Enésimo anuncio
Sanz rompe el pacto de silencio en torno al Vacie
El alcalde de Sevilla anuncia el enésimo desmantelamiento del núcleo chabolista y lo compara con el Bronx de Nueva York
Fue en el año 1932 cuando en el Vacie aparecieron las primeras chabolas. Desde entonces, el asentamiento sevillano fue creciendo hasta convertirse en un peligroso foco de delincuencia y marginación. Un lugar oscuro junto al cementerio de San Fernando al que la ciudad daba la espalda. Luego, los servicios sociales fueron actuando de manera silenciosa hasta ir reduciendo sus dimensiones, gracias a una intensa intervención familiar y con realojos más o menos polémicos. Todos los alcaldes democráticos de Sevilla se comprometieron a acabar con el Vacie en su mandato. De todos los colores políticos y defendiendo estrategias dispares, con proyectos futuros para la zona y desplegando operaciones de marketing político más o menos vistosas. El actual regidor, el popular José Luis Sanz, no iba a ser menos, sabedor de que este asunto es un lunar en la gestión municipal.
Sanz aseguró ayer que «si todo va bien» quedará erradicado este núcleo chabolista junto al existente en la calle Reina de los Ángeles en el Polígono Sur durante este mandato. Para esta labor se contará con «especialistas» internacionales que han participado en operaciones de regeneración urbana de diferentes lugares del mundo, como el barrio del Bronx en Nueva York.
El alcalde, de este modo, rompe un pacto tácito existente entre los servicios sociales de diferentes administraciones basado en la discreción y en el trabajo silencioso en el asentamiento. Es una de las condiciones para garantizar el éxito de las intervenciones. Cuanto más se hable públicamente del Vacie, más sensación de inseguridad se genera y más susceptibilidades se crean en los barrios donde se efectúan los realojos.
Según el último censo municipal, fechado en mayo de 2024, quedan 180 personas pertenecientes a 32 familias en el asentamiento. Todo un éxito considerando que en 2009 se contabilizaron casi 1.000. La Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (EDUSI), financiada con fondos europeos, se puso en marcha hace 15 años. Un plan integral dotado con 4,3 millones de euros con varios ejes de acción: intervención social para el realojo de las familias, fomento del empleo, desmantelamiento de las infraviviendas, compra de vivienda social y asistencia técnica.
En los prolegómenos de 1992, ante los fastos de la Exposición Universal, los alcaldes Manuel del Valle y Alejandro Rojas-Marcos actuaron en la zona, instalando viviendas prefabricadas. El núcleo chabolista experimentó un largo letargo hasta que el entonces candidato popular, Juan Ignacio Zoido, prometió su erradicación reuniéndose con las familias del asentamiento en la campaña electoral de 2007. Juan Espadas, por su parte, también anunció su intención de desmantelar este núcleo y, en su lugar, se habilitaría un parque.
En la ciudad existen áreas básicas de servicios sociales que cuentan con diferentes profesionales que han trabajado con estas familias, como trabajadores sociales, educadores y psicólogos. El caso del Vacie es poliédrico, con recursos que han ido cambiando en función de las inversiones y disponibilidad presupuestaria y con un número de profesionales oscilante. El seguimiento de las familias es un proceso complejo que viene marcado en la ley de servicios sociales. El área básica donde se incluye el asentamiento envía profesionales para hacer un estudio de las familias que conlleva conocer cuáles son sus posibilidades económicas, sanitarias, educativas, sociales, vivenciales o de vivienda. Se pone en común toda la información y se hace un diagnóstico, que arrojará luz sobre el método a seguir. Posteriormente, los profesionales planifican la intervención específica mediante entrevistas, visitas domiciliarias, reuniones y dinámicas de grupo para intentar que cambien su modo de vida. Y se les plantea un recurso. Si se les entrega una vivienda, el objetivo es que se integren en la zona donde van a vivir. Pasados unos años, se evalúa todo el trabajo que se ha realizado.
El pasado mes de julio el asentamiento volvió a saltar a la actualidad a raíz de unas fotografías que distribuyó el Ayuntamiento en las que se mostraban el desmantelamiento de varias infraviviendas. El delegado municipal de Barrios de Atención Preferente y Derechos Sociales, José Luis García, supervisó los trabajos y aseguró que «en un año hemos hecho más derribos y más realojos sociales que en los anteriores ocho años del Gobierno anterior gracias, entre otras medidas, a la recuperación del equipo de intervención de realojo para mejorar la gestión del desalojo de dicho asentamiento y a la reciente creación un servicio de atención a familias realojadas procedentes de asentamientos chabolistas».
Por su parte, el PSOE recriminó a García haber dinamitado el consenso que, en el seno de la corporación municipal, «había imperado durante los últimos dos mandatos en torno al proceso de desmantelamiento».
Defendió que en estos últimos años, desde los gobiernos socialistas, «se había buscado en todo momento que fueran los propios trabajadores sociales quienes, desde la discreción que ellos mismos reclamaban, se encargaran de dirigir todos los derribos de chabolas».
Un «desprecio» a los servicios sociales
El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Sevilla, Antonio Muñoz, consideró que el alcalde, José Luis Sanz, incurrió en una «absoluta irresponsabilidad» al manifestar que para actuar en los barrios desfavorecidos de la ciudad, el Consistorio incorporará «especialistas internacionales» en regeneración urbana que han participado en operaciones como la del barrio neoyorquino del Bronx. Para Muñoz, las palabras de Sanz suponen un «desprecio hacia el equipo multidisciplinar de servicios sociales que lleva muchísimos años trabajando para la erradicación e El Vacie y en la integración social de las familias realojadas». «Es una vergüenza que, con tal de llevarse un titular llamativo, se preste a este tipo de comparaciones que equiparan al Vacie, y por extensión a los barrios limítrofes, Pino Montano y San Jerónimo, con la delincuencia del Bronx», subrayó Muñoz, avisando de que «la problemática social del Bronx nada tiene que ver con las circunstancias de este asentamiento». «El alcalde ha metido el Vacie en su propaganda», lamentó.
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