El «modelo andaluz» como ejemplo antes de las elecciones

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, comparecerá el próximo 28 de junio en el Parlamento de Andalucía para debatir sobre la situación política en Andalucía. Un día antes, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicará las candidaturas proclamadas por las juntas provinciales, una vez revisadas y, en su caso, corregidas; el viernes de la semana siguiente, 7 de julio, arrancará la campaña electoral, que concluirá a las doce de la noche del viernes 21 para proceder a abrir las urnas el domingo 23.

La comparecencia de Moreno entra dentro de la lógica parlamentaria. La Cámara andaluza suele acoger dos debates sobre política general al año. Así se comprometió en 2015 Susana Díaz en su discurso de investidura y Juanma Moreno ha mantenido esa costumbre. Ahora bien, mientras que uno de los dos es una comparecencia similar a la que realizan los consejeros en cada pleno aunque adaptada en formato y tiempos para la ocasión, el Debate sobre el Estado de la Comunidad propiamente dicho dura dos jornadas y se incluyen propuestas de resolución de los grupos.

La opción elegida para el 28 de junio es la primera, reservándose la segunda alternativa para finales de año. Esto mismo fue lo que ocurrió en 2021, año en el que Moreno compareció el 7 de julio en una sesión sin propuestas de resolución y el Debate sobre el Estado de la Comunidad se dejó para los días 27 y 28 de opctubre.

En 2020, el orden también fue el mismo, celebrándose el formato «breve» el 28 de enero y el más extenso los días 20 y 21 de octubre.

Aunque la comparecencia entre dentro de la lógica parlamentaria –de hecho los días 28 y 29 de junio hay fijado ya un pleno ordinario del Parlamento de Andalucía–, el contexto de la cita tendrá un claro carácter electoral. Moreno, que goza de una cómoda mayoría absoluta, aprovechará la ocasión para hacer balance de su primer año en esta segunda legislatura y mostrar el «modelo andaluz» como perfectamente aplicable en el Gobierno de España. El mensaje que han interiorizado en el PP andaluz y que también se repite desde el PP nacional de cara a la campaña por la presidencia del Gobierno de Alberto Núñez Feijóo es que hay que estar abierto a negociar, escuchar y pactar con todos –con las reservas anunciadas sobre Bildu–. Esa respuesta le permite a Feijóo –al menos sobre el papel– huir del escenario que lo sitúa en manos de Vox para gobernar, argumento que repiten desde filas socialistas para tratar de darle la vuelta a las encuestas.

Otro de los ejes del discurso de Moreno previo a las elecciones generales será la defensa de Andalucía gobierne quien gobierne. El presidente ha sabido situarse –y así lo señalan las encuestas que lo perciben los andaluces– como el político que mejor defiende los intereses de la comunidad. Los últimos enfrentamientos con el Gobierno de España en temas tan diversos como el impuesto a las grandes fortunas o la regulzarización de zonas de regadíos en la Corona Norte de Doñana han elevado el nivel de roces políticos con el Gobierno de Pedro Sánchez.

Junto a ello, la debilidad de la oposición también juega a favor del presidente andaluz. El PSOE ha visto cómo las listas para las elecciones generales se han impuesto desde Ferraz y en Por Andalucía las relaciones entre los grupos que conforman ese espacio tampoco son las mejores, recrudecidas por el veto de Yolanda Díaz a la ministra Irene Montero.

En esta misma línea, el portavoz, del Ejecutivo autonómico, Ramón Fernández-Pacheco, aseguró tras el Consejo de Gobierno sobre el próximo debate que «la única ideología que tenemos es la de la buena gestión, intentar gestionar bien los intereses públicos de Andalucía en beneficio de todos los andaluces».