Sociedad

¿Qué son los seises y en qué consiste su baile?

La Catedral de Granada recuperará el próximo Corpus esta figura, aún presente en Sevilla

Los Seises realizan su tradicional baile durante la misa del Corpus Christi celebrada este jueves en el interior de la Catedral de Sevilla
Los Seises realizan su tradicional baile durante la misa del Corpus Christi celebrada este jueves en el interior de la Catedral de Sevilla Agencia EFE

La Catedral de Granada recuperará el próximo Corpus la figura de los Seises Danzantes, una tradición del folclore local que tuvo su auge en el siglo XVI, cuando actuaban como "pregoneros" de fechas señaladas, y que se retoma tras décadas de ausencia.

Un grupo de 25 niños y niñas alumnos de Primaria en el colegio Virgen de Gracia de la capital han comenzado los ensayos especializados de música y danza para recuperar esta tradición el próximo Corpus.

El arzobispo de Granada, José María Gil Tamayo, ya anunció en junio de 2024 la creación de un equipo de trabajo y asesoramiento formado por expertos para recuperar de manera fidedigna esta tradición musical y folclórica que volverá a verse en la Catedral en junio.

Los niños ya trabajan con la música del compositor y organista andaluz Francisco Correa de Arauxo, adaptada por el director de Schola Pueri Cantores de la catedral, Héctor E. Márquez.

Se trata de una música sacra de final del Renacimiento español dirigida específicamente para la festividad del Corpus que será cantada por los Seises y por la Schola y acompañada por la organista del templo catedralicio Concepción Fernández Vivas.

"Consideramos de gran valor la recuperación de este canto popular, cuyo texto es de Santo Tomás de Aquino, a través de la pieza de Arauxo, por lo que presentaremos una versión ornamentada y modificada de la primera y una traducción del segundo, ambas preparadas por Héctor E. Márquez", han explicado los responsables de los Seises.

Un equipo con expertos en música, documentación histórica, atuendo y danza han trabajado para retomar esta figura de danzantes que sí se mantiene en otras ciudades y cabildos del país, niños que bailan en fechas señaladas como el Corpus, con el apoyo de los escolanos y su música.

Los Seises vestirán atuendos de mediados del siglo XVI y principios del siglo XVII, la época de mayor esplendor de estos "pregoneros de la majestad divina" que actúan con solemnidad y nunca solo por entretenimiento.

La tradición de la danza de los Seises volverá 400 años después de la última vez que danzaron en la Catedral, ya que existieron después otros seises pero no pertenecieron al Cabildo sino a la Compañía de Jesús de Granada, y seguían los patrones de los de Sevilla.

Los Seises danzarán en las principales fiestas litúrgicas, desde el Corpus y la Inmaculada Concepción, a la festividad de San Cecilio y la Virgen de las Angustias, patrones de Granada.

En Sevilla, el Corpus Christi, la Inmaculada y el Triduo de Carnaval son las tres oportunidades para disfrutar del baile de los Seises, diez niños en edades comprendidas entre los 9 y 12 años, que realizan una danza sagrada en el presbiterio bajo de la Catedral de Sevilla en tres ocasiones al año. El libro "Celebración de la palabra y adoración eucarística con baile de Seises", editado por el Cabildo de la Iglesia Catedral de Sevilla, ofrece un exhaustivo repaso a esta tradición que aún se conserva en la capital andaluza.

Como bien se explica en ese estudio, la historia de los Seises no es exclusiva de Sevilla sino común a la de otras catedrales de España, si bien sólo esta ciudad los ha conservado a lo largo de los tiempos.

Explica el estudio que los "Seises, en cuanto danzantes, remontan por lo menos al año 1508, tal como consta en los documentos de la Catedral hispalense". ahora bien, "como conjunto, formado por diez niños que danzan regularmente en la Octava de Corpus, arranca de 1613".

Desde ese año, "los Seises ejecutan una danza sagrada, en el presbiterio bajo, durante los ocho días de la Octava del Corpus, gracias a la fundación y dotación del Arcediano de Carmona, don Mateo Vázquez de Leca. Don Gonzalo Núñez de Sepúlveda costeó los bailes de la Octava de la Inmaculada (en 1655), para que se realizaran a imitación de aquellos del Corpus y, unos años más tarde (en 1695), comenzó el Triduo de Carnaval, gracias al patrocinio de don Francisco Contreras Chávez y el Cabildo de la Catedral".

Como curiosidad, los primeros Seises "bailaban llevando en sus manos lanzas, palos, espadas o sonajas" hasta que aparecieron las castañuelas en 1667.

Otra evolución es la que ha experimentado la vestimenta de los niños. "De hecho, en 1657 el Cabildo Catedral ordenó que el Maestro de Capilla, responsable de los niños Seises, renovara los trajes cada ocho años, asignándose para ello una dotación económica especial. En el siglo XVII, siguiendo la moda flamenca del momento, se enriquecieron con bordados, valonas, golillas, lazos, cintas... tomando mucho brillo y oropel. Se llega así al traje actual de pajecillos". Desde la creación de la Octava del Corpus e Inmaculada, se emplean trajes de color rojo para la primera y los de color celeste para la segunda. En el Triduo de Carnaval se usan los mismos del Corpus.