La entrevista
«Las viviendas turísticas no son responsables de la turismofobia ni la engorda»
«Se incrementará el número de inmuebles ilegales mientras no se automatice el proceso» de permiso y control, señala Mar Alcázar, abogada especializada en Derecho Turístico
Mar Alcázar es, sin duda, una de las personas que más sabe sobre viviendas turísticas, una nueva modalidad de alojamiento que, como asegura, ha llegado para quedarse. Esta abogada especializada en Derecho Turístico es Responsable de la Sección de Alojamientos Turísticos de la Abogacía de Málaga. Es además docente en la Universidad de Málaga, en el Máster Universitario de acceso a la Abogacía y la Procura, con la asignatura «Práctica en actividad turística», así como Docente en EADE en el Máster de Gestión Hotelera y Eventos, módulo de derecho hotelero. También es autora en la Editorial Jurídica La Ley Aranzadi en Programa de Especialización de VUTs en Andalucía.
¿Qué va a suponer la entrada de la nueva ordenanza municipal que limitará la concesión de licencias para viviendas turísticas a aquellas que cuenten con entrada propia?
En el plano de la teoría, supondrá que se regule de manera integral este tipo de viviendas a nivel municipal, ya regulada en ámbito regional con el decreto que aprobó la Junta de Andalucía. En el plano de la práctica, se incrementará el número de viviendas de uso turístico ilegales porque mientras no se automatice el proceso por el cual se emita por el Ayuntamiento el informe de compatibilidad urbanística y se comunique al departamento de turismo para que inicie o no el correspondiente procedimiento de comprobación o cancelación, pasarán días, semanas y meses… por lo tanto no habrá freno, ya que es muy fácil presentar una declaración responsable y hasta que se verifique...
¿Llega tarde la ordenanza?
No, no llega tarde; llega cuando tiene que llegar. Cuando la Junta de Andalucía ha modificado el decreto de viviendas turísticas y ha suprimido el término de residencial, para hablar de viviendas de uso turístico. Se ha sentado jurisprudencia al respecto: desde el año 2020 se han dictado sentencias desde el Tribunal Supremo que acordaron que las viviendas de uso turístico suponen una actividad económica; de hecho hay ciudades como Bilbao que las desplazó de uso residencial al terciario, convirtiéndolas en un servicio de alojamiento temporal o transitorio, no permanente. Con todo, para este sector, nunca va a ser un momento bueno para que entre en vigor la regulación, que sea de aplicación la ordenanza. Va a dar mucho trabajo, tanto al departamento de turismo como al de urbanismo, va a hacer mucha pupa. Habrá que reforzar el cupo de funcionarios que se encargue de implementar y gestionar la nueva normativa.
¿Son en alguna medida responsables de la turismofobia?
Partimos de la base de que la turismofobia es un concepto que tiene el ciudadano, el residente, frente al modelo de gestión del turismo que tiene un Ayuntamiento. No es odio al turista como tal, sino a un modelo de turismo de masas que «inunda» las calles de los centros urbanos y sus entornos. Lo más fácil es responsabilizar a las viviendas turísticas, es un sector emergente que, no obstante, ha llegado para quedarse. De hecho, se está trabajando con ahínco por profesionalizar este servicio. Tenderá a parecerse al sector hotelero, dándole cada vez más servicios complementarios.
¿Se ha demonizado injustamente, en cualquier caso, a las viviendas turísticas?
Sin duda. Poco menos que son culpables de la muerte de Manolete, vulgarmente hablando. Ya se han analizado por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE) los datos de las viviendas de uso turístico y sólo suponen el 1,3% del total.
¿Qué queda por hacer en el plano legislativo?
No se puede decir que sea necesario algo más. No obstante es fundamental que se modifique la Ley de Turismo, que data de 2011 pero ya está el anteproyecto de la nueva ley, y ese será el siguiente paso. No merece la pena establecer normas muy fiscalizadoras si no hay órganos que puedan gestionar e implementar esa normativa. Hace falta un mayor número de funcionarios en las áreas de disciplina y unidades de inspección para hacer cumplir esas normas. Aunque también se puede hacer labores de concienciación para que se tenga presente por parte de todos los sectores que las normas, en todos los ámbitos de la vida, pero especialmente en este sector, están para cumplirlas.
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