Sucesos

Localizados en Cádiz dos cazadores furtivos con 28 kilos de jabalí troceado

Portaban también un rifle de gran calibre provisto de mira telescópica y visor nocturno

Un guardia civil supervisa el material incautado
Un guardia civil supervisa el material incautadoLa RazónLa Razón

La Guardia Civil de Cádiz ha propuesto para sanción a dos personas que fueron localizados el mismo día en la localidad de Alcalá de los Gazules con más de 28 kilos de jabalí troceado y con un rifle de gran calibre provisto de mira telescópica y visor nocturno acompañado de munición. Este operativo contra el furtivismo se lleva realizando desde hace meses en toda la provincia de Cádiz para prevenir que contagios o enfermedades de origen animal puedan llegar al consumidor final. Los hechos se han puesto en conocimiento de la Subdelegación del Gobierno en Cádiz y de la Consejería de medio Ambiente, ha indicado la Guardia Civil en un comunicado.

Los hechos tuvieron lugar el pasado 31 de agosto cuando la patrulla del Seprona de Medina Sidonia, tras un complejo trabajo de investigación y prevención en un operativo contra el furtivismo y los incendios forestales en Alcalá de los Gazules, identificó en primer lugar a los ocupantes de un vehículo que llevaban en el maletero un total de 19 bolsas de carne de caza. En concreto, carne de jabalí almacenado en malas condiciones higiénicas sobre el que no pudieron aportar documentación que justificase su procedencia legal, trazabilidad ni la autorización para la caza del jabalí. Además, no presentaban garantías higiénico sanitarias para su consumo.

En otra intervención, ocurrida el mismo día y en la misma localidad, se identificó a los ocupantes de otro vehículo que transportaban en el maletero un rifle de gran calibre provisto de mira telescópica y visor nocturno, un asiento de caza, un apoyo de tiro del rifle y una linterna de gran alcance oculta bajo el asiento del copiloto. Para todo eso se carecía de documentación sobre la tenencia y el uso del arma en el coto de caza menor al que se dirigía y sin contar con las autorizaciones medioambientales de caza pertinentes.

En ambas actuaciones se procedió a intervenir la carne de jabalí troceada, el arma y los cartuchos que le acompañaban, además se investigan a dos personas por un delito de caza ilegal. Debido a que la carne intervenida no podía ser utilizada para fines solidarios con las debidas garantías se ha optado por su utilización como alimento para buitres y otras especies de la zona, volviéndola a introducir de nuevo en la cadena trófica.