Arte urbano
La guerra de Gaza ante la mirada «cofrade» de Lazarus
El artista malagueño Pepe Gómez proyecta una visión rompedora de la Semana Santa que trasciende fronteras e interpela al espectador
Un puente entre lo sacro y lo mundano se abre paso cada vez que Lazarus (Pepe Gómez) presiona el objetivo de su cámara. El Santísimo Cristo de la Redención de Málaga en medio de una zona bombardeada de Gaza(2). Una mujer sujetando el brazo de un hombre tras un brutal ataque, como si fuera la imagen de la Virgen María sujetando a Jesucristo en una posición que nos recuerda a una imagen procesional muy habitual(3); un civil gazatí herido sobre un trono, quizás muerto (1). Un ovni abduce una imagen de cristo en posición pensativa (4). La lista es interminable, como la capacidad creativa de este fotógrafo malagueño que muestra todo aquello que, en un principio, el espectador puede pensar que no tiene conexión posible.
La visión que el artista proyecta sobre la Semana Santa está catalizando una transformación profunda en la percepción de las imágenes y procesiones religiosas. Sus técnicas —un juego del encuadre, la perspectiva y la superposición de texturas— ofrecen un collage visual que remueve al observador. Hay una banda sonora implícita en su trabajo, un eco de Bowie y otros íconos del rock y del pop que resuenan en el trasfondo de su obra. Las inscripciones en inglés se dispersan a través de sus creaciones, ofreciendo un diálogo con nuevos idiomas visuales que sorprenden y mantienen al espectador en un estado de expectativa y descubrimiento. «Me encanta hacer conexiones entre el cómic y cristo o plasmar la idea del espacio con la penitencia», señala Lazarus, que reconoce como una de las bases de su trabajo «la conexión de letras de canciones con imágenes devocionales», una práctica que también le da voz propia en el tautológico mundo de la fotografía cofrade en el que parece que solo hay una manera de interpretar lo Barroco.
«Donde yo veo que hay interpelación o belleza, a alguno le provoca rechazo, pero es totalmente aceptable»
«Que cada uno haga la lectura correspondiente», insiste el artista urbano. Lazarus no teme mezclar lo sagrado con lo profano o lo actual con lo histórico. «Donde yo veo que hay interpelación o belleza, a alguno le provoca rechazo, pero eso es totalmente aceptable», considera. Sus obras pueden presentar imágenes de tronos y palios entrelazadas con escenas de conflictos contemporáneos como la guerra en Gaza, buscando siempre interpelar al espectador y «provocar un diálogo». Respecto a este conflicto bélico, Lazarus asegura que vio «una conexión directa con la Pasión de Cristo», algo que se materializa en la técnica del collage. Según explica, el collage fue un «sustituto de la pintura», una forma de expresión que le permite combinar imágenes de manera orgánica y generar diálogos visuales entre lo sacro y lo empíricamente humano.
Lazarus vio en el conflicto bélico de Israel y Gaza «una conexión directa con la Pasión de Cristo»
Sus obras, realizadas con hojas de revistas usadas o periódicos, entre otros muchos formatos, se pueden ver en Instagram (@soylazarus) o en su página web (soylazarus.com). El el proceso creativo que le lleva a dar luz a esas creaciones viene «de manera natural». Su trayectoria podría describirse como un proceso en el que no ha parado de «escalar en interpretaciones» y en diferentes temáticas.
Ya sea porque el destino se lo tenía preparado o por pura convicción, de forma autodidacta y con su sello propio –blanco y negro, alto contraste, un poco de grano y poca definición– este fotógrafo malagueño comenzó a replantearse hace unos años qué es lo que quería hacer cuando saliese a la calle en Semana Santa. «Hacer siempre lo mismo me causaba problemas», confiesa Lazarus respecto a la fotografía procesional.
«Hacer siempre lo mismo me causaba problemas», confiesa Lazarus respecto a la fotografía procesional
«Lo que me atrae es el público, los visitantes y las calles que se transitan», destaca. Cómo él lo define, su trabajo se encuadra en el «street art», no en la fotografía cofrade tradicional y, aunque siempre se planteó hacer algo diferente, no es hasta la llegada de aquellos largos meses de confinamiento por el Covid-19 cuando su carrera da un giro de 360 grados. «Decidí intervenir mi catálogo de fotos inspirándome en las portadas de discos, carteles de cine, cómics y todo ese mundo para darle punto de vista disruptivo al tema sacro, en particular al cofrade », asegura. Todo ello lo llevó a crear un mundo nuevo que nace, según explica, «con la idea de superar estructuras mentales a través de la superposición de conceptos y esquemas».
En relación con la Semana Santa, este artista se centra en el espíritu humano y en la evolución de las tradiciones, capturando momentos que reflejan un cambio o una constante humana. No se identifica «de una manera estricta» con la fe de las cofradías. Su interés es puramente artístico, una perspectiva que incluso ha encontrado eco en figuras eclesiásticas como el sacerdote y delegado de comunicación de la Diócesis de Málaga, Rafa Pérez Pallarés, que le impulsó a mostrar su trabajo en la exposición «White light, white heat». La muestra, que se puede visitar hasta el 31 de marzo la Parroquia de la Divina Pastora de Málaga, es una interpretación artística del Vía Crucis a través de catorce obras que enlazan con diferentes temas de Bowie. Se trata de la exploración de la relación entre el legado de Bowie, la estética constructivista y el simbolismo de las cofradías, una nueva perspectiva sobre el tradicional camino del calvario con «el único objetivo de apelar a la reflexión del que lo vea», concluye Lazarus.
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