿Cómo es posible que una exposición temporal que dura meses impida disfrutar de algunas de las mejores piezas de la colección permanente? ¿Cómo se puede entender que unas cortinas blancas, como de casetas de feria, tapen obras maestras de Zurbarán o Valdés Leal? ¿Estamos todos locos? Cuadros que podrían ser la punta de lanza de cualquier museo internacional y que ocultamos cuando hace falta porque no tenemos más sitio. Es realmente kafkiano y espanta, pese a no ser la primera vez, que este tipo de situaciones sucedan en Andalucía.

Sobre todo, cuando se nos llena la boca defendiendo la Cultura y nuestro “inigualable patrimonio”. Todas las administraciones deberían al menos sonrojarse ante el despropósito del antiguo convento mercedario, junto con la pandilla “cultureta” que hace semanas puso el grito en el cielo por un nombramiento legítimo y que hasta el momento no ha dicho ni pío